Empresas de Alemania y China han creado diseños más sencillos que hacen que sea más fácil y rápido instalar paneles solares sobre los tejados.
Ahora que el precio de los paneles solares ha bajado más de un 80 por ciento en los dos últimos años, muchas empresas han empezado a prestar atención a reducir los costes de instalación. Dos de las principales empresas solares, Solon Energy, con sede en Berlín (Alemania) y Trina Solar, con sede en Changzhou (China) han anunciado nuevos diseños para montar los paneles a los tejados. La empresas afirman que estos diseños reducen el tiempo de instalación en más de la mitad, lo cual rebaja sensiblemente el coste de la mano de obra. Con los nuevos diseños hacen falta menos herramientas y materiales para instalar los paneles y además estandarizan las instalaciones, que suelen hacerse a medida, lo que reduce el tiempo necesario para diseñarlas.
Antes, el coste de los paneles solares suponía la parte principal del gasto a la hora de hacer grandes instalaciones solares en los tejados de edificios comerciales, mientras que ahora los módulos suponen un 40 por ciento del coste. El resto del coste está compuesto por los materiales, la instalación eléctrica y la mano de obra. Esta última comprende el 30 por ciento del coste total.
Cuando se montan paneles solares en los tejados planos de los edificios comerciales se suelen fijar grandes estructuras metálicas al tejado para crear un marco en el que colocar los paneles en el ángulo correcto respecto al sol y unirlos. Los instaladores atornillan los paneles a este marco, crean un cableando entre todos los paneles y montan una toma de tierra para las estructuras.
El diseño de Trina se deshace de gran parte de esta estructura metálica. Empieza con sencillos cambios en los propios paneles solares. Los paneles solares son como cuadros enmarcados, consisten en células fotoeléctricas selladas detrás de un cristal y sujetas y protegidas por un marco metálico. Este marco suele atornillarse a la estructura metálica que le da el ángulo al panel. Trina usa el marco del propio panel solar para que sirva de estructura. Unos componentes creados específicamente para los paneles se encajan en las ranuras hechas en el marco, levantando el panel en el ángulo correcto sin necesidad de herramientas.
La empresa afirma que este sistema reduce el tiempo de instalación a una tercera parte de lo que es habitual y disminuyen las posibilidades de que queden tuercas y tornillos sueltos atrapados debajo de la estructura que puedan dañar el tejado. El ahorro en materiales y mano de obra puede suponer una reducción de 10 centavos por vatio del coste de la energía solar (unos 8 céntimos de euro), una rebaja importante si tenemos en cuenta que los paneles solares se venden ahora por menos de 1 dólar por vatio (unos 80 céntimos de euro).
Y si Trina modifica el marco metálico del panel solar, Solon lo elimina por completo. Coge una serie de células fotoeléctricas selladas detrás de un cristal y las pega a una estructura de plástico que dirige las células hacia el sol. El módulo completo se monta en fábrica, así hay menos trabajo que hacer en el lugar de la instalación. Los instaladores colocan los módulos en el tejado, los unen con conectores de plástico (añaden algo de contrapeso) y montan el cableado eléctrico. Como los módulos no tienen metal expuesto, no es necesario crear una toma de tierra, lo que abarata aún más los costes. Solon afirma que su diseño reduce el tiempo necesario para el montaje de los paneles en un 75 por ciento y el tiempo necesario para hacer las conexiones eléctricas a la mitad. (Solon explica que el impacto sobre el coste varía mucho, dependiendo de distintos factores, entre ellos el coste de la mano de obra).
A cambio de este ahorro, ambos diseños cuentan con algunos inconvenientes. Por ejemplo, para conseguir aprovechar las economías de escala, los sistemas proporcionan un único ángulo estándar para dirigir los paneles hacia el sol. En algunas latitudes los paneles generarían más energía si estuvieran más o menos inclinados que ese ángulo prefijado.