Investigadores de la Universidad de Illinois y el MIT han desarrollado una interfaz hombre-máquina que registra los movimientos de un operador y los replica en un robot bípedo. Copiando nuestros gestos, las máquinas podrán moverse mejor en entornos desconocidos y prestar su ayuda en situaciones peligrosas para los humanos
Al analizar el número de autómatas industriales de los países en función de sus salarios, los países asiáticos se ponen muy por encima de Europa y América, que los están incorporando mucho más despacio de lo esperado, lo que podría tener efectos en su futura competitividad
Los brazos robóticos industriales no son capaces de evitar cualquier obstáculo en un entorno real, por lo que pueden provocar accidentes. La 'start-up' Realtime Robotics ha desarrollado un chip para que imaginen sus acciones antes de realizar los movimientos con el fin de aumentar la seguridad
Este brazo robótico solo ofrece algunas funciones básicas típicas de las pequeñas y medianas empresas, cuesta poco más de 6.000 euros y cualquiera puede aprender a programarlo en solo 15 minutos. Todo pinta bien pero, ¿logrará buenas ventas en un mercado tan difícil?
Gracias a sensores musculares conectados a su sistema y a la visión artificial, RoboRaise colabora con una persona para ir aprendiendo poco a poco a moverse y a trabajar en equipo y de forma segura y eficaz
Este nuevo autómata supera a cualquier versión anterior en estabilidad y control de la dirección. El avance ha sido posible gracias a la reducción del peso de sus componentes. Pero en comparación con los bichos reales, no es más que un torpe gigante
Se trata del primer catéter robótico que logra esta hazaña de forma 100 % autónoma, y que podría liberar a los profesionales de esta delicada tarea. Gracias a sus sensores ópticos y táctiles alcanzó una precisión del 95 %, sin causar hematomas ni daños en los tejidos, un rendimiento similar al de los médicos
Durante décadas, la robótica y la inteligencia artificial han evolucionado en paralelo, y todavía resulta difícil incorporar los avances algorítmicos en las máquinas físicas. Este nuevo brazo robótico de bajo coste podría lograr que los autómatas adquieran inteligencia de forma más fácil y rápida
Sus autómatas pueden presumir de ser los más estables, ágiles y con mayor equilibrio, pero sus capacidades de visión y navegación estaban muy limitadas. Para solucionarlo, la empresa acaba de adquirir una 'start-up' especializada en visión artificial y aprendizaje automático
Sin ningún tipo de orden ni entrenamiento explícito, la máquina ha descubierto por sí misma cómo usar y mover distintos objetos que no había visto antes. Para lograrlo, combina información previa con su propia experimentación y observa a los humanos mientras manipulan las cosas