
Este reloj podría ayudarte, por fin, a controlar tu presión arterial.
David He quiere cambiar la manera en que gestionamos nuestra salud. Pero al principio, su objetivo era más específico: encontrar una forma no invasiva para que las personas con hipertensión pudieran controlar su presión arterial de manera continua. Era 2009, y He, entonces estudiante de posgrado en el MIT, pensaba que un dispositivo portátil que registrara un electrocardiograma (ECG) —una medida de la actividad eléctrica del corazón— podría ser útil.
Como la oreja es un buen lugar para monitorizar la fisiología del cuerpo y es fácil conectar un dispositivo, empezó por ahí: compró un audífono en eBay, le quitó los componentes originales y le añadió su propia electrónica. Después de hacer muchas flexiones y otros ejercicios con el aparato puesto, notó algo extraño en los datos: una señal parecida a un ECG, pero con un pico muy marcado.
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También había otras señales raras. La señal era más intensa que la del ECG recogido simultáneamente desde el pecho, a pesar de que la oreja está más lejos del corazón, y estaba notablemente retrasada respecto al ECG torácico. Resultó que lo que He estaba detectando no era un ECG, sino un balistocardiograma (BCG): una señal mecánica que refleja los micromovimientos del cuerpo al bombear sangre el corazón. Descubierto en la década de 1870, el BCG ofrece una vista más directa del rendimiento mecánico del corazón que el ECG, ya que muestra la fuerza y el ritmo de los latidos. Sin embargo, cayó en desuso porque era difícil de medir con precisión.
En 2012, He cofundó Quanttus para desarrollar un gadget tipo reloj que usara esta tecnología. Ya existen muchas pulseras que miden pasos y calorías, pero ninguna ofrece la precisión en signos vitales que Quanttus espera lograr con un dispositivo basado en BCG. Un sensor óptico en la parte inferior de la pulsera emite luz sobre la piel y detecta cómo el tejido la absorbe, midiendo los cambios de volumen en los vasos sanguíneos con cada latido. A su vez, un acelerómetro mide los micromovimientos del cuerpo provocados por esos latidos.
Aunque la pulsera aún no tiene fecha de lanzamiento, Quanttus ya la ha probado en el Hospital General de Massachusetts (MGH) en Boston. Los resultados han sido tan prometedores que la empresa ha logrado recaudar 22 millones de dólares en capital de riesgo.