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El fundador de Box quiere reconfigurar la forma en que trabajamos.

Aaron Levie ha recorrido un largo camino desde que, en quinto grado, vendía bolsas de tela llenas de arroz como almohadillas térmicas para aliviar dolores musculares… hasta que tuvo que retirar el producto del mercado porque los alambres que usaba para cerrar las bolsas explotaban en los microondas de los clientes. Hoy, Levie es el CEO de Box, una empresa que fundó en 2005 y que, para 2014, estaba a punto de salir a bolsa.

$124 millones
Ingresos anuales de Box el año anterior

A menudo se describe a Box como un Dropbox para empresas: facilita el almacenamiento de archivos en la nube. Pero Levie tiene una visión mucho más ambiciosa que simplemente compartir archivos. Dado que Box ofrece funciones como firmas electrónicas y herramientas para ayudar a cumplir con regulaciones, él lo concibe como una plataforma para conectar personas no solo dentro de una misma empresa, sino a través de industrias enteras—proveedores, socios, clientes, contratistas, etc.

“Quizás podemos ahorrar el 10 % del tiempo de un empleado”, dice Levie, “pero la organización en su conjunto se mueve un 20 % más rápido y trabaja con una nueva red de colaboradores. En cada nivel, el cambio se vuelve más transformador”.

Clientes de alto perfil como General Electric validan la fuerza de esta idea. Esta enorme compañía usa Box para mantener alineados a sus empleados en 170 países.