
Cualquiera puede programar sin requisitos de compatibilidad y descarga gracias a su plataforma en la nube
«Cuando los primeros ordenadores se hicieron públicos, saber programar era un requisito indispensable. Para imprimir un archivo, por ejemplo, era necesario desarrollar un programa específico. Hoy en día, esto ha cambiado y los usuarios pueden escuchar música y ver vídeos a través de navegadores web, sin necesidad de descargar ni instalar ningún software adicional. Pero, paradójicamente, para crear un programa o aplicación un usuario todavía debe instalar paquetes de software específicos. Y esto es exactamente lo que Álvaro Pereyra pretende evitar con su plataforma de programación basada en la nube, a la que se puede acceder desde cualquier ordenador. Gracias a este desarrollo, Pereyra se ha ganado un puesto entre los Innovadores menores de 35 años de Perú 2016 de la edición española de MIT Technology Review.
«Que una aplicación funcione en un ordenador concreto no garantiza que funcione en otro. Ejecutar desde la nube nos libera de preocuparnos por ciertos problemas relacionados con el equipo local», explica el emprendedor peruano, que empezó a trabajar a los 14 años. A diferencia de otros niños peruanos, tuvo la suerte de tener un ordenador en casa y aprendió a programar de niño. En lugar de trabajar en una mina o en la recogida de basura, a los 22 años tenía su propia empresa.
Pereyra era consciente de cómo la educación y las nuevas tecnologías pueden ayudar a las personas a salir de la espiral del subdesarrollo, por lo que comenzó a crear materiales educativos centrados en la programación y el desarrollo de software. «El principal problema era que los materiales educativos eran comunicaciones unidireccionales», recuerda. «La documentación, los tutoriales en vídeo, todo estaba diseñado para ser consumido, sin margen para que los estudiantes interactuaran con ellos». En consecuencia, decidió crear «una plataforma de aprendizaje en la que el estudiante solo necesitara usar su navegador web para acceder a todas las herramientas necesarias para programar de principio a fin», añade.
Así nació CodePicnic. Con esta herramienta, Pereyra descubrió que «sus aplicaciones van más allá de la enseñanza de la programación». Convencido de su potencial, el joven peruano dejó su trabajo anterior para dedicarse a tiempo completo a este nuevo proyecto. Recaudó 555 000 dólares (aproximadamente 520 000 euros) en inversiones y fue aceptado por 500Startups, una de las principales aceleradoras del mundo. El sistema funciona en una granja de servidores. Cada vez que alguien quiere acceder a un software o lenguaje de programación específico, se crea un entorno virtual con todos los componentes necesarios para ejecutarlo en cuestión de segundos», explica su joven creador. Añade, como dato interesante, que han ejecutado con éxito estos entornos de programación en una consola de videojuegos y en un Apple Watch. Y se enorgullece de que profesores e iniciativas como Laboratoria ya estén utilizando su sistema para enseñar programación.