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Una película transparente convierte casi cualquier superficie en una pantalla táctil

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Un material elástico hecho de nanobrotes de carbono facilita la instalación de sensores táctiles en dispositivos flexibles

  • por Kevin Bullis | traducido por Francisco Reyes
  • 10 Diciembre, 2014

Foto: Una película flexible de plástico hecha de nanobrotes de carbono podría usarse para crear nuevas aplicaciones con pantallas táctiles.

Unas películas transparentes con nanobrotes de carbono, unos tubos moleculares de carbono con apéndices en forma de bola, podrían convertir casi cualquier superficie, sea cual sea su forma, en un sensor de contacto.

Las películas fueron desarrolladas por una start-up finlandesa, Canatu, y por ejemplo podrían utilizarse para agregar controles táctiles a consolas y cuadros de mando curvados en automóviles. Las películas son robustas y se pueden doblar varias veces alrededor de algo tan delgado como el cable de unos auriculares, así que podrían ser útiles para añadir botones a dispositivos flexibles.

Las pantallas táctiles se fabrican normalmente superponiendo una lámina transparente de óxido de indio y estaño sobre una pantalla. Sin embargo, este material es frágil y no se puede utilizar en otra cosa que no sea una superficie plana. Desde hace tiempo una de las alternativas más prometedoras son los nanotubos de carbono individuales, ya que conducen muy bien la electricidad. Sin embargo, los nanotubos de carbono tienen un mal rendimiento en las pantallas táctiles debido a las malas conexiones eléctricas entre los distintos nanotubos. Los nanobrotes de carbono resultan mejores porque sus apéndices, similares a esferas, son particularmente eficaces a la hora de emitir electrones, lo que mejora las conexiones eléctricas.


Un nanobrote está hecho de un tubo de átomos de carbono con un apéndice en forma de brote.

Canatu está desarrollando 40 prototipos de producto. Recientemente, ha construido su primer equipo de fabricación a gran escala que puede producir suficiente película para cubrir cientos de miles de pantallas táctiles de teléfonos inteligentes cada mes. El próximo año la compañía planea instalar suficientes máquinas para abastecer a millones de smartphones.

Hasta ahora las películas con nanotubos de carbono han sido demasiado caras como para producirlas comercialmente. Los fundadores de Canatu, investigadores de la Universidad Aalto en Finlandia, mejoraron las conexiones eléctricas entre los nanotubos de carbono mediante la modificación de su forma y encontraron una forma de producir películas de nanobrotes a bajo coste.

Crear películas de nanotubos de carbono de forma convencional es un proceso complejo que requiere costosas etapas de purificación que a veces pueden dañar los nanotubos. El enfoque de fabricación de Canatu empieza utilizando unos gases con carbono que se convierten directamente en nanobrotes y se depositan para crear una película transparente en un solo paso, sin necesidad de purificación.

No obstante, el material no es adecuado para uso en todas las aplicaciones. Por ejemplo, la conductividad no es lo suficientemente alta para pantallas de gran tamaño.

Sin embargo, las películas de nanobrotes se pueden estirar sobre una superficie, señala el vicepresidente de marketing y ventas, Erkki Soininena, y a veces más de un 200% sin perder demasiado rendimiento. La mayoría del resto de pantallas táctiles sólo se pueden estirar un pequeño porcentaje. El material se estira porque los nanobrotes de carbono son capaces de deslizarse unos sobre otros manteniendo al mismo tiempo un buen contacto eléctrico.

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