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Nuevos métodos para erradicar enfermedades parasitarias

«La historia de David Fernando Rivero es la de un joven científico que, tras varios años de investigación y enormes esfuerzos individuales y de equipo, ha logrado los resultados deseados.

Rivero ha desarrollado una vacuna contra una enfermedad parasitaria de importancia mundial llamada giardiasis. La vacuna no solo es un arma en sí misma, sino que también trae consigo la posibilidad de generar nuevas herramientas para su posterior aplicación en diferentes aspectos del campo de la biomedicina.

La giardiasis, la causa de la «diarrea del viajero», sigue siendo una de las infecciones intestinales parasitarias más importantes en África, Asia y América Latina. Según la OMS, cada año se registran más de 200 millones de casos de infección, y en estos países es una causa común de diarrea aguda y/o persistente entre los niños pequeños.

Saber cómo el parásito Giardia lamblia sobrevive en el huésped, ya sea un animal o un ser humano, es la clave para el desarrollo de vacunas y medicamentos preventivos. El joven argentino y su equipo afirman haber logrado este mecanismo, que creen que coincide con el mecanismo utilizado por otros parásitos como los que causan la malaria y la enfermedad de Chagas. «Nuestro desarrollo proporciona una base para generar nuevas estrategias para combatir estos flagelos de la humanidad», dice Rivero, que pretende extrapolar su fórmula para diseñar nuevas vacunas contra estas y otras enfermedades, así como la reformulación de algunas vacunas preexistentes para cambiar su método de administración.

La vacuna preventiva de Rivero también presenta la ventaja de que se administra por vía oral y ha demostrado ser «altamente eficaz». Según Rivero, su vacuna se encuentra actualmente en una fase avanzada de desarrollo, ya que ha superado la fase de experimentación en animales y, tras superar la fase de control, comenzarán los ensayos clínicos con pacientes humanos. Según Rivero, si el ritmo de trabajo de cada uno de los componentes se mantiene en el tiempo, su vacuna podría estar disponible para uso humano en un par de años. Si los resultados coinciden con los observados hasta ahora en animales, su uso «generaría un gran impacto en la salud humana, logrando el control total de una de las enfermedades parasitarias más prevalentes».