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La secuenciación del genoma de neuronas individuales está revelando pistas sobre lo que sale mal en el cerebro.

Año Honrado
2015
Región
Global

Desde el estudio de 300 neuronas una por una, el investigador de la Escuela de Medicina de Harvard, Gilad Evrony, hizo un descubrimiento sorprendente: las células cerebrales que están justo una al lado de la otra no siempre tienen el mismo código genético. Esto podría ofrecer una visión sobre el deterioro cognitivo relacionado con la edad y trastornos cerebrales como la epilepsia y la esquizofrenia.

Cuando los científicos secuencian el ADN, generalmente examinan material genético de miles o millones de células a la vez. Decodificar el genoma de una célula individual es más desafiante. Aunque los investigadores lo habían hecho con células de otras partes del cuerpo, Evrony desarrolló una forma de hacerlo con neuronas de cadáveres. Luego, mapeó meticulosamente los orígenes de las mutaciones que encontró.

Las implicaciones son notables. Por un lado, descubrir la ubicación precisa de las mutaciones indica que algunos trastornos mentales pueden rastrearse hasta unas pocas neuronas defectuosas. Crucialmente, esas mutaciones aparentemente no son heredadas; surgen en las células cerebrales durante el desarrollo o a lo largo de nuestras vidas, y se acumulan con el tiempo. No está claro cuál es la tasa de ocurrencia de esos errores, pero comprender eso podría ayudar a explicar cómo se inicia el deterioro cognitivo y cómo podría evitarse.

Esos conocimientos parecen ser solo el principio de lo que podríamos descubrir al analizar neuronas individuales. Los Institutos Nacionales de Salud han organizado un consorcio de laboratorios que estudiará varios trastornos mentales utilizando este método, entre otros. Evrony llama a esta tecnología «el nuevo microscopio del cerebro».