Ha logrado dar 'vida' a sensores y dispositivos que carecen de batería
Las necesidades de energía de los dispositivos móviles han impedido que se generalice el uso de sensores baratos capaces de hacer un seguimiento de nuestras casas, el entorno y las infraestructuras físicas, por ejemplo los puentes. Shyam Gollakota tiene una solución ingeniosa, una forma de que estos dispositivos inalámbricos operen sin baterías.
Los prototipos de Gollakota usan la niebla invisible generada por el ruido de ondas de radio que nos rodean de televisiones, torres celulares y otras fuentes, como fuente de energía y forma de comunicación. Absorbiendo y reflejando esas señales que hay en nuestro entorno, los dispositivos pueden enviarse mensajes unos a otros e incluso conectarse a internet.
Cuando Gollakota se convirtió en profesor adjunto del Laboratorio Inalámbrico de la Universidad de Washington (EEUU) en 2012, se unió a un equipo que ya estaba trabajando para crear formas de usar las ondas de radio ambientales como fuente de energía. El grupo había encontrado formas de proporcionar energía a sensores sencillos como los que se usan para medir la temperatura y la humedad ambientales. Pero poder transmitir esos datos es un desafío mayor. Los dispositivos creados por el grupo almacenaban el hilillo de energía cosechada y de vez en cuando podían enviar datos usando un transmisor.
Gollakota se dio cuenta de que había una solución mejor que pasaba por prescindir del transmisor convencional, que consume mucha energía. Sus dispositivos sin batería (su último prototipo es del tamaño de una tarjeta de crédito) tienen antenas para reflejar y absorber las señales de radio del ambiente. En el modo absorción recogen energía suficiente para chips, sensores, LED e incluso pantallas en blanco y negro. En el modo de reflexión de ondas, dispersan las señales de radio ambientales de tal forma que los dispositivos cercanos las pueden detectar . El diseño permite desplegar sensores sin batería u otros dispositivos prácticamente en cualquier sitio con muy poco coste, explica Gollakota.
Sus últimos prototipos pueden enviar y recibir señales más allá de 20 metros y entre las distintas habitaciones de un edificio. También pueden conectar con internet comunicándose hasta al wifi de smartphones o routers domésticos a una distancia de hasta 2 metros.
Gollkota cree que sus diseños recolectores de energía permitirán que las ondas de radio ambientales sirvan dar electricidad a dispositivos espartanos. En muchas partes del mundo no hay fuentes de electricidad fiables pero sí una fuerte cobertura móvil. Incluso "un ordenador primitivo o un dispositivo que sólo sea capaz de enviar correos electrónicos recogiendo estas señales", afirma, podría ser muy valioso.
—Tom Simonite
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