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Tecnología y Sociedad

EXCLUSIVA: la Iniciativa China ha sido un desastre legal, social y económico

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Nuestra investigación en profundidad sobre lo que empezó siendo un programa contra el espionaje económico demuestra que se ha convertido en una campaña racista de acoso y derribo contra científicos de origen asiático cuyos juicios suelen desestimarse, a pesar del daño sobre las víctimas y el lastre a la atracción de talento del país

  • por Eileen Guo | traducido por Ana Milutinovic
  • 09 Diciembre, 2021

  • El Departamento de Justicia de EE. UU. no tiene una definición sobre qué constituye un caso de la Iniciativa China.

  • Se suponía que la iniciativa se centraría en el espionaje económico, pero ha ido acusando a cada vez más investigadores académicos por cuestiones de "integridad científica".

  • Casi el 90 % de los acusados son de origen chino.

Un investigador visitante de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, EE.UU.) acusado de ocultar su conexión con el Ejército Popular de Liberación de China. Un hacker imputado por irrumpir en los servidores de una empresa de videojuegos en su tiempo libre. Un profesor de la Universidad de Harvard (EE. UU.) acusado de mentir sobre su financiación procedente de China. Y un hombre sentenciado por organizar una red de contrabando de tortugas entre Nueva York (EE. UU.) y Hong Kong (China).

Durante años, el Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ, por sus siglas en inglés) ha utilizado estos casos para resaltar el éxito de su programa Iniciativa China, un esfuerzo para frenar las crecientes preocupaciones sobre el espionaje económico chino y las amenazas a la seguridad nacional de EE. UU. La iniciativa, lanzada en 2018, fue el punto central de la postura endurecida de la Administración del entonces presidente del país, Donald Trump, contra China.

Una investigación de MIT Technology Review demuestra que la Iniciativa China se ha alejado mucho de su misión inicial. En vez de centrarse en el espionaje económico y la seguridad nacional, este programa parece ser un paraguas general para los casos con cualquier conexión con China, ya involucren a hackers patrocinados por el estado, a contrabandistas o, cada vez más, a investigadores académicos acusados de no revelar todos sus vínculos con China en formularios relacionados con las subvenciones. Hasta la fecha, solo alrededor de una cuarta parte de los acusados bajo la Iniciativa China han sido condenados, y aproximadamente la mitad de los imputados con causas abiertas aún no han llegado a una sala de audiencias.

Aunque el programa se ha convertido en una de las principales prioridades de los esfuerzos de contrainteligencia nacional y de la aplicación de la ley de EE. UU., (algo inusual, como la primera iniciativa específica contra un país) muchos detalles siguen opacos. El DOJ no ha definido públicamente la Iniciativa China ni ha respondido a muchas preguntas básicas sobre ella, lo que dificulta su comprensión, y mucho más su evaluación o supervisión, según un gran número de defensores de los derechos civiles, legisladores e investigadores académicos. Aunque la amenaza del robo de propiedad intelectual en China es real, los críticos dudan de si la Iniciativa China es la forma más adecuada para contrarrestarla.

Después de varios meses de investigación, MIT Technology Review ha publicado una base de datos abierta para consultar la información de 77 casos y más de 150 demandados. Esta base de datos, aunque probablemente incompleta, representa el recuento más amplio de los procesamientos de la Iniciativa China hasta la fecha.

Nuestros informes y análisis muestran que el clima de miedo que genera la amenaza de cárcel ya ha empujado a algunos científicos talentosos a abandonar Estados Unidos y ha dificultado que otros lleguen o se queden, poniendo en peligro la capacidad del país de atraer talento en ciencia y tecnología de China y del resto del mundo.

Esto es lo que hemos encontrado:

  • El DOJ no ha definido oficialmente la Iniciativa China ni ha explicado qué factores determinan que un caso pueda formar parte de la Iniciativa.

  • Su enfoque se ha ido alejando cada vez más del espionaje económico y de los casos de hackeo para centrarse en cuestiones de "integridad científica", como el hecho de no declarar todas las colaboraciones extranjeras en los formularios.

  • Un número significativo de casos de integridad científica se han desestimado o los cargos se han retirado.

  • Solo han sido condenadas alrededor de una cuarta parte de las personas e instituciones acusadas en virtud de la Iniciativa China.

