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Inteligencia Artificial

El copiloto invisible de Toyota te quitará el control del volante cuando estime

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El fabricante japonés trabaja con entornos simulados para desarrollar un sistema de conducción semiautónoma capaz de tomar el control ante situaciones de peligro

  • por Will Knight | traducido por Teresa Woods
  • 11 Abril, 2016

Toyota no sólo quiere que su coche se conduzca solo; quiere que asuman el control del volante cuando conduzca y evitar que se estrelle.

Los investigadores de Toyota están desarrollando lo que llaman un sistema de "ángel de la guarda" que asumirá automáticamente el control de un vehículo, o ajustará sutilmente las acciones del conductor, para evitar situaciones de peligro. A diferencia de otras empresas que trabajan en los coches autónomos, el fabricante automovilístico japonés concibe la combinación de conducción autónoma y humana como un paso clave hacia la autonomía total.

"De la misma manera que funcionan los sistemas antibloqueo de los frenos y el frenado de emergencia, existe un conductor virtual que intenta asegurar que no sufras un accidente al quitarte temporalmente el control", explica el CEO del Instituto de Investigación de Toyota (TRI por sus siglas en inglés), Gill Pratt, una empresa que el fabricante creó el año pasado con 1.000 millones de dólares (unos 879 millones de euros) de inversión destinados a investigaciones sobre conducción autónoma, inteligencia artificial y robótica.

Pratt anunció el esfuerzo del ángel de la guarda, además de los planes de crear una nueva instalación de TRI cerca de la Universidad de Michigan en Ann Arbor (EEUU), durante una ponencia en una conferencia celebrada la semana pasada en San José (EEUU).

El enfoque de Toyota suscita nuevos retos, especialmente en cuanto al entendimiento y la gestión de los comportamientos de conductor. La empresa tiene planes de probar la tecnología en un enorme simulador de movimiento cerca del Monte Fuji en Japón. El simulador muestra escenas callejeras de "conductor" realistas, desplazándose dentro de un hangar del tamaño aproximado de dos campos de fútbol. Esto posibilitará comprobar cómo responde la gente en escenarios de colisión. "Nuestro plan consiste en comprobar cómo responden los humanos cuando el coche asume temporalmente el control porque sabe mejor qué hacer", explica Pratt. "Hasta ahora, el volante siempre ha apuntado en la misma dirección que la dirección que siguen las ruedas; hasta ahora, esto siempre ha sido así".

Foto: Un simulador de conducción creada por Toyota cerca del Monte Fuji en Japón. Crédito: Toyota Research Institute.

Las prestaciones de conducción autónoma desarrolladas por otras empresas, incluidas Google y Tesla, se activan o desactivan al completo. Sin embargo, muchas tecnologías de seguridad existentes, incluida la dirección asistida, la prevención de desviación de carril y el frenado automático, representan buenos ejemplos de autonomía parcial.

Un enfoque más gradual podría tener ventajas, porque puede resultar difícil realizar una transición desde la autonomía total al control por parte del conductor. Algunos experimentos han demostrado que les puede llevar ocho segundos o más a los conductores humanos recobrar la atención.

Pratt también sugirió que Toyota empleará un enfoque computacional distinto. Durante su ponencia, señaló que los coches autónomos existentes emplean ordenadores que consumen miles de vatios. Para lograr una eficiencia mayor, Pratt dijo que Toyota podría utilizar chips neuromórficos, una arquitectura que procesa los datos en paralelo en lugar de secuencialmente, como los ordenadores convencionales.

TRI contratará alrededor de 50 personas para el nuevo instituto en Ann Arbor que colaborará con investigadores de la Universidad de Michigan en los coches autónomos y la robótica.

TRI, que ya dispone de instalaciones en Palo Alto, California (EEUU) y en Cambridge, Massachusetts (EEUU), probará prototipos de sus vehículos en las tres ciudades, según Pratt. Pero el equipo de Ann Arbor también usará una instalación especializada de pruebas de conducción, llamada MCity, que puede ser utilizada para imitar distintos escenarios (ver 'Peatones suicidas' pondrán a prueba los coches sin conductor).

Aunque Toyota lleva más de una década investigando las tecnologías relacionadas con los coches autónomos, va por detrás de Google y algunos fabricantes automovilísticos en lo que a pruebas de carretera se refiere. Resulta importante porque se necesitan datos reales de conducción para entrenar los algoritmos que controlan los vehículos autónomos. No obstante, Pratt afirma que se puede complementar los entrenamiento del mundo real con pruebas realizadas en entornos simulados. Ha dicho anteriormente que los coches autónomos de Toyota necesitarán cubrir más de un billón de kilómetros antes de poder utilizarse en el mundo real, y la simulación ofrece una manera de lograrlo.

Otras empresas, incluida Google, han hablado acerca de realizar pruebas simuladas. Y algunos investigadores académicos han demostrado el valor del uso de unos entornos virtuales altamente realistas para entrenar los algoritmos de la conducción autónoma (ver Jugar a videojuegos te puede hacer más listo, si eres una inteligencia artificial).

Pratt y el director técnico de TRI, James Kuffner, dijeron que el escenario ideal sería que todas las empresas que trabajan en los coches autónomos compartiesen los datos que están amasando - tanto mediante pruebas reales como virtuales - para que los demás puedan aprender de ellos. "En el espíritu de la seguridad - cuando es un bien común - creemos firmemente que debemos colaborar", declara Pratt.

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