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Su férula ortopédica inteligente guía los tratamientos de escoliosis con datos objetivos

Año Honrado
2016
Región
Europa
Origen
España

«Para corregir la escoliosis, normalmente hay dos opciones: una operación o el uso de una férula ortopédica aproximadamente 23 horas al día. Esta condición, caracterizada por una columna vertebral curva, afecta con mayor frecuencia a las adolescentes, y los tratamientos disponibles pueden tener un impacto negativo en sus vidas, especialmente en los pacientes más jóvenes. Para mejorar esta situación, Carlos Sánchez está desarrollando una férula con tejidos inteligentes que analizan la postura del paciente para ayudar a corregirla. Su propuesta, menos invasiva que una férula ortopédica tradicional, ha llevado a Sánchez a ser incluido en los premios Innovators Under 35 España 2016 de MIT Technology Review.

Ingeniero en telecomunicaciones con un doctorado en procesamiento de imágenes médicas, Sánchez fundó su empresa, Asana Weartech, en septiembre de 2015. A través de su empresa, ha creado un traje de Lycra con sensores de galga extensométrica que miden la deformación de la columna. Ahora, el joven ingeniero se enfoca en desarrollar algoritmos que analicen los datos de los sensores y la aplicación que recopila estos datos para ayudar a hacer un seguimiento de los pacientes. Sánchez espera tener un prototipo listo para febrero de 2017, que probará con 10 pacientes para generar el primer conjunto de resultados para septiembre de ese mismo año.

Aunque el traje es inteligente, sus sensores solo miden la postura, en lugar de forzar físicamente al paciente a cambiarla. En opinión de Sánchez, la ventaja de su sistema es que, a través de esta información, genera «una corrección activa, cuyos efectos son mejores que los obtenidos a través de la corrección mecánica forzada» de las férulas tradicionales. Según las estimaciones preliminares, sería suficiente con usar el traje 15 horas al día, en lugar de las 23 horas habituales. Aunque aún no tiene una versión comercial, estima que el precio unitario de cada traje sería entre 500 y 1,000 euros.

El objetivo de Sánchez es que los fisioterapeutas ordenen férulas personalizadas y hagan un seguimiento de su uso como parte de los tratamientos que supervisan. «Actualmente, solo pueden intentar fomentar una buena postura y cruzar los dedos», lamenta el joven innovador. Cree que los datos registrados por su traje inteligente podrían demostrar que una mejor postura mejora el rango de movimiento de un paciente y, en consecuencia, su salud. Sánchez añade: «Podríamos convertir la fisioterapia en una medicina basada únicamente en la evidencia.»

En opinión del profesor de telecomunicaciones de la Universidad Europea de Madrid (España) y miembro del jurado de los premios Innovators Under 35 España 2016, Víctor Padrón, «este es un dispositivo interesante que atraerá a personas tanto jóvenes como mayores». Lo considera «una aplicación novedosa de la tecnología actual con el potencial de expandirse a otras aplicaciones corporales como deportes, danza e incluso realidad virtual.»