Skip to main content

Ha creado una plataforma de telemedicina y teleeducación para mejorar la rehabilitación de niños con discapacidades.

«En Uruguay, un plan gubernamental llamado Ceibal ha estado distribuyendo computadoras a estudiantes del sistema de educación pública durante los últimos 6 años y, más allá de mejorar la alfabetización digital de los escolares, podría ser una puerta de entrada a otros servicios esenciales para cientos de miles de familias uruguayas.

Ignacio Oliveri, graduado en Análisis de Sistemas por la Universidad ORT (Uruguay), pretende aprovechar esta infraestructura para mejorar el proceso de rehabilitación de niños con discapacidades. Ha creado una plataforma de software que evita que los pequeños y sus cuidadores tengan que desplazarse a cientos de kilómetros para recibir tratamiento y el asesoramiento de terapeutas.

ViperMed pone en constante comunicación con los centros de rehabilitación a las familias de niños con parálisis cerebral u otras enfermedades que viven a cientos de kilómetros de la capital. Esta innovación permite a las familias recibir formación y seguimiento a través de Internet, mejorando la adherencia a la rehabilitación, reduciendo gastos y ahorrando tiempo.

Oliveri colabora con la Fundación Teletón de Uruguay, que ofrece tratamiento de rehabilitación a niños afectados por enfermedades neuromusculares o esqueléticas. Para el centro médico, adoptar este software también es muy ventajoso: ayuda al personal a ofrecer una asistencia mejor y más eficaz a un mayor número de pacientes, al tiempo que reduce los costes de viaje y alojamiento, así como los recursos humanos.

ViperMed puede convertirse en un medio de ingresos para la institución: está diseñado para fomentar la difusión de contenidos relacionados con técnicas de rehabilitación, creados para la plataforma por terapeutas profesionales, que luego pueden compartirse o venderse a otros centros a través de la plataforma. Recientemente han firmado un acuerdo con la organización Oritel para introducir su software en 12 países de América Latina y América Central, donde 150 centros de rehabilitación podrán utilizar estos conocimientos para generar un impacto positivo en una media de 260 000 niños al año».