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Waabi dice que sus robotrucks virtuales son lo suficientemente realistas como para demostrar que los reales son seguros

La empresa afirma que la simulación hiperrealista es una mejor forma de demostrar la seguridad en el mundo real, sin tener que recorrer kilómetros. 

La empresa canadiense de camiones robot, Waabi, afirma que su simulación virtual hiperrealista es ya lo bastante precisa como para demostrar la seguridad de sus camiones sin conductor, sin tener que recorrer kilómetros en carreteras reales.  

La empresa usa un gemelo digital de su camión robot real, cargado con datos de sensores reales, para medir cómo se compara su rendimiento con el de camiones reales en las carreteras. Waabi afirma que ahora coinciden casi exactamente y que su método es mejor para demostrar la seguridad que acumular kilómetros en el mundo real, como hacen muchos de sus competidores. 

«Aporta responsabilidad al sector«, dice Raquel Urtasun, la apasionada fundadora y directora general de Waabi, que también es profesora en la Universidad de Toronto (Toronto, Canadá). «Ya no hay excusas». 

Tras abandonar Uber, donde dirigía la división de vehículos sin conductor de la empresa de viajes compartidos, Urtasun fundó Waabi en 2021 con una visión diferente de cómo deben fabricarse los vehículos autónomos. La empresa, que cuenta con acuerdos de colaboración con Uber Freight y Volvo, lleva operando desde 2023 con camiones reales en carreteras reales de Texas, pero la mayor parte de su desarrollo se lleva a cabo en una simulación llamada Waabi World. De esta forma, Waabi lleva su enfoque de simulación al siguiente nivel, al utilizar Waabi World no solo para entrenar y probar sus modelos de conducción, sino también para demostrar su seguridad en el mundo real. 

Por ahora, los camiones de Waabi circulan con un conductor en la cabina. Pero la empresa tiene previsto prescindir de él este mismo año. Para ello, tiene que demostrar la seguridad de su sistema a los organismos reguladores. «Estos camiones pesan 80.000 libras (unos 36.200 kilos)», dice Urtasun. «Son robots enormes». 

Urtasun argumenta que es imposible demostrar la seguridad de los camiones de Waabi simplemente poniéndolos a circular por carreteras reales. A diferencia de los robotaxis, que suelen circular por calles muy transitadas, muchos de los camiones de Waabi recorren cientos de kilómetros por autopistas rectas. Eso significa que no se encontrarán con suficientes situaciones peligrosas como para examinar a fondo el sistema, afirma.   

Pero antes de utilizar Waabi World para probar la seguridad de sus camiones en el mundo real, Waabi tiene que demostrar primero que el comportamiento de sus camiones dentro de la simulación coincide con su comportamiento en el mundo real en exactamente las mismas condiciones. 

 

Realidad virtual 

En Waabi World, el mismo modelo de conducción que controla los camiones reales se conecta a un camión virtual. El simulador alimenta entonces ese modelo con entradas simuladas que imitan las que reciben los camiones reales. La simulación puede recrear una amplia variedad de condiciones meteorológicas y de iluminación. «Tenemos peatones, animales y todo eso», explica Urtasun. «Objetos raros, como un colchón que sale volando de la parte trasera de otro camión. Lo que sea». 

Waabi World también simula las propiedades del propio camión, como su impulso y aceleración, y sus diferentes cambios de marcha. Además, simula el computador a bordo del camión, incluidos los microsegundos que transcurren entre la recepción y el procesamiento de la información procedente de distintos sensores en diferentes condiciones. «El tiempo que se tarda en procesar la información y obtener un resultado influye mucho en la seguridad del sistema», explica Urtasun. 

Para demostrar que la simulación de Waabi World es lo bastante precisa como para captar el comportamiento exacto de un camión real, Waabi la ejecuta como una especie de gemelo digital del mundo real y mide cuánto divergen. 

La empresa canadiense de camiones robot, Waabi, afirma que su simulación virtual hiperrealista es ya lo bastante precisa como para demostrar la seguridad de sus camiones sin conductor, sin tener que recorrer kilómetros en carreteras reales.  

La empresa usa un gemelo digital de su camión robot real, cargado con datos de sensores reales, para medir cómo se compara su rendimiento con el de camiones reales en las carreteras. Waabi afirma que ahora coinciden casi exactamente y que su método es mejor para demostrar la seguridad que acumular kilómetros en el mundo real, como hacen muchos de sus competidores. 

«Aporta responsabilidad al sector«, dice Raquel Urtasun, la apasionada fundadora y directora general de Waabi, que también es profesora en la Universidad de Toronto (Toronto, Canadá). «Ya no hay excusas». 

Tras abandonar Uber, donde dirigía la división de vehículos sin conductor de la empresa de viajes compartidos, Urtasun fundó Waabi en 2021 con una visión diferente de cómo deben fabricarse los vehículos autónomos. La empresa, que cuenta con acuerdos de colaboración con Uber Freight y Volvo, lleva operando desde 2023 con camiones reales en carreteras reales de Texas, pero la mayor parte de su desarrollo se lleva a cabo en una simulación llamada Waabi World. De esta forma, Waabi lleva su enfoque de simulación al siguiente nivel, al utilizar Waabi World no solo para entrenar y probar sus modelos de conducción, sino también para demostrar su seguridad en el mundo real. 

