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Sus algoritmos diseñados para analizar la red eléctrica ayudan a prevenir apagones

«Según el Censo Nacional de Población y Vivienda, se estima que el 81 % de la población dispone de electricidad. La tasa de disponibilidad del servicio eléctrico en los hogares urbanos es del 96 %, frente al 55 % en los hogares rurales, lo que ha llevado al gobierno ecuatoriano a querer mejorar la red eléctrica y convertirla en una red inteligente. Para ello, el gobierno contrató a Jaime Cepeda, quien ocupa el cargo de Director de Investigación y Desarrollo del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) desde 2013.

Cepeda es experto en el desarrollo de modelos computarizados de análisis de datos. Su misión en el CENACE es implementar el Sistema de Monitoreo de Área Extendida, que ofrece información en tiempo real sobre el comportamiento dinámico de la red eléctrica y emite alertas de apagones. La especialidad de Cepeda es precisamente esta: desarrollar modelos computarizados capaces de realizar análisis de datos y detectar anomalías a tiempo para intervenir en el sistema y evitar su colapso. Para convertir la red eléctrica en una red inteligente que ofrezca información en tiempo real sobre su comportamiento, es necesario incorporar primero una red de dispositivos personalizados que se conectan a través de fibra óptica a los servidores centrales para enviar los datos.

«Es complicado obtener estadísticas de apagones, ya que, debido al diseño de la red, casi nunca ocurren», afirma Cepeda. Según los datos proporcionados por el organismo regulador de la energía ecuatoriano, un corte de energía de dos horas genera pérdidas de dos millones de dólares debido a la falta de suministro eléctrico durante este tiempo. La realización de mejoras en la red utilizando tecnología eléctrica convencional requeriría una inversión de entre 100 y 200 millones de dólares, estima el joven ingeniero eléctrico. «Es más rentable invertir en tecnología moderna que mejorar la red existente con redes complementarias», concluye.