  • Muchos casos tienen poca o ninguna conexión obvia con la seguridad nacional o con el robo de secretos comerciales.

  • Casi el 90 % de los acusados bajo la Iniciativa China son de origen chino.

  • Aunque la actividad parece haber desacelerado desde que Trump perdió las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020, los enjuiciamientos y los nuevos casos continúan bajo la Administración de Joe Biden.

  • El DOJ no enumera en su página web todos los casos que se cree que forman parte de la Iniciativa China y ha eliminado otros vinculados al proyecto.

Dos días después de que 'MIT Technology Review' solicitara comentarios al DOJ sobre la Iniciativa, el DOJ realizó importantes cambios en su propia lista de casos.

Algunos legisladores creen que nuestros hallazgos resultan "asombrosos".

La congresista demócrata de California Judy Chu afirma: " El DOJ es intencionadamente lento con nosotros y no quiere abordar casos específicos. Siempre que les pedimos datos, no suelen dárnoslos. Lo que hay son números, y es asombroso verlos".

Dos días después de que MIT Technology Review solicitara comentarios al DOJ sobre la Iniciativa China, realizó importantes cambios en su propia lista de casos, añadiendo algunos nuevos y eliminando de su sitio web a 39 acusados previamente conectados a la Iniciativa China. Esto incluyó varios ejemplos en los que el Gobierno había anunciado procesamientos con gran fanfarria, pero al final no tuvieron éxito, como uno que fue desestimado por un juez después del juicio nulo.

Nuestros hallazgos destacan "la incongruencia entre la teoría detrás de la Iniciativa China y los enjuiciamientos que se llevan a la práctica", resalta la abogada del Proyecto de Seguridad Nacional de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles Ashley Gorski.

También demuestran el "impacto desproporcionado sobre los estadounidenses de origen asiático y la comunidad de inmigrantes", aseguró la abogada del grupo de defensa Asian Americans Advancing Justice | AJC Gisela Kusakawa. "Básicamente, los problemas de seguridad nacional se utilizan como pretexto para atacar a nuestra comunidad. Esto está provocando una fuga de cerebros y desconfianza en Estados Unidos, lo que es contraproducente para la seguridad nacional", añadió.

Qué muestran nuestros datos

Nuestra base de datos de los casos de la Iniciativa China principalmente se basa en comunicados de prensa publicados en la página web de la Iniciativa China del DOJ en los últimos tres años, incluidos los que se han eliminado recientemente de sus páginas públicas. Hemos complementado esta información con los registros judiciales y con entrevistas con los abogados defensores, familiares de los acusados, investigadores colaboradores, antiguos fiscales estadounidenses, defensores de los derechos civiles, legisladores y expertos externos que han estudiado la iniciativa.

También vale la pena señalar nuestras explicaciones sobre los casos que involucran al MIT, propietario de esta publicación, y las experiencias personales de nuestras periodistas con algunas investigaciones del Gobierno. Aquí puede ver aquí el informe completo sobre nuestra metodología, que incluye la declaración de transparencia detallada. Esto es lo que hemos aprendido de nuestro análisis:

La Iniciativa China no tiene una definición oficial

Aunque se considera uno de los esfuerzos emblemáticos del DOJ, este departamento nunca ha definido qué constituye un caso de la Iniciativa China.  El subdirector de la Oficina de Asuntos Públicos del DOJ, Wyn Hornbuckle, afirmó que "no existe una definición de un caso de 'Iniciativa China' salvo los objetivos y las prioridades establecidos en 2018".

Los objetivos y las prioridades de la Iniciativa China: una hoja informativa que el DOJ publicó el 1 de noviembre de 2018 establece que estas eran las prioridades de la Iniciativa China:

• Identificar, dotar de recursos y completar casos prioritarios de secretos comerciales.

• Desarrollar una estrategia de aplicación de la ley sobre lo que el Gobierno ha denominado "recolectores no tradicionales", refiriéndose a cualquier persona, no solo a los espías tradicionales, que podría recopilar información confidencial para China, incluidos, en palabras del DOJ, "investigadores en laboratorios, universidades, y la base industrial de defensa".

• Educar en institutos y universidades sobre los "esfuerzos de influencia en el campus".

• Aplicar y hacer cumplir la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA).

• Equipar a los abogados de la nación para frenar adecuadamente la amenaza china.