Por ahora, los camiones de Waabi circulan con un conductor en la cabina. Pero la empresa tiene previsto prescindir de él este mismo año. Para ello, tiene que demostrar la seguridad de su sistema a los organismos reguladores. «Estos camiones pesan 80.000 libras (unos 36.200 kilos)», dice Urtasun. «Son robots enormes». 

Urtasun argumenta que es imposible demostrar la seguridad de los camiones de Waabi simplemente poniéndolos a circular por carreteras reales. A diferencia de los robotaxis, que suelen circular por calles muy transitadas, muchos de los camiones de Waabi recorren cientos de kilómetros por autopistas rectas. Eso significa que no se encontrarán con suficientes situaciones peligrosas como para examinar a fondo el sistema, afirma.   

Pero antes de utilizar Waabi World para probar la seguridad de sus camiones en el mundo real, Waabi tiene que demostrar primero que el comportamiento de sus camiones dentro de la simulación coincide con su comportamiento en el mundo real en exactamente las mismas condiciones. 

 

Realidad virtual 

En Waabi World, el mismo modelo de conducción que controla los camiones reales se conecta a un camión virtual. El simulador alimenta entonces ese modelo con entradas simuladas que imitan las que reciben los camiones reales. La simulación puede recrear una amplia variedad de condiciones meteorológicas y de iluminación. «Tenemos peatones, animales y todo eso», explica Urtasun. «Objetos raros, como un colchón que sale volando de la parte trasera de otro camión. Lo que sea». 

Waabi World también simula las propiedades del propio camión, como su impulso y aceleración, y sus diferentes cambios de marcha. Además, simula el computador a bordo del camión, incluidos los microsegundos que transcurren entre la recepción y el procesamiento de la información procedente de distintos sensores en diferentes condiciones. «El tiempo que se tarda en procesar la información y obtener un resultado influye mucho en la seguridad del sistema», explica Urtasun. 

Para demostrar que la simulación de Waabi World es lo bastante precisa como para captar el comportamiento exacto de un camión real, Waabi la ejecuta como una especie de gemelo digital del mundo real y mide cuánto divergen. 

WAABI

Así es como funciona. Cada vez que sus camiones reales circulan por una autopista, Waabi lo graba todo: vídeo, radar, lidar, el estado del propio modelo de conducción, etcétera. Puede rebobinar la grabación hasta un momento determinado y clonar la imagen congelada con todos los datos de los sensores intactos. A continuación, puede soltar ese fotograma congelado en Waabi World y pulsar Play. 

El escenario que se despliega, en el que el camión virtual circula por el mismo tramo de carretera que el camión real, debería coincidir casi exactamente con el mundo real. Waabi mide entonces hasta qué punto la simulación difiere de lo que ocurrió en el mundo real. 

Ningún simulador es capaz de recrear las complejas interacciones del mundo real durante demasiado tiempo. Así que Waabi toma fragmentos de su línea de tiempo cada 20 segundos aproximadamente. A continuación, ejecuta miles de esos fragmentos, exponiendo el sistema a muchos escenarios diferentes, como cambios de carril, frenadas bruscas, tráfico en sentido contrario y mucho más.   

Waabi afirma que Waabi World tiene una precisión del 99,7%. Urtasun explica lo que eso significa: «Piensa en un camión que circula por la autopista a 30 metros por segundo», dice. «Cuando avanza 30 metros, podemos predecir dónde estará, todo con una precisión de 10 centímetros». 

Waabi tiene previsto utilizar su simulación para demostrar la seguridad de su sistema al momento de solicitar el visto bueno de los organismos reguladores. Si todo sale bien, la empresa podrá retirar a los conductores de sus camiones este año. «Es una parte muy importante de las pruebas», afirma Urtasun. «No es la única prueba. Además, contamos con las normas tradicionales de la Oficina de Vehículos de Motor, todas las normas del sector. Pero queremos elevar mucho más esos estándares». 

«Un 99,7% de coincidencia en la trayectoria es un buen resultado», afirma Jamie Shotton, director científico de la start-up de coches sin conductor Wayve. Pero señala que Waabi no ha dado más detalles que la entrada del blog en la que anuncia el trabajo. «Sin detalles técnicos, su importancia no está clara», opina. 

Shotton afirma que Wayve prefiere una combinación de pruebas en el mundo real y en el virtual. «Nuestro objetivo no es sólo reproducir comportamientos de conducción pasados, sino crear entornos de prueba y formación más ricos y exigentes que lleven más lejos las capacidades del AV», afirma. «Aquí es donde las pruebas en el mundo real siguen añadiendo un valor crucial, exponiendo el AV a interacciones espontáneas y complejas que la simulación por sí sola no puede replicar completamente.» 

Aun así, Urtasun cree que el enfoque de Waabi será clave si la industria de los autos autónomos quiere tener éxito a gran escala. «Esto aborda una de las grandes fallas que tenemos hoy en día», dice. «Es un llamado a la acción, en el sentido de… bueno, demuéstrame tus números. Ya es hora de que toda la industria rinda cuentas.»