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Ha diseñado un rastreador de pupilas que ayuda a las personas con movilidad reducida a controlar su entorno.

«Las personas afectadas por lesiones medulares tras un accidente o una enfermedad degenerativa pierden la autonomía para realizar actividades cotidianas como cambiar la posición de la cama, encender la luz o cambiar de canal de televisión, lo que reduce significativamente su calidad de vida.

La creatividad que ha podido desarrollar a lo largo de muchos años gracias a su pasión por la magia y la música, así como la preocupación que ha mostrado por ayudar a personas con problemas de movilidad, como su propia abuela, allanaron el camino para que este joven colombiano concibiera la idea de permitir a las personas interactuar con su entorno de una manera diferente. Daniel ha desarrollado el rastreador de pupilas ECU/EADL, un dispositivo que ayuda a las personas con movilidad reducida a recuperar el control que puedan haber perdido sobre las funciones básicas, al tiempo que mejora la autonomía y la interacción social del usuario.

Este dispositivo está equipado con una cámara y un software que detectan la posición de la pupila y, a través del movimiento de sus ojos, permite a los usuarios realizar acciones que de otro modo no habrían podido realizar. Mientras que otros sistemas de este tipo requieren una instalación a mayor escala y cambios en la infraestructura ubicada en la zona de estar del usuario, que pueden costar más de 90 000 dólares, el dispositivo creado por Daniel requiere una instalación muy básica a un coste mucho menor. Basado en software y herramientas de hardware de código abierto, este dispositivo es muy barato (no más de 2000 dólares) y no implica cambios significativos en el sistema eléctrico de la habitación o en los dispositivos que se van a controlar.

Debido a su flexibilidad, este sistema también podría utilizarse para realizar tareas básicas, como manejar maquinaria, lo que puede favorecer la integración de los usuarios en el mercado laboral».