• Implementar la Ley de Modernización de la Evaluación del Riesgo de la Inversión Extranjera.

• Abordar las amenazas de la cadena de suministro en las telecomunicaciones, especialmente con respecto a 5G.

• Identificar los casos de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero.

• Mejorar la colaboración de China en las solicitudes de acuerdo de asistencia judicial mutua.

• Evaluar si son necesarias otras autoridades legislativas / administrativas adicionales.

Un antiguo alto funcionario del DOJ, a quien no nombraremos, pero sí compartiremos su punto de vista completo, asegura que la Iniciativa China es un intento de decirle a las fuerzas del orden: "Estos son los tipos de delitos que estamos detectando en aumento y son importantes para su investigación, son dignos de su tiempo y recursos".

El antiguo fiscal federal del distrito de Massachusetts (EE. UU.) Andrew Lelling, miembro fundador del comité directivo de la Iniciativa China, explica que su interpretación era que "todos los casos que involucraban a investigadores estaban incluidos" y añade: "Ssi la tecnología iba a China, estoy seguro de que se definía como parte de la Iniciativa China".

El espionaje económico ya casi no importa

La Iniciativa China afirma estar centrada en combatir el espionaje económico, pero, según nuestra base de datos, solo 19 de los 77 casos (25 %) incluyen cargos por violar la Ley de Espionaje Económico (EEA). La EEA cubre tanto el robo de secretos comerciales, que puede beneficiar a cualquier entidad externa que no sea propietaria de la propiedad intelectual, como el espionaje económico, que cuenta con requisitos adicionales de demostrar que el robo es, en última instancia, para beneficio de un gobierno extranjero.

Ocho de los 19 casos de la Iniciativa China estaban relacionados específicamente con el espionaje económico, mientras que los 11 restantes solo se señalaban como robo de secretos comerciales.

El número de cargos presentados bajo la EEA se ha mantenido estable cada año, pero el creciente enfoque en otras áreas significa que la proporción de cargos de espionaje económico ha disminuido con el tiempo: en 2018, el 33 % de los nuevos casos presentados (4 de 12) incluyeron la violación de la EEA. En 2020, solo el 16 % de los casos nuevos (5 de 31) incluían la violación de la EEA.

Los casos de integridad científica crecieron hasta llegar a ser los predominantes en la Iniciativa China

Gráfico: En 2020, los casos de integridad científica representaron alrededor de la mitad de todos los casos de los acusados por la Iniciativa China. (Gris) Robo de secretos comerciales. (Azul) Espionaje económico. (Rojo) Integridad científica. Todos los casos. Algunos casos aparecen en varias categorías. Esos casos están representados dos veces en este gráfico. Crédito: Jess Aloe y Eileen Guo.

Además, algunos de los objetivos declarados del proyecto nunca se han cumplido. Al anunciar la Iniciativa en 2018, el entonces fiscal general, Jeff Sessions, aseguró que la misma también se centraría en combatir esfuerzos encubiertos para influir en los líderes estadounidenses. Pero solo ha habido un caso de intento de influir en los legisladores estadounidenses por parte de la República Popular China: el del antiguo presidente de Finanzas del Comité Nacional Republicano Elliott Broidy, quien se declaró culpable de actuar como agente no registrado de un gobierno extranjero en octubre de 2020. Trump indultó a Broidy tres meses después, en su último día en el cargo (fue el único acusado de la Iniciativa China que ha sido indultado hasta la fecha).

Cada vez más foco la "integridad científica"

Aunque la proporción de casos de la EEA ha disminuido, 23 de los 77 (30 %) han involucrado cuestiones de "integridad científica". La mayoría procede de fiscales que acusan a investigadores académicos de no revelar todas sus afiliaciones chinas y sus fuentes de ingresos en diversas formas (abogados defensores y críticos externos han cuestionado si esto representaba intentos deliberados de ocultar los vínculos chinos o el simple resultado de unas reglas poco claras).

Nuestro análisis muestra un cambio significativo en el enfoque hacia los científicos a partir de 2019 y que se mantuvo en 2020. En 2018, ninguno de los casos se refirió a la integridad científica. En 2020, 16 de los 31 (52 %) de los casos anunciados tenían estos cargos. (Un caso de integridad científica en 2020 también incluyó un cargo de violar la EEA).

