En algunos pacientes con párkinson los núcleos de las células madre del cerebro se deforman con la edad. El descubrimiento abre nuevas vías para atacar la enfermedad.
Las células madre cerebrales de los pacientes con párkinson se deterioran cada vez más a medida que envejecen, un efecto que con el tiempo disminuye su capacidad de replicarse y diferenciarse en tipos de células maduras. Para identificar los defectos un grupo de investigadores ha estudiado células madre neurales creadas a partir de las células de la piel de los propios pacientes. Los resultados ofrecen un nuevo enfoque para tratamientos terapéuticos que combatan el cambio celular.
El informe, publicado el martes en Nature, aprovecha la capacidad de crear modelos de enfermedades en cultivos celulares convirtiendo las propias células del paciente primero en células madre pluripotentes inducidas, y después en los tipos de células que sean pertinentes para cada enfermedad, este caso células madre neurales. La base de estas técnicas fue reconocida con un Premio Nobel de Medicina la semana pasada.
Los autores estudiaron las células tomadas de pacientes con una forma hereditaria de párkinson que se deriva de mutaciones en un gen. Después de cultivar varias generaciones de células madre neuronales derivadas de pacientes con esta mutación, observaron que el núcleo de las células comienza a desarrollar formas anormales. Esas anormalidades ponen en peligro la supervivencia de las células madre neurales, señala Ignacio Sancho-Martinez, coautor del trabajo en el Instituto Salk de Estudios Biológicos en La Jolla, California, en Estados Unidos.
Este estudio "saca a la luz una nueva vía para tratar de averiguar el mecanismo del párkinson", señala Scott Noggle desde la Fundación de Células Madre de Nueva York. También proporciona un nuevo conjunto de objetivos terapéuticos: "Medicamentos que ataquen o modifiquen la actividad [del gen] podrían ser aplicables a los pacientes de párkinson. Esto nos da una idea de por dónde empezar a diseñar análisis de medicamentos".
Los núcleos extraños también se observaron en pacientes sin una base genética conocida para la enfermedad de párkinson. Los autores sugieren que esto indica que las células madre neurales disfuncionales podrían contribuir al párkinson. Aunque esa conclusión es "altamente especulativa", señala Ole Isacson, neurocientífico de la Escuela de Medicina en la Universidad de Harvard (EE.UU.), el estudio demuestra la "riqueza de datos e información que podemos obtener a partir de células iPS [células madre pluripotentes inducidas]".