Skip to main content

Su dron educativo, construido con Legos y manejado a través de un teléfono inteligente, tiene como objetivo estimular la vocación científica de los niños.

«Durante seis años, la joven Elena Soaje trabajó como directora financiera para una empresa que coordina varias empresas de maquillaje en Guadalajara (México). Allí ayudó a Recursos Humanos a contratar ingenieros y no tardó en darse cuenta de que cada vez es más difícil encontrar graduados en ingeniería.

Ante esta crisis de vocaciones científicas y tecnológicas entre las generaciones más jóvenes, Soaje decidió hacer algo que ofreciera una nueva perspectiva de la ciencia, las matemáticas y la física.

Después de analizar las herramientas educativas disponibles en México, Soaje ideó Robocrea, una metodología basada en el juego, y se puso en contacto con Lego para empezar a utilizar sus piezas para diseñar robots. Además de enseñar a los estudiantes a construir robots «tradicionales», Robocrea inventó lo que ellos llaman «el primer dron construido sin herramientas que puede volar de forma autónoma». Su robot volador también está construido con piezas de Lego. El dispositivo se controla mediante un mando a distancia o un smartphone utilizando una aplicación que también enseña a los niños a programar.

Las actividades de Soaje se utilizan en escuelas, especialmente en actividades extraescolares, y en el centro Robocrea de Guadalajara. Los estudiantes que participan en los talleres tienen diez años o más y trabajan en grupos de tres. Gracias a la metodología de Soaje, «entrenan su imaginación, creatividad, agilidad mental, autoconfianza, comunicación, resolución de problemas y habilidades de trabajo en equipo», explica Soaje.