Al menos 14 de estos casos de integridad científica comenzaron por sospechas de vínculos con los "programas de talento", en los que las universidades chinas ofrecen incentivos económicos para que los expertos académicos realicen investigaciones, enseñen o lleven otras actividades a la institución patrocinadora, a tiempo completo o parcial. (Al menos cuatro casos de robo de secretos comerciales también cuentan con una supuesta participación en los programas de talentos).

Los funcionarios federales han afirmado en repetidas ocasiones que la participación en los programas de talento no es ilegal, aunque también los han llamado "programas de captación de cerebros", en palabras del antiguo director adjunto de Contrainteligencia del FBI Bill Priestap, quien afirmó que "fomentan el robo de propiedad intelectual de las instituciones estadounidenses".

Casos denunciados bajo la Iniciativa China por año

Gráfico: (Gris oscuro)Otros. (Gris medio)Importación/exportación. (Gris claro) Corrupción. (Amarillo) Agente de un gobierno extranjero. (Naranja claro) Espionaje y agente de un gobierno extranjero. (Naranja oscuro) Espionaje. (Verde claro) Hackeo. (Verde oscuro) Hackeo y robo de secretos comerciales. (Azul claro) Hackeo y espionaje económico. (Azul medio) Robo de secretos comerciales. (Azul oscuro) Espionaje económico y robo de secretos comerciales. (Rojo claro) Integridad científica y robo de secretos comerciales. (Rojo medio) Integridad científica y agente de un gobierno extranjero. (Rojo oscuro) Integridad científica. El DOJ al principio clasificó como parte de su esfuerzo 23 casos abiertos antes del lanzamiento de la Iniciativa China. Algunos se remontan a 2013. Los hemos incluido en nuestro análisis. Crédito: Jess Aloe y Eileen Guo.

Los vínculos con la seguridad nacional a veces son débiles.

El creciente foco de la Iniciativa China en la integridad científica ha incluido varios casos de especialistas académicos que trabajaban en temas como la inteligencia artificial y la robótica, que pueden tener aplicaciones en el terreno de la seguridad nacional. Pero la mayor parte del trabajo en estas áreas es investigación básica, y muchas disciplinas en las que se han presentado casos no tienen vínculos claros con la seguridad nacional.

Nueve de los 23 casos de integridad científica involucran a investigadores médicos y de la salud, incluidas personas que estudian enfermedades cardíacas, artritis reumatoide y cáncer; seis de ellos se centraron en investigadores financiados por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. (NIH, por sus siglas en inglés), un reflejo de la agresiva postura del instituto para contrarrestar la "influencia inapropiada de gobiernos extranjeros sobre la investigación financiada con fondos federales", resaltó un representante de la Oficina de Investigaciones Extranjeras de los NIH. Los esfuerzos de los NIH son anteriores a la Iniciativa China, y el representante remitió las preguntas sobre la Iniciativa al DOJ.

Agencias de financiación presuntamente defraudadas en los casos de integridad científica

Gráfico: 15 de los 23 casos de integridad científica se centraron en los investigadores que no revelaron por completo sus vínculos y sus fuentes de financiación en los formularios de solicitud de subvenciones y en las declaraciones. Estas son las agencias de financiación con el mayor número de casos. Algunos casos tienen financiación de múltiples agencias. Crédito: Jess Aloe y Eileen Guo.

No obstante, las implicaciones para la seguridad nacional parecen centrarse en la preocupación de que cualquier individuo con cualquier tipo de vínculo con China pueda servir como "recolector no tradicional", algo que la hoja informativa de la Iniciativa China describe como "investigadores en laboratorios, universidades y la base industrial de defensa designados para transferir la tecnología en contra de los intereses de Estados Unidos". Pero como muestra nuestra base de datos, solo dos de los 22 investigadores fueron acusados de intentar acceder indebidamente a información o de contrabando de productos a China. Además, posteriormente, esos cargos fueron retirados.

La Iniciativa China no es tan exitosa como afirma el DOJ

Tres años después del inicio del programa, menos de un tercio de los acusados de la Iniciativa China han sido condenados. De las 148 personas acusadas, solo 40 se han declarado culpables o han sido declaradas culpables, y a menudo con cargos menores que los presentados. Casi dos tercios de los casos, el 64 %, siguen pendientes. De las 95 personas que aún se enfrentan a cargos, 71 no están procesadas de forma activa porque el acusado se encuentra en un lugar desconocido o no puede ser extraditado.

