Inteligencia Artificial
Los 'robotrabajadores' no deben parecer más listos que sus compañeros humanos
Generar una reacción positiva sobre clientes y trabajadores humanos es vital para que los robots se integren en el entorno laboral
Foto: Este robot, desarrollado por Clearpath Robotics, puede transportar pesadas cargas dentro de una fábrica o un almacén.
Puede que los profesionales desde el personal de almacén hasta los conserjes de los hoteles pronto se encuentren con que uno de sus compañeros de trabajo es un robot.
Mientras que Amazon ha sido pionero en el uso de robots en sus centros de cumplimiento, en general sus autómatas siguen estando aislados de los trabajadores humanos (ver Descubre los misterios de las entrañas de Amazon). La próxima generación de robotrajadores colaborará más estrechamente con los operarios corrientes. Algunos reemplazarán a los humanos por completo, pero la mayoría simplemente asumirá las tareas más mundanas del trabajo de los humanos.
Clearpath Robotics, una empresa radicada en Ontario (Canadá) lanzó una plataforma robótica diseñada para asumir el trabajo realizado por los conductores de las carretillas elevadoras dentro de los almacenes y las fábricas. El sistema de la empresa, llamado Otto, estuvo expuesto en la conferencia RoboBusiness celebrada la semana pasada en San José, California (EEUU). Varias empresas están probando el sistema, incluida General Electric, que también ha invertido en Clearpath.
Como primer paso, hay que conducir a Otto por el almacén, para que sus sensores de láser puedan mapear el entorno. Entonces el usuario puede cargar el sistema con objetos pesados y mandarle que se desplace de un lugar dentro del almacén a otro. Y Otto evitará los obstáculos, incluidas las personas, mientras navega.
Otro nuevo robot expuesto en la conferencia, de Fetch Robotics, con sede en San José, seguirá a los trabajadores de almacén con una caja, ayudándoles a recoger artículos de las estanterías. Una vez que se haya llenado la caja, el robot se alejará rodando, y otro le reemplazará.
Melonee Wise, la fundadora de Fetch Robotics, dice que se tiene que estudiar con mucho cuidado cómo los demás trabajadores reaccionarán ante un robot (ver Innovadores Menores de 35: Melonee Wise). "Así que juega a nuestro propio favor asegurar que esa interacción sea lo más fácil y placentera posible", dice. "Si no quieren trabajar con nuestro producto, entonces no llegará muy lejos, por muy bueno que sea".
Otra versión del robot de Fetch Robotics tiene un torso y un sólo brazo. Ese robot está destinado a reemplazar un trabajador humano, recogiendo productos en concierto con un robot portacajas.
La interacción entre los robots y los humanos, que hace ya algún tiempo representa un importante área dentro de las investigaciones académicas, ahora está cobrando una mayor relevancia comercial. Wise dice, por ejemplo, que las investigaciones demuestran que cierta forma de cabeza puede resultar intimidante, y que una interfaz de voz puede fomentar ciertos tipos de interacciones. "Cuando los robots hablan, esto transmite cierto nivel de inteligencia, y la gente empieza a pensar que el robot es más listo que ellos, por lo que están menos predispuestos a ayudar al robot", explica. "Cuando el robot utiliza señales no verbales, las personas están mucho más predispuestas a ayudar".
Otras start-ups robóticas han descubierto extraños retos con los robots diseñados para colaborar con personas.
Una empresa llamada Fellow Robots, también de San José, ha desarrollado un sistema móvil que se ofrece a ayudar a los clientes de una tienda. El robot cuadrado, sin brazos y con ruedas se está probando en una ferretería cercana además de probarse en otros emplazamientos sin especificar. El sistema se desplaza por la tienda, y los clientes lo pueden utilizar para buscar productos mediante comandos de voz o la pantalla táctil. Una vez que el robot haya localizado un artículo, guiará al cliente hasta su ubicación dentro de la tienda.
Colin Ritchie, el director de Desarrollo de Negocio de Fellow Robots, dice que inicialmente existía una preocupación entre los empleados de que el robot fuera a eliminar algunos puestos de trabajo, aunque esto se convirtió en la comprensión de que el robot sólo asumiría las partes más aburridas de sus labores, dice.
Pero no sólo los trabajadores interactuarán con los robots, y el comportamiento de los clientes puede resultar difícil de predecir. El diseño original del robot era humanoide, explica Ritchie, pero las pruebas con usuarios demostraron que esto desconcertaba a algunas personas. "Si el diseño es demasiado humanoide, las personas se resistirán", dice. "Ahora se parece más a un Dalek amigable" (Dalek es una raza mutante extraterrestre ficticia de la serie británica de ciencia ficción Doctor Who).
Por todas las preocupaciones acerca de la eliminación de puestos de trabajo, y a pesar del destino de Hitchbot (un sencillo robot que se hizo famoso por sus viajes de autostop por Canadá y Europa, y que fue destruido por vándalos en Filadelfia, EEUU), existen pocos ejemplos de personas que reaccionen muy mal ante los nuevos tipos de robots.
Savioke, una empresa que ha desarrollado un robot que lleva artículos hasta las habitaciones de los hoteles que ya se ha desplegado en varios lugares de California, ha descubierto que a la mayoría de los huéspedes de hotel les encanta utilizar este robot, afirma Adrian Canoso, que diseñó tanto la máquina como el software. Un conserje coloca un artículo en una caja incorporada al robot y deja que encuentre el camino hasta la habitación adecuada. También pide una evaluación y baila cuando recibe una puntuación de cinco estrellas.
Canoso dice que sólo se produjo un incidente, muy al principio, cuando un huésped aparentemente borracho volcó al robot de un empujón, para el desagrado del personal del hotel. Pero señala que esta persona podría haberse comportado igual de mal con un empleado de carne y hueso.