
Adaptable: la nueva forma de mejorar la eficacia de la radioterapia
Sentarse en la camilla de un médico para ser examinado no es precisamente la experiencia más cómoda. Sin embargo, en el caso de los pacientes que deben recibir radioterapia para tratar tumores en múltiples sesiones, la comodidad debe ir acompañada de la necesidad de mantener exactamente la misma posición corporal cada vez.
La invención de Isaac Castro García, ingeniero de telecomunicaciones con un máster en tecnología y gestión sanitaria, quien se define como “un innovador apasionado en la industria de la tecnología sanitaria”, busca facilitar la labor de los radiólogos y mejorar la experiencia de los pacientes. Como explica, para que un tratamiento de radioterapia sea eficaz, los rayos X deben dirigirse de forma precisa únicamente a las células cancerígenas que deben eliminarse, sin afectar al tejido sano. Una vez encontrada la posición ideal para administrar la radiación, esta debe reproducirse exactamente igual en cada una de las sesiones posteriores, que pueden llegar a ser más de 30.
¿Cómo garantizar esto de forma precisa y efectiva? Hasta ahora, la única solución era que el radiólogo construyera diversos soportes personalizados, como cuñas, espumas y colchones de vacío, lo que supone un sistema poco práctico y difícil de almacenar entre sesiones. Además, como apunta Castro, “es prácticamente imposible lograr una adaptación perfecta al cuerpo del paciente”, especialmente si este sufre cambios físicos durante el tratamiento, como pérdida de peso.
Castro, uno de los 10 finalistas del programa Innovation Think Tank de Siemens, pensó que una camilla adaptable que pudiera «recordar» el cuerpo de cada paciente sería una solución mucho más eficaz. Su mesa, llamada Adaptable, funciona así: está compuesta por una matriz de barras móviles que se ajustan a la forma del cuerpo del paciente, de forma similar al famoso juguete “Pin Art” hecho de clavijas que reproduce en 3D la forma de una mano o una cara. Altura, forma, características individuales: el paciente solo necesita recostarse una vez sobre la camilla para que el radiólogo determine su perfil. Además, se pueden forzar ciertas posturas para asegurar que el paciente esté cómodo y no se mueva durante la administración de los rayos X.
Conectada a un software que controla las barras, la mesa almacena y recuerda la información de cada paciente. En sesiones posteriores, el radiólogo solo necesita cargar el perfil guardado, y la camilla se ajustará automáticamente a la posición ideal previamente definida.
Si los antiguos yoguis de la India o los médicos chinos utilizaban camas de clavos para sanar el cuerpo y alcanzar el equilibrio físico y mental, la camilla Adaptable de Castro podría resultar igual de eficaz para reparar los daños del cáncer.