Sintetizado por primera vez en 2015, este material basado en el boro es más fuerte y más flexible que su antecesor, además de ligero y muy reactivo. A pesar de que es difícil de crear y manejar, químicos, físicos y otros científicos ya están entusiasmados con sus posibles aplicaciones
Hasta ahora nadie había sido capaz de incorporar uno en los diminutos chips de silicio actuales de forma eficiente, pero eso acaba de cambiar con esta investigación. Estas nanomáquinas de grafeno podrían lograr una miniaturización aún mayor de los dispositivos electrónicos que conocemos