
Su plataforma digital de servicios de mensajería impulsa la economía y reduce el impacto medioambiental en las grandes ciudades
«Ivonne Quiñones es una joven ingeniera peruana acostumbrada a comprar por Internet. Pertenece a una generación que adquiere todo tipo de artículos con un clic del ratón. Pero la velocidad de estas transacciones electrónicas desaparece cuando llega el momento del envío. Desde las pequeñas empresas hasta Linio, la mayor empresa de comercio electrónico de la región, los plazos de envío oscilan entre dos y cinco días. Para hacer frente a este problema, Quiñones fundó la empresa emergente Urbaner.
Urbaner es una plataforma de logística digital (un sitio web y una aplicación para teléfonos inteligentes) que utiliza un algoritmo de asignación basado en la geolocalización y la optimización de los métodos de transporte para ofrecer un servicio de mensajería rápido y seguro. Los usuarios pueden utilizar la plataforma para comprobar el estado de su entrega en tiempo real.
Los servicios de mensajería tradicionales suelen contar con grandes infraestructuras, una flota de vehículos de reparto y un sistema de almacenamiento de paquetes antes de su entrega. Según la directora ejecutiva de Urbaner, esta es la principal causa de su limitada operatividad. Quiñones lo expresó de la siguiente manera: «Si puedes pedir una pizza en 30 minutos y comprarla con unos pocos clics del ratón, ¿por qué tienes que esperar a que la almacenen y la entreguen junto con otros pedidos?».
Quiñones se inspiró en las empresas de colaboración económica y en los modelos de pedidos bajo demanda utilizados por empresas en crecimiento como Uber. Su plataforma funciona asignando un mensajero específico, previamente registrado en Urbaner, según su proximidad al punto de recogida, así como el volumen y el tipo de entrega. El ingeniero explica: «Si necesitas enviar un documento a un lugar a dos distritos de distancia, la opción más eficiente es una bicicleta». Los mensajeros viajan a pie, en bicicleta, en moto y, en mayor medida, en furgoneta.
Urbaner ya tiene un producto mínimo viable que opera con empresas reales. Conecta a mensajeros y empresas con un servicio de entrega en menos de 90 minutos. La empresa cobra un porcentaje de la tarifa de entrega por cada transacción, y el resto va para el mensajero. Con los fondos obtenidos a través del concurso Start Up Perú 2015, Urbaner está desarrollando el algoritmo y la versión completa del programa. El objetivo es llevar el producto terminado al mercado en septiembre de este año.
El siguiente paso es atraer a un inversor providencial para obtener los recursos necesarios para exportar este modelo a otras ciudades urbanas de América Latina. Según Quiñones, las ciudades se seleccionarán en función de su uso del comercio electrónico y de las condiciones de tráfico. «Países como Colombia tienen restricciones de tráfico debido a la gran congestión y contaminación. Urbaner abordaría estos problemas», afirma.
Otra característica de Urbaner es su implicación en el desarrollo sostenible. Al optimizar las opciones de transporte, reducen el impacto medioambiental. A diferencia de los servicios de mensajería tradicionales, la plataforma de Quiñones no requiere la compra de una flota de vehículos contaminantes. Su modelo económico colaborativo también crea puestos de trabajo. Los mensajeros ganan dinero con cada entrega, con un horario flexible y los únicos requisitos previos de tener un smartphone y un medio de transporte.
Según Rafael Aubad, presidente ejecutivo de Proantioquia (Colombia) y miembro del jurado de los premios Innovador menor de 35 años Perú 2015 de MIT Technology Review, la aplicación de Quiñones «ofrece una excelente solución a las necesidades de transporte y entrega en las ciudades con dos componentes importantes: economía y seguridad».