Una organización sin ánimo de lucro que posee millones de trabajos académicos permitirá el acceso del público de forma gratuita.
Una organización con una enorme base de datos de investigación académica planea permitir próximamente que el público vea parte de su tesoro de información de forma gratuita. Esto supone un gran impulso a la idea del "acceso abierto" dentro del mundo del conocimiento.
Como parte de su nuevo programa, cuya fase beta está prevista para las próximas semanas, el servicio JStor permitirá a cualquier persona ver todos los artículos de 70 revistas después de registrarse en su sitio web. El lector puede ver hasta tres documentos a la vez en un "marco" dentro del sitio.
Existen algunas limitaciones. Por un lado, el libre acceso no permitirá a los lectores descargar o imprimir los artículos: esos privilegios seguirán reservados para las personas que compren los artículos o estén afiliadas a escuelas y bibliotecas que paguen su suscripción a JStor. En segundo lugar, este programa beta incluye solo una pequeña parte de las 1.400 revistas académicas en la base de datos en línea de JStor.
Sin embargo, si todo sale bien, y según afirman los responsables de la base de datos, se podría ampliar el programa a la mayor parte o casi la totalidad de dicha base. Y el hecho de que JStor esté incluso poniendo a prueba la idea es ya en sí mismo un cambio radical. Con anterioridad, los no suscriptores que encontraban artículos a través de una búsqueda en Internet solo podían ver la primera página del documento. En algunos casos, se les pedía comprar el artículo por precios que podían superar los 20 dólares (16 euros). Esta barrera hizo enfurecer a los defensores del acceso abierto, que sostienen que Internet debería derribar obstáculos para así dar con el conocimiento. Uno de dichos activistas, Aaron Swartz, fue acusado el año pasado por la explotación de la suscripción del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts, EE.UU.) a JStor para descargar 4.800.000 artículos del archivo.
Kevin Guthrie, presidente de Ithaka, la organización sin ánimo de lucro que dirige JStor, señaló a Technology Review en una entrevista el pasado verano que aquellas personas que pedían el acceso abierto subestimaban los costes asociados a la digitalización de revistas y permitir el acceso en línea a las mismas. Debido a esos gastos, JStor no era capaz de dar acceso gratuito a su archivo. La Fundación Andrew W. Mellon creó JStor a mediados de la década de los 90 como una forma de ahorrar a las bibliotecas la escalada de costes asociada con el almacenamiento de revistas en papel, lo que significa que una gran parte de la misión de JStor es garantizar su propia sostenibilidad.
Sin embargo, Guthrie reconoce que el público podía sentirse frustrado al encontrar un trabajo de investigación y ver que estaba limitado. JStor indica que un año ha evitado el acceso a sus artículos 150 millones de veces. Ese muro ha llevado a críticos como el académico de Harvard Lawrence Lessig a afirmar que JStor contribuye a una especie de elitismo de la información.
JStor ha tomado algunos pasos en los últimos años para contrarrestar esta percepción: comenzó regalando el acceso en África en 2006, y en otras zonas pobres del mundo en 2008. El verano pasado hizo que aquellos artículos antiguos y sin derechos de autor estuvieran disponibles de forma gratuita. No obstante, ninguno de esos esfuerzos ha sido de tan largo alcance como el nuevo programa, al que JStor denomina "Registro y Lectura".
Los títulos liberados en el nuevo programa se presentan en una amplia gama de disciplinas. Entre algunos ejemplos encontramos American Journal of Botany, publicada por la Sociedad Botánica de América, Journal of Law and Criminology, publicada por la Universidad de Northwestern, Film Quarterly, de la Universidad de California y Proceedings: Biological Sciences de la Royal Society.
JStor advierte que Registro y Lectura será un experimento. Si no funciona para las sociedades académicas y otras organizaciones propietarias del contenido que JStor pone a disposición en línea, Registro y Lectura podría tener que ser reducido o modificado, según afirman los líderes de la base de datos. Sin embargo, Guthrie señaló a TR que, en general, JStor y los editores académicos habían alcanzado un punto en que era prudente intentar métodos creativos para permitir el acceso. Una sociedad científica podría perder ventas de artículos de revista por 30 dólares (24 euros), pero también descubrir que la ampliación de la exposición a estos artículos aumenta sus cuotas de suscripción. "Tenemos que provocar un cambio radical en nuestro modelo", señaló.