En particular, muchos de los casos relacionados con la integridad científica se han descartado. Aunque ocho siguen pendientes, siete casos contra investigadores académicos terminaron en desestimación o absolución, y seis en declaración de culpabilidad o condena. Esas cifras chocan mucho con los efectos habituales de los casos penales federales, donde la gran mayoría termina en una declaración de culpabilidad, según el análisis de estadísticas federales del Pew Research Center.

Efectos de los acusados en virtud de la Iniciativa China

Gráfico: Declarados culpables después del juicio con jurado (5%). Cargos desestimados por parte el Gobierno (5%). Pendientes (16%). Los que se han declarado culpables (21%). Otros (4,1 %). Pendientes, poca actividad desde la acusación (48 %). Total: 148. Este gráfico  incluye solo a personas físicas. También fueron acusadas 14 instituciones en virtud de la Iniciativa China. El estado de un acusado puede cambiar de pendiente a resuelto en cualquier momento. Crédito: Jess Aloe y Eileen Guo.

Casi el 90 % de los casos son contra personas de origen chino

Una de las primeras y más persistentes críticas a la Iniciativa China era que podría conducir a un aumento en la discriminación racial contra las personas de ascendencia china, asiático-americanos e inmigrantes asiáticos. Los funcionarios del DOJ han negado repetidamente que la Iniciativa China se involucre en la discriminación racial, pero las personas de origen chino, incluidos los ciudadanos estadounidenses, se han visto afectadas por la iniciativa de manera desproporcionada.

Nuestro análisis muestra que, de las 148 personas acusadas en virtud de la Iniciativa China, 130, o el 88 %, son de ascendencia china. Esto incluye a ciudadanos estadounidenses étnicamente chinos y los nacionales de la República Popular China, así como a otras personas relacionadas con Taiwán, Hong Kong y las tradicionales comunidades de la diáspora china en el sudeste asiático.

Demandados de origen chino

Gráfico:  De las 148 personas acusadas en virtud de la Iniciativa China, 130 de ellas, o el 88 %, son de origen chino. Los caucásicos, africanos o afroamericanos u otros asiáticos son en total 16 (o el 11 %) y no se pudo determinar el origen de otros dos (1,4 %). Origen no chino (11 %). Origen desconocido (1,4 %). Origen chino (88%). Total: 148. La "ascendencia china" incluye a personas de cualquier nacionalidad, junto con los estadounidenses, los de la República Popular China y los de terceros países como Canadá y Reino Unido, que descienden de China. Crédito: Eileen Guo y Jess Aloe.

Estos números son "realmente altos", afirma la profesora de derecho de la Universidad de Seton Hall (EE. UU.) Margaret Lewis, que ha escrito extensamente sobre la Iniciativa China. Y añade: "Sabíamos que sería la mayoría, pero esto solo resalta que el argumento de 'pero también estamos procesando a otras personas' no es convincente".

La Administración de Biden sigue presentando casos

La Iniciativa China se lanzó bajo el Gobierno de Trump, y aunque el número de casos vinculados explícitamente a ella ha disminuido desde que el actual presidente, Joe Biden, asumió el cargo, no se han detenido.

Por ejemplo, el profesor de matemáticas en Illinois (EE. UU.) Mingqing Xiao fue acusado en abril de 2021 de no revelar sus vínculos con una universidad china en su solicitud para una subvención de la Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU. En julio se dio a conocer una acusación contra cuatro ciudadanos chinos por hackear decenas de empresas e instituciones de investigación.

Mientras tanto, los abogados federales han seguido impulsando los enjuiciamientos. El juicio contra el profesor de química de la Universidad de Harvard Charles Lieber, acusado de ocultar vínculos con universidades chinas, está programado para mediados de diciembre de este año. Los fiscales planean ir a juicio en los primeros meses de 2022 contra investigadores académicos de alto nivel en Kansas, Arkansas (EE. UU.) y en otros lugares.

Nuevos casos de la Iniciativa China presentados en 2021

Gráfico: Aunque la Iniciativa China comenzó en 2018 bajo la administración de Trump, todavía parece que se presentan nuevos casos bajo el gobierno de Biden. (No todos aparecen públicamente como tales en el sitio web del DOJ). Robo de secretos comerciales (1) Hackeo y espionaje económico (1) Espionaje (1) Integridad científica (3) Total: 6Crédito: Jess Aloe y Eileen Guo.

