Skip to main content
Esto es lo que podría suceder si Estados Unidos se retira de la OMS

Este artículo apareció por primera vez en The Checkup, el boletín semanal sobre biotecnología de MIT Technology Review. Para recibirlo en su bandeja de entrada todos los jueves y leer artículos como este (en inglés), suscríbete aquí.

El 20 de enero, su primer día en el cargo, el presidente estadounidense Donald Trump firmó una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Oh, esto es muy importante», dijo cuando le entregaron el documento.

Estados Unidos es el principal contribuyente de la OMS, y la pérdida de estos fondos podría afectar significativamente a una organización encargada de elaborar directrices sanitarias internacionales, de investigar brotes de enfermedades y de actuar como centro de intercambio de información entre los Estados miembros.

Estados Unidos también saldrá perdiendo. «Es un suceso muy trágico y triste que solo puede perjudicar al país a largo plazo», afirma William Moss, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, en Baltimore (EE UU).

Trump parece estar en desacuerdo con la cantidad que Estados Unidos dona a la OMS y señala que su contribución es mucho mayor que la de China, un país con una población cuatro veces superior a la estadounidense. «Me parece un poco injusto», dijo, mientras se preparaba para firmar la orden ejecutiva.

Es cierto que EE UU es, con diferencia, el principal apoyo financiero de la OMS. Entre 2022 y 2023, aportó 1.280 millones de dólares (alrededor de 1.146 millones de euros). En comparación, el segundo mayor donante, Alemania, contribuyó con 856 millones de dólares (817 millones de euros) en el mismo periodo. Actualmente, Estados Unidos financia el 14,5% del presupuesto total de la OMS.

No es que la OMS envíe una factura de mil millones de dólares a Estados Unidos. Todos los países miembros deben pagar una cuota calculada como un porcentaje del producto interior bruto de cada nación. En el caso de EE UU, esa cifra asciende a 130 millones de dólares (124 millones de euros), mientras que China aporta 87,6 millones (83,7 millones de euros). No obstante, la mayoría de las contribuciones de EE UU a la OMS son voluntarias y, en los últimos años, estas han formado parte del gasto multimillonario del gobierno estadounidense en salud global. Por su parte, la Fundación Bill y Melinda Gates aportó 830 millones de dólares entre 2022 y 2023

Existe la posibilidad de que otros países miembros aumenten sus donaciones para ayudar a cubrir el déficit dejado por la retirada de Estados Unidos, pero no está claro quién asumirá esta carga ni cuáles serán las implicaciones de modificar la estructura de las contribuciones.

Martin McKee, catedrático de salud pública europea en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, considera poco probable que los países europeos incrementen sus contribuciones. En cambio, China, India, Brasil, Sudáfrica y los países del Golfo, sí podrían estar dispuestos. Sin embargo, no está claro cómo se desarrollará esta situación, ni si alguno de estos países buscará una mayor influencia en las decisiones de política sanitaria global a cambio de sus mayores donaciones.

Los fondos de la OMS se destinan a diversos proyectos de salud mundial, como programas para erradicar la poliomielitis, responder a emergencias sanitarias, mejorar el acceso a vacunas y medicamentos, y desarrollar estrategias de prevención de pandemias, entre otros. La pérdida de los fondos de EE UU probablemente afectará de manera significativa a algunos de estos programas.

«Las enfermedades no respetan fronteras nacionales. Esta decisión no solo es preocupante para EE UU, sino para todos los países del mundo», afirma Pauline Scheelbeek. «Como Estados Unidos ya no aporta información ni financiación, las pruebas en las que se basan las intervenciones y las soluciones de salud pública quedarán incompletas», añade el especialista.

«Va a perjudicar a la salud mundial y se volverá en nuestra contra», advierte William Moss.

En los artículos de esta semana encontrarás más detalles sobre cómo esta retirada de EE UU podría afectar a los programas de salud, la distribución de vacunas y la preparación ante pandemias.