Mycestro es un dispositivo que se agarra al dedo para controlar el cursor del ordenador, pero se hace pesado y torpe
Foto: El Mycestro se coloca en el dedo y traduce el movimiento al cursor.
Cuando oí hablar por primera vez del Mycestro, un pequeño ratón de ordenador que se coloca en el dedo índice y que se controla moviendo los dedos como un director de orquesta, me reí. Me parecía rarísimo.
Después me puse a pensar en cuánto tiempo me paso cada día usando un ratón de ordenador tradicional y me hizo darme cuenta de que quizá no fuera tan mala idea cambiar mi rutina con el ratón. A lo mejor podría hacer que algunas tareas fueran más eficientes o reducir la tensión que siento en los hombros después de pasarme horas delante de un ordenador. Y tal vez sería más fácil de usar que otros dispositivos de control por movimiento, como Leap Motion, que colocas en el escritorio y detecta los gestos de las manos. El dispositivo, llamado Mycestro (pronunciado "maestro"), comenzó como un proyecto de Kickstarter en 2013 y ahora se vende en internet por 149 dólares (121 euros).
Pasé varios días usando el dispositivo un par de horas cada vez. Lo usé para controlar todo tipo de actividades: ver vídeos, escuchar música, jugar juegos, investigar historias, enviar correos electrónicos y escribir esta crítica.
En mi opinión, Mycestro varía entre frustrantemente inútil hasta sorprendentemente fácil. Al principio pasé mucho tiempo sintiéndome más patán que maestro y no me fue fácil conseguir que el cursor fuera justo donde quería. Sin embargo, poco a poco empecé a acostumbrarme a esta extraña nueva combinación "dedo-ratón". Aunque nunca llegué a sentirme totalmente cómodo con el dispositivo: era demasiado torpe y a veces incómodo.
Después de más de dos décadas usando un ratón bajo la mano, es difícil acostumbrarse a uno que se te agarra al dedo. El Mycestro es como un voluminoso anillo futurista: tiene unos 4,5 centímetros de largo y parece una especie de punta de flecha sobre el dedo índice (sólo el derecho, por ahora). El lado más cercano al pulgar incluye un área táctil y tres pequeños botones para hacer scroll, seleccionar y hacer clic.
Para usar el Mycestro conectas en un puerto USB del ordenador un pequeño dispositivo Bluetooth que viene con el ratón. Luego te pones el anillo, tocas con el pulgar en cualquier parte del área táctil y empiezas a mover la mano para que se mueva el cursor.
Al principio es emocionante: mueves la mano de izquierda a derecha, de arriba abajo, en diagonal, haciendo un arco frente a ti, y el Mycestro responde inmediatamente, interpretando tus gestos como los movimientos del cursor en la pantalla. Hubo muy pocos retrasos y la empresa que lo fabrica, Innovative Devices, asegura que debería funcionar a una distancia de hasta 30 pies (9 metros).
Aunque el Mycestro sólo pesa media onza (14 gramos), empecé a notar el peso y el volumen realmente rápido. Llevarlo puesto aproximadamente más de media hora mientras escribía no fue nada fácil. Nunca llegué a poder escribir cómodamente con el dedo índice mientras lo tenía puesto.
En general, veo la utilidad de Mycestro mientras viajas si no te gusta usar un trackpad y no tienes espacio para un ratón normal, o mientras te tomas un descanso después de estar sentado en tu escritorio. Pero a menos que alguien me arranque mi fiel ratón de debajo de la mano, el Mycestro no lo va a sustituir completamente.