Cómo empezó

Las preocupaciones sobre el espionaje económico chino dirigido a EE. UU. llevan en aumento desde hace años, con estimaciones del costo para la economía estadounidense que van desde 20.000 millones a 30.000 millones de dólares (17.712 millones a 26.568 millones de euros) hasta un máximo de 600.000 millones de dólares (531.360 millones de euros). La implementación comenzó a crecer drásticamente bajo el Gobierno de Barack Obama: en 2013, cuando la Administración anunció una nueva estrategia para mitigar el robo de secretos comerciales de Estados Unidos, China se mencionó más de 100 veces.

En 2014, el DOJ presentó cargos de ciberespionaje contra cinco hackers afiliados al Ejército Popular de Liberación de China, y fue la primera vez que Estados Unidos procesó a actores estatales por hackeo. Luego, en 2015, Estados Unidos y China firmaron un acuerdo histórico en el que se comprometían a no realizar ciberdelito de robo de secretos comerciales contra las empresas de cada país.

Pero fue en 2018, como parte del enfoque mucho más conflictivo del Gobierno de Trump hacia China, cuando el DOJ lanzó formalmente su primer programa específico sobre un país.

El esfuerzo fue "impulsado por datos", según un antiguo funcionario del DOJ, y "surgió de reuniones de inteligencia con el fiscal general, los directivos del DOJ y el FBI que, día tras día, demostraban que la República Popular China y los actores afiliados de forma generalizada [estaban] profundamente involucrados en hackeos, espionaje económico, robo de secretos comerciales, derrocando nuestros controles de exportación y participando en métodos de recolección no tradicionales". Añadió que esto incluía a los consulados chinos que ayudaban a "enmascarar los antecedentes reales de los solicitantes chinos de visados para evitar el rechazo de visados en función de sus afiliaciones con el ejército de la República Popular China".

Trump, además, había hecho parte de su campaña con una retórica antichina y anticomunista, hasta su declaración más infame en una manifestación en 2016: "No podemos seguir permitiendo que China viole a nuestro país, y eso es lo que hacen".

Según los informes, en los meses previos al lanzamiento de la iniciativa, Trump le dijo a un grupo de directivos corporativos en una cena a puerta cerrada en su finca de Mar-a-Lago que "casi todos los estudiantes [chinos] que vienen a este país son espías".

Este fue el contexto en el que Sessions anunció el lanzamiento de la Iniciativa China el 1 de noviembre de 2018. "Estamos aquí hoy para decir: ya basta", declaró el fiscal general a los periodistas, antes de anunciar una acusación por una dramática saga de varios años de robo comercial de alta tecnología: tres personas taiwanesas acusadas de presuntamente robar secretos comerciales de la empresa de semiconductores Micron con sede en Idaho (EE. UU.), para el máximo beneficio de una empresa estatal china.

Los tres trabajaban para el fabricante de chips taiwanés UMC, que había hecho un trato con un homólogo chino para codesarrollar chips de memoria utilizando un tipo de tecnología de semiconductores conocida como memoria dinámica de acceso aleatorio. UMC, que aseguró que no estaba al tanto de las acciones de sus empleados, se declaró culpable de robo de secretos comerciales en octubre de 2020 y acordó pagar una multa de 60 millones de dólares (53,14 millones de euros). El caso contra estas tres personas aún no se ha resuelto.

El caso Micron iba a ser el ejemplo de los tipos de robos comerciales en los que se iba a centrar la nueva Iniciativa China, pero nuestros datos muestran que estaba lejos de ser la norma.

Efectos escalofriantes

Solo un caso de integridad científica vinculado a la Iniciativa China fue a juicio y terminó con una absolución de alto nivel. El profesor de nanotecnología de la Universidad de Tennessee-Knoxville (EE. UU.) Anming Hu, fue acusado primero de defraudar a la NASA al no revelar todas sus afiliaciones en el extranjero y finalmente de seis cargos de fraude electrónico y declaraciones falsas. Después de un juicio nulo, un juez desestimó el intento del Gobierno estadounidense de volver a juzgar a Hu y lo absolvió de todos los cargos.

"Sin intención de perjudicar, no existe un 'plan para defraudar'", escribió el juez en su fallo, y señaló que la NASA también recibió la investigación por la que había pagado. (La NASA no ha querido hacer comentarios para este estudio). El caso de Hu fue uno de los eliminados de la página web de la Iniciativa China después de que MIT Technology Review enviara sus preguntas al DOJ.

Otros casos se han desestimado de forma más discreta. En una misma semana, en julio de 2021, poco después del juicio de Hu, el Gobierno de EE. UU. dio marcha atrás en cinco casos contra investigadores chinos acusados de mentir sobre sus afiliaciones militares en las solicitudes de visado. El Gobierno no explicó en los documentos judiciales por qué había retirado los casos, pero eso ocurrió después de que surgieran dudas sobre si las preguntas de los formularios sobre el servicio militar se referían claramente a los acusados, que eran civiles que trabajaban en universidades militares.

El 19 de noviembre, esos casos también fueron eliminados de la página web de la Iniciativa China, después de que MIT Technology Review enviara una lista de preguntas al DOJ. El año pasado, el Gobierno estadounidense destacó esos mismos casos en un comunicado que hablaba del segundo aniversario de la Iniciativa China.

"Lo que más me preocupa es que la Iniciativa China no permitirá a EE. UU. acceder al mejor talento científico y tecnológico del mundo", Randy Katz, antiguo vicerrector de Investigación en la UC Berkeley (EE. UU.)

El efecto de todos estos casos en la comunidad científica, tanto china como estadounidense ha sido profundo. Una encuesta a más de 3.200 físicos realizada en septiembre de este año por la Sociedad Estadounidense de Física encontró que más del 43 % de los investigadores extranjeros que iniciaban su carrera consideraban que Estados Unidos resultaba poco acogedor para los estudiantes e investigadores internacionales. Menos del 25 % cree que el Gobierno federal de EE. UU. hace un buen trabajo en equilibrar las preocupaciones de seguridad nacional con los requisitos de investigación para la ciencia abierta.

Otra encuesta de casi 2.000 científicos en 83 instituciones de investigación llevada a cabo por la Universidad Estatal de Arizona (EE.UU.) encontró que el 51 % de los científicos de origen chino, tanto estadounidenses como los que no tienen la nacionalidad, sienten un miedo considerable, ansiedad, o ambos, por ser vigilados por el Gobierno de Estados Unidos. Esto se compara con el solo 12 % de los científicos no chinos.

Algunos encuestados en el estudio de la Universidad Estatal de Arizona indicaron que este clima de miedo había afectado a cómo, o qué, investigar. Uno admitió que limitaba su trabajo al usar solo datos disponibles públicamente en vez de recopilar sus propios datos originales; otro indicó que ya no recibían visitantes de China; y otro encuestado confesó que se centraría en lo que denominan temas "más seguros" en lugar de en investigaciones "de vanguardia".

Los efectos de la Iniciativa China se extienden aún más. Nadie sabe el número exacto los científicos que han regresado a China como resultado de las investigaciones o acusaciones, pero a finales de 2020, el entonces fiscal general adjunto para la Seguridad Nacional, John Demers, dijo que "más de 1.000 investigadores chinos afiliados al Ejército Popular de Liberación se fueron del país". A un grupo de 1.000 estudiantes e investigadores chinos se les revocó el visado en septiembre debido a las preocupaciones de seguridad. Sin embargo, no se ha explicado cómo se determinaron los riesgos de seguridad o sus afiliaciones al Ejército Popular de Liberación de China.

El profesor de ciencias de la computación en la UC Berkeley (EE. UU.) que era vicerrector de Investigación de la universidad hasta principios de este año, Randy Katz, cree que la Iniciativa China tendrá un impacto grave en la innovación estadounidense.

En un correo electrónico, el responsable afirma: "Lo que más me preocupa es que la Iniciativa China no permitirá a Estados Unidos acceder al mejor talento científico y tecnológico del mundo. Recientemente, el 40 % de nuestros estudiantes internacionales de posgrado eran de China. Estos estudiantes están fuertemente representados en los campos STEM, son seleccionados entre muchos competidores... y representan un componente crítico de nuestra fuerza laboral de investigación. Queremos que vengan y que se queden e innoven en Estados Unidos".

¿Cambio de rumbo?

Después de tres años de juicios y miedo, la situación podría estar cambiando.

Las críticas a la Iniciativa China han aumentado en los últimos meses, especialmente después de la absolución de Anming Hu y la decisión de retirar varios casos contra algunos investigadores académicos. En julio de este año, el congresista demócrata de California, Ted Lieu, y otros 90 miembros del Congreso de EE. UU. enviaron una carta abierta al fiscal general Merrick Garland instándole a investigar los "repetidos e injustos ataques contra personas de ascendencia asiática por presunto espionaje".

Un creciente número de grupos de la sociedad civil y asociaciones científicas también ha pedido que se ponga fin al programa, incluida una coalición de grupos de defensa de los derechos civiles que escribieron una carta abierta a Biden en enero de este año y más de 2.000 profesores universitarios que en pasado septiembre firmaron una solicitud dirigida a Garland para poner fin a la Iniciativa.

Incluso antiguos funcionarios del DOJ están abogando por un cambio de rumbo. Según algunos informes, Demers consideró una propuesta de programas de amnistía que permitiría a los investigadores revelar sus vínculos previamente no declarados sin miedo a ser procesados, aunque este plan fue rápidamente rechazado por los legisladores republicanos.

Mientras tanto, Lelling opina: "Se ha logrado una disuasión general. Si el mensaje era: 'Asegúrese de ser completamente transparente sobre su colaboración extranjera', está bien, todos lo han entendido. No hay necesidad de procesar a otros 23 investigadores académicos".

Este otoño, un grupo de legisladores se reunió con Garland para discutir la Iniciativa China, así como el aumento del odio contra los chinos durante la pandemia. Garland no se comprometió a poner fin al proyecto, pero afirmó que reiniciaría en el DOJ los programas de formación sobre el sesgo implícito que se detuvieron con Trump.

Garland también ha indicado en su comparecencia ante el Congreso de EE. UU. que el recientemente nombrado fiscal general adjunto para la división de Seguridad Nacional del DOJ, Matt Olsen, está planeando una revisión de todos los programas bajo sus competencias, igual que ha señalado Hornbuckle, el portavoz del DOJ, cuando MIT Technology Review pidió por primera vez algunos comentarios. Sin embargo, Hornbuckle no respondió a preguntas de seguimiento sobre si esa revisión iba a abordar críticas específicas dirigidas a la Iniciativa China.

El DOJ continúa anunciando nuevas acusaciones y avanza con los enjuiciamientos en curso, mientras que la Oficina para Políticas de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca está considerando una directiva presidencial de Trump sobre el fortalecimiento de la seguridad de la investigación financiada con fondos federales.

Mientras tanto, las personas atrapadas en la Iniciativa China se han visto obligadas a lidiar con el daño causado a sus vidas y a sus carreras, incluso cuando sus casos finalmente acabaron desestimados.

A Hu, el profesor absuelto después del juicio nulo, le ofrecieron su antiguo trabajo en la Universidad de Tennessee-Knoxville. Sin embargo, él tiene nacionalidad canadiense y aún no está claro si se le permitirá permanecer y trabajar en Estados Unidos. MIT Technology Review descubrió que algunos ciudadanos estadounidenses y chinos que tenían la intención de permanecer en EE. UU. se han ido al extranjero, principalmente a China, y otros que fueron despedidos por sus empleadores estadounidenses están llevando a cabo sus investigaciones en otros lugares, en algunos casos dirigiendo los laboratorios por los que antes fueron acusados de ocultar su afiliación.

El profesor de la Escuela de Negocios Sloan del MIT Yasheng Huang, que ha hablado sobre muchos casos de la Iniciativa China, cree que los efectos a largo plazo de estas investigaciones apenas han empezado a notarse. Y concluye: "Hemos visto historias de jóvenes estudiantes de doctorado que no tienen ninguna intención de postularse para un trabajo en Estados Unidos: quieren ir a Europa o a Asia. No quieren quedarse en Estados Unidos. Algunas de estas personas son las mejores y las más brillantes en sus campos. Estados Unidos está perdiendo a algunas de sus personas más talentosas que se van a otros países debido a la Iniciativa China. Eso es malo para la ciencia y para Estados Unidos".

*Este reportaje cuenta con información de Tate Ryan-Mosley, Bobbie Johnson, Patrick Howell O'Neill, Alyssa Wickham y John Emerson.

Tecnología y Sociedad

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