
«La enfermedad de Chagas es un problema endémico en América Latina, donde representa la enfermedad parasitaria más común, con una cifra estimada de entre seis y ocho millones de personas infectadas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS incluye la enfermedad de Chagas en la lista de enfermedades relacionadas con la pobreza. 50 000 personas mueren anualmente y muchas más entran en una fase crónica de la enfermedad, lo que puede provocar trastornos cardíacos y digestivos. Aunque existe una cura, solo es efectiva si se administra durante las fases iniciales de la enfermedad.
Este parásito se transmite a través de las picaduras o besos de la vinchuca (a menudo llamada chinche besucona), un tipo de chinche de cama nocturna. Las plagas de estos insectos, que se alimentan de la sangre de humanos y otros animales, son comunes en zonas rurales o de bajos recursos, por lo que sirven como vector del parásito Trypanosoma cruzi. Los insecticidas representan el arma principal contra esta enfermedad.
Federico Gaona, ingeniero del departamento politécnico de la Universidad Nacional de Asunción (Paraguay), está desarrollando una trampa inteligente que detecta la presencia de vinchucas. Su avance, que le ha valido la inclusión en los premios Innovadores menores de 35 años de Paraguay y Bolivia 2016 de la edición española de MIT Technology Review, podría utilizarse para alertar a las autoridades de la presencia del insecto y hacer que fumiguen la zona.
«Las vinchucas se sienten atraídas por ciertas feromonas, por lo que utilizamos estas sustancias para atraerlas a la trampa», explica Gaona. La trampa es en realidad un detector, ya que el joven paraguayo ha desarrollado un sistema electrónico capaz de detectar la presencia de estas chinches dentro del dispositivo, que a su vez envía una señal a un servidor central situado en Asunción (Paraguay).
«La ventaja de este sistema es que es resistente a la temperatura y la sequedad del Chaco [la región que comprende la mayor parte de Bolivia, Paraguay y el norte de Argentina], mientras que al mismo tiempo es menos costoso y más eficiente energéticamente que otros sistemas basados en imágenes de vídeo», señala el joven ingeniero.
Por ahora, Gaona ha demostrado la eficacia de su dispositivo en la detección de winchukas. La siguiente fase de su proyecto llevará estos sensores al Chaco para estudiar su implementación como sistema de detección remota para las autoridades.
En palabras de la directora de innovación, investigación y desarrollo del laboratorio Bioloinks (Perú) y miembro del jurado de los premios Innovadores menores de 35 años Paraguay y Bolivia 2016, Ysabel Montoya, «la innovadora red de detectores de larga distancia creará un gran impacto social y económico en América Latina al controlar el vector del parásito que causa la enfermedad de Chagas a largo plazo».