Foto: El 184, mostrado aquí en forma de una representación computarizada, tiene una cabina cerrada para que los pasajeros se encuentren cómodos incluso cuando vuelen a cientos de metros sobre el suelo.

Los asistentes a la conferencia CES en Las Vegas (EEUU) tendrán una oportunidad de imitar a Los Supersónicos: podrán subir a bordo de un dron cuadricóptero.

El 184, desarrollado por el fabricante chino de drones Ehang, es un cuadricóptero de unos 200 kilos con una zona de asientos cerrada para pasajeros humanos. Puede llevar a una persona durante unos 6,25 kilómetros, o hasta 23 minutos, a velocidades cercanas a los 40 kilómetros por hora, según el cofundador y director de Marketing de Ehang, Derrick Xiong. Y al igual que un dron pequeño, es capaz de volar a altitudes de hasta1,3 kilómetros, aunque las regulaciones seguramente los mantengan por debajo de los 60 metros.

Si se siente tentado de salir a comprar un 184, tenga en cuenta que probablemente costarán entre 200.000 y 300.000 dólares (entre unos 185.000 y 277.000 euros), alejándolos del alcance del individuo medio por ahora. Ehang sí tiene planes de empezar a enviarlos este año, y se está preparando para empezar a aceptar pedidos anticipados.

"Es un producto comercial que viene no sólo con lo básico sino también incluye un sistema de seguridad y hasta aire acondicionado", explica Xiong.

Foto: El 184 puede llevar a una persona durante unos 6,25 kilómetros, o durante 23 minutos, a velocidades cercanas a 40 kilómetros por hora.

Construir un dron lo suficientemente grande para llevar a una persona no difiere mucho de construir un pequeño cuadricóptero de consumo. El 184 vuela con cuatro brazos y coloca la mayor parte del peso en el centro. Hecho de fibra de carbono ligera, el dron despega y aterriza de forma vertical y se alimenta con baterías. Según Xiong, uno de los cambios más importantes se encuentra en el software, donde un conjunto nuevo de algoritmos de control de vuelo supervisan la velocidad de los enormes rotores del dron.

El 184 no es el primer cuadricóptero en el que se puede montar. El Volocopter de 18 rotores lleva pasajeros desde 2011, aunque tiene que ser pilotado manualmente. Lady Gaga llegó a volar suspendida de un gran dron en una fiesta de lanzamiento de uno de sus discos. En agosto, un ingeniero holandés reveló un cuadricóptero de campo abierto que puede llevar a una persona durante 10 segundos.

Ehang cree que los primeros usuarios del 184, que cuesta casi lo mismo que un helicóptero básico, podrían utilizarlo como una atracción para turistas o como transbordador entre lugares de difícil acceso, como islas. Podría servir para muchos de los mismos casos de uso que los pequeños drones y helicópteros de consumo, como la entrega de personas y suministros a emplazamientos remotos o para labores del socorro aéreo de personas heridas. La navegación es tan sencilla como introducir una dirección en Google Maps.

No está claro exactamente cómo un vehículo como el 184 se regularía en China, ni en ningún otro lugar, pero Xiong dijo que Ehang está trabajando con los alcaldes de ciudades de varios países para que consideren la tecnología. Al igual que los coches autónomos y los drones de consumo, probablemente requerirá nueva legislación.

La confianza del público representa una importante barrera para la adopción de tecnologías como el 184, según el director del Laboratorio de Sistemas Inteligentes de la Universidad de Stanford (EEUU) Mykel Kochenderfer. Los usuarios han de confiar en la fiabilidad del chasis del vehículo, su sistema de propulsión y su resistencia a la piratería informática. En general, resulta difícil prever cada fallo posible.

"No obstante, estoy seguro de que habrá algunos entusiastas usuarios precoces; queda por ver si eso será suficiente para que despegue el negocio", dice Kochenderfer. "La NASA lleva ya algún tiempo apoyando investigaciones sobre conceptos futuros para vehículos aéreos personales y la autonomía, pero llevará algún tiempo para que se extienda esta tecnología".