Las gafas inteligentes, que cuestan unos 250 euros, permiten grabar y compartir imágenes y vídeos cortos, escuchar música y realizar llamadas. Su lanzamiento representa el primer paso para crear el metaverso de Zuckerberg y su vigilancia silenciosa alterará nuestra relación con el espacio y la gente
A principios de septiembre, Facebook lanzó unas nuevas gafas de 299 dólares (254 euros), las Ray-Ban Stories. Los interesados pueden usarlas para grabar y compartir imágenes y vídeos cortos, escuchar música y realizar llamadas. Las personas que las compren pronto podrán estar en espacios públicos y privados, fotografiando y grabando al resto de nosotros, y usando la nueva app View de Facebook para clasificar y subir ese contenido.
Mi problema con las gafas reside, en parte, en lo que son ahora, pero, sobre todo, en lo que se convertirán y cómo eso transformará nuestro entorno social.
¿Cómo nos sentiremos con nuestra vida pública, sabiendo que las personas que nos rodean podrían usar esta tecnología de vigilancia sigilosa en cualquier momento? La gente ha grabado a otros en público durante décadas, pero la detección de esa acción se ha vuelto más difícil, y las nuevas gafas de Facebook lo complicarán aún más, ya que llevan la marca Ray-Ban.
El legado de confianza de esa marca podría hacer que las gafas de Facebook atraigan a muchas más personas que las Snap Spectacles y otras gafas con cámara. (Facebook también tiene aproximadamente 2.000 millones de usuarios más que Snapchat). Facebook puede aprovechar la cadena de suministro global y la infraestructura de las tiendas minoristas de Luxottica, la empresa matriz de Ray-Ban. Esto significa que el producto no tendrá que lanzarse poco a poco, podrá hacerlo a nivel global.
Las gafas de Facebook podrían volverse especialmente populares durante estos tiempos de pandemia, ya que ofrecen una forma de grabar imágenes y sonidos sin necesidad de tocar el teléfono o cualquier otra superficie. También podrían tener éxito entre los padres que necesitan prestar atención a sus hijos, pero que también quieren capturar algunos momentos espontáneos.
A primera vista, grabar con las gafas de Facebook puede no parecer muy diferente a tomar una foto o un vídeo con un teléfono inteligente. Sin embargo, la forma en la que las gafas cubren los ojos del usuario y generan fotos y vídeos desde el punto de vista de esa persona altera lo que esa actividad significa para la gente.
Con este producto, Facebook reclama el rostro como propiedad de su tecnología. Las gafas se convertirán en un visor perpetuo, priorizando la perspectiva de cada usuario sobre la experiencia de pertenecer a algún grupo. Como resultado, las personas que las usan pueden sentirse más atraídas a capturar escenas desde su perspectiva única que a participar en la actividad del grupo. Además, ya que más de una persona podría usar las gafas a la vez en un grupo determinado, este efecto se podría multiplicar y la cohesión social se podría fragmentar aún más.
A principios de este año, escribí un artículo sobre ética con la especialista de la Universidad de Montfort (Reino Unido) Catherine Flick, que se publicó en el Journal of Responsible Technology en mayo de 2021. Argumentamos que el despliegue desenfrenado de "gafas inteligentes" plantearía serias cuestiones imprevistas sobre el futuro de la interacción social pública.
Las Ray-Ban Stories representa un paso hacia visión de Facebook a largo plazo de Mark Zuckerberg de construir y participar en el "metaverso". El capitalista de riesgo Matthew Ball describe el metaverso como un espacio de "interoperabilidad sin precedentes" con una economía integrada y fluida. Zuckerberg lo definió como un espacio compartido que unifica muchas empresas y experiencias mediadas, incluido el mundo real, virtual y aumentado.
Zuckerberg se refiere a las Ray-Ban Stories como "un hito en el camino" hacia las gafas inmersivas de realidad aumentada (RA). En 2020, Facebook anunció el Proyecto Aria, que usa gafas de RA para mapear el terreno de algunos espacios privados y públicos. Este esfuerzo de mapeo tiene como objetivo acumular información de geolocalización y propiedad intelectual para satisfacer las necesidades de datos de los futuros usuarios de gafas de realidad aumentada, y probablemente avanzar en la contribución de metaverso de Facebook. Como mencionó Zuckerberg en un vídeo en el que presenta las Ray-Ban Stories, su plan aspira a sustituir los teléfonos móviles por las gafas inteligentes de Facebook.
Las gafas ofrecen diferentes señales sociales a las de los teléfonos inteligentes. Sabemos quién habla por teléfono porque podemos vemos el dispositivo en las manos. Detectar quién lleva estas gafas será más difícil. El experimento de Google Glass falló, en parte, porque tenía un aspecto diferente a las gafas normales y fácilmente pudimos identificar y evitar a quienes las usaban. Pero las Ray-Ban Stories se parecen mucho a las Ray-Ban normales.
Con Ray-Ban Stories, no siempre sabremos quién está grabando, cuándo ni dónde, ni qué pasará con los datos recopilados. Una pequeña luz indica que las gafas están grabando, pero no es visible desde lejos. Se escucha un bajo sonido de "obturador" cuando la persona que usa las gafas toma una foto, pero los demás no lo pueden escuchar tan fácilmente. Incluso si lo perciben, el hecho de no saber lo que alguien pretende hacer con la grabación podría preocupar a cualquiera interesado en la privacidad.
La app View de Facebook "promete ser un espacio seguro", según una reseña, pero subir datos a través de la app View a otras apps de Facebook no deja claro qué políticas de privacidad se aplican y cómo se podría usar el contenido que graban las gafas. Las personas que usan Ray-Ban Stories también podrían estar sujetas a vigilancia adicional. La app View establece que los comandos de voz de un usuario se pueden grabar y compartir con Facebook para "mejorar y personalizar la experiencia [del usuario]". El usuario debe elegir la opción de desactivarlo para evitar esto.
Cuando algunas (pero no todas) de las personas con las que interactuamos se pongan sus Ray-Ban Stories, es posible que no podamos cooperar completamente entre nosotros. Puede que no queramos que nos graben. O si no poseemos las gafas de Facebook, o no usamos Facebook, es probable que no podamos participar en las actividades sociales de la misma manera que aquellos con Ray-Ban Stories.
Hasta la fecha, Facebook no había tenido ningún dispositivo portátil de hardware de consumo en el mercado que funcione con un teléfono móvil y software de back-end, y está claro que es nueva en esto. Enumera solo cinco normas de "responsabilidad" para las personas que compran las gafas. Creer que la gente realmente las cumplirá es ingenuo o muy optimista.
Estas gafas son el primer paso de Facebook hacia la construcción de un ecosistema completo de hardware para los próximos intentos de la empresa de crear el metaverso. Con Ray-Ban Stories, Facebook ha adquirido nuevas capacidades para recoger datos sobre el comportamiento y la ubicación de las personas y el contenido, aunque la compañía aún no utiliza esa información, pero sí trabaja para lograr objetivos más ambiciosos.
Mientras Facebook realiza una enorme prueba beta en nuestros espacios públicos, las personas preocupadas estarán aún más en guardia e, incluso, podrían tomar medidas evasivas, como usar sombreros o gafas, o alejarse de cualquier persona que use las gafas Ray-Ban. Si Facebook añade reconocimiento facial en el futuro, como se dice que está considerando la compañía, la gente tendrá que encontrar nuevas contramedidas. Esto nos roba la paz.
Las Ray-Ban Stories ya está a la venta en EE. UU., Canadá, Reino Unido, Irlanda, Italia y Australia. La forma en la que las personas usan y responden al dispositivo variará enormemente entre los países que tienen diferentes normas sociales, valores, leyes y expectativas sobre la privacidad. Facebook podría ser una de las primeras empresas en implementar las gafas inteligentes con cámara, pero no será la última. Muchas otras versiones van a seguir su camino, y tendremos que estar atentos no solo a las Ray-Bans, sino a todo tipo de dispositivos que nos grabe de formas más sutiles.
Ahora sal y cómprate unas grandes gafas negras,
con el cristal tan oscuro que ni siquiera sabrán tu nombre,
y la elección depende de ti porque vienen en dos tipos,
con brillantes de imitación o gafas de sol baratas.
—ZZ Top