Su sistema de detección de obstáculos para invidentes que reduce las colisiones en un 95% está hecho a su medida y a la de su bosillo
"En 2005, era alumno del Instituto India de Tecnológica en Nueva Dehli (India). Como parte de un curso de diseño de soluciones para retos cotidianos, visitamos la Asociación Nacional de los Ciegos en Delhi. Escuchamos historias acerca de cómo personas ciegas se lesionan al desplazarse – chocándose con ventanas abiertas, ramas de árbol o vehículos. Crea tanto miedo que son reticentes a salir de casa sin asistencia.
Estos sensores ultrasónicos detectan obstáculos. Arriba: El dispositivo vibra con patrones que indican la distancia entre el usuario y los obstáculos. Abajo: El sistema al completo incluye un bastón plegable que se puede guardar fácilmente. También puede montarse sobre un bastón tradicional.
Nosotros ideamos un sistema de sensores montados en un bastón. Para finales del primer año, disponíamos de un prototipo básico que empleaba ultrasonidos para detectar y vibraciones para transmitir la información al usuario. Podías ver la sonrisa de los usuarios una vez que detectaban un obstáculo, y ¡muchos se negaron a devolvernos el prototipo!
Trabajamos conjúntamente con ellos desde el principio. Insistieron en que el dispositivo tenía que ser pequeño, si se cae no debe romperse, y debería permitir cualquier estilo de empuñarse o sujetarse. Tiene que detectar todo, desde señales, personas, vehículos aparcados y hasta animales de ganado que bloqueen el camino – y también responder a los obstáculos que se acerquen a gran velocidad.
Las mujeres nos dijeron que querían que el dispositivo fuera lo suficientemente pequeño como para plegarse y guardarse en el bolso. Y debatieron acerca del color. ¿Por qué? Porque se lo enseñarían a otras personas y les preguntarían: '¿Estoy elegante con esto?' Los hombres querían saber si impediría tocar o chocarse con otras personas; nos contaron historias de mujeres que se giraron para abofetearlos después de tales accidentes. No quieren tener que decir: 'Ay, disculpe, no la ví'. Se trata de la dignidad, además de la seguridad cotidiana. A veces los ingenieros obviamos el lado humano de una tecnología así.
Terminamos con un accesorio estilizado con forma de mango que se coloca en un bastón blanco tradicional. Cuando lo probamos en 2012 observamos que los usuarios sufrían un 95% menos de colisiones. El SmartCane sólo cuesta unos 50 dólares (unos 45 euros) y ya unos 10.000 personas lo llevan. Nuestro objetivo es llegar a un millón de personas o más en todo el mundo.
Es un producto para las personas – una tributo modesto al Mahatma, que inspiró a los innovadores para aprovechar la ciencia y la tecnología en beneficio de las masas."
—Declaraciones para David Talbot. Traducido por Teresa Woods
Conoce al resto de los 'MIT Technology Review' Innovadores menores de 35 globales 2015