Una 'start-up' podría generar energía solar más barata que los combustibles fósiles, pero para ello necesita aumentar su capacidad de producción
El multimillonario fundador de Tesla y emprendedor espacial Elon Musk anunció la semana pasada que Solar City, la empresa de instalación solar que preside, tiene planes de adquirir una start-up llamada Silevo por 200 millones de dólares (y otros 150 millones más si la empresa cumple ciertos objetivos, lo que suponen 146 y 110 millones de euros respectivamente). Y con su descaro típico afirmó que tiene intención de construir una inmensa fábrica para producir los paneles solares ultraeficientes de Silevo, una estrategia que según él hará que la energía solar sea "mucho más barata" que la energía derivada de los combustibles fósiles.
Solar City es uno de los instaladores que más han crecido en Estados Unidos, en gran medida como consecuencia de un innovador modelo de negocio que permite a los usuarios domésticos y empresariales evitar cualquier gasto de entrada. Si sus planes funcionan, también se convertirá en uno de los principales productores de paneles solares, con la que será la fábrica más grande de Estados Unidos con diferencia.
Esta adquisición tiene sentido dado que la tecnología de Silevo tiene el potencial de reducir el coste de la instalación de los paneles, el principal negocio de Solar City. Pero la decisión de construir una gran fábrica en EEUU resulta osada, sobre todo teniendo en cuenta los recientes fracasos ante la competencia asiática de otros fabricantes solares con sede en Estados Unidos. Sin embargo en realidad puede que a Solar City le queden pocas opciones, pues tiene que encontrar formas de reducir los costes para seguir creciendo.
Silevo produce paneles solares que son entre un 15% y un 20% más eficientes que los convencionales. Incorporan finas láminas de silicio, que aumentan la eficacia ayudando a los electrones a fluir más libremente fuera del material, y usan electrodos de cobre y no de plata para reducir los costes. Una mayor eficiencia puede dar lugar a muchísimo ahorro en el coste de instalación (que suele ser superior al coste de los propios paneles), porque se harán falta menos paneles para generar una cantidad dada de energía.
Silevo no es la única empresa que produce células solares ultraeficientes. Una versión hecha por Panasonic tiene la misma eficiencia, y SunPower fabrica unas que son significativamente más eficientes (ver "Una nueva célula solar bate el récord de eficiencia enegética en su sector"). Sin embargo, Silevo sostiene que podría fabricar sus paneles al mismo precio que los convencionales si pudiera escalar su capacidad de producción actual de 32 megavatios a la fábrica planeada por Musk, que se espera que produzca mil megavatios o más.
El plan de la fábrica imita una idea introducida por Musk en otra de sus empresas, Tesla Motors, que está construyendo una enorme "gigafábrica" que según Musk reducirá el coste de las baterías para los coches eléctricos. La planta propuesta tiene más capacidad de producción de baterías de ion-litio que todas las fábricas existentes sumadas (ver "Pros y contras de la megafábrica de Tesla" y "Tesla planea empezar a construir su gigafábrica en junio").
Una diferencia clave según el director de la Concentración de Energía y Medioambiente de la Facultad de Relaciones Internacionales y Públicas de la Universidad de Columbia (EEUU), Travis Bradford, es que al menos tres empresas solares más, First Solar, Yingli Solar y Sharp ya han construido fábricas de un gigavatio. Aún así la planta sería mucho más grande que cualquiera de las existentes en Estados Unidos.
Pero no queda claro si Silevo logrará reducir los costes que espera a expensas de la calidad, aunque las subvenciones del estado de Nueva York (EEUU), donde Solar City planea construir su fábrica cerca de la ciudad de Buffalo (EEUU), deberían ser un colchón temporal. Nueva York va a dedicar 225 millones de dólares a infraestructura (unos 165 millones de euros) para la fábrica, lo que podría compensar los daños sufridos por los fabricantes solares estadounidenses debido a las subvenciones que se conceden en sitios como China, según el gobierno de Estados Unidos. Y ya se están negociando más subvenciones.
Además, Solar City quizá tenga que arriesgarse a invertir en una