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Bioplásticos sostenibles fabricados a partir de residuos de tequila

«Cuando Ana Laborde se propuso fabricar plásticos biodegradables cuya materia prima no fuera un alimento, sabía que iba a ser toda una aventura. Durante años, la idea le rondó la cabeza mientras observaba cómo otras empresas desarrollaban tecnología que permitía crear compuestos de este tipo a partir de patata o maíz, pero ella quería ir más allá, evitando el uso de materiales comestibles.

En la búsqueda de nuevas materias primas, esta joven mexicana, licenciada en comercio internacional y con varios másteres, se topó con la industria del tequila, que genera grandes cantidades de residuos durante su proceso de fabricación. Laborde creía que estos subproductos podían utilizarse para crear bioplásticos, y tras confirmar sus sospechas se embarcó en el camino hacia el desarrollo de una tecnología que hiciera realidad su idea.

Tres años después, su idea se convirtió en una realidad que le ha permitido fundar la empresa BioSolutions, de la que es directora general. Junto con otros cuatro investigadores, esta mexicana ha conseguido producir bioplásticos, compuestos hasta en un 70 % por fibras de la planta de agave con la que se produce el tequila, y cien por cien reciclables.

Este compuesto, además de reducir el uso de fuentes no renovables como el petróleo, acelera la degradación de los productos en los que se utiliza y proporciona a los productores de tequila una forma de eliminar los residuos que generan. «Al utilizar fibras de agave, que actualmente se tiran a los campos, resolvemos el problema de la contaminación ambiental generada por la industria del tequila», afirma Laborde. «Tomamos el residuo y le damos un tratamiento especial para que pueda incorporarse a los plásticos y así conseguimos darle un uso», añade Laborde.

La tecnología, según Laborde, «puede aplicarse en la industria del plástico en cualquier proceso de transformación y en la mayoría de las resinas plásticas». La tecnología ya ha sido probada en el laboratorio y actualmente se encuentra en la fase de ampliación a la planta piloto, como confirmó Laborde. También está en proceso de solicitud de patente, tanto a nivel nacional como internacional. «El objetivo de este año es poder producir nuestra tecnología a nivel semiindustrial y validar el producto comercialmente con clientes potenciales», afirma la joven. «Entonces estaremos listos para crecer a una etapa industrial, con la intención de comercializar la tecnología internacionalmente para que muchas personas puedan beneficiarse de ella», agrega.

Aunque el plástico sigue presente en el compuesto de BioSolutions, el objetivo de esta innovadora es obtener un plástico 100 % biodegradable que no contenga materiales sintéticos hechos solo de fibras de agave. «Hasta ahora, hemos conseguido crear un bioplástico híbrido, pero creo que es un muy buen comienzo; la tecnología se desarrollará poco a poco», afirma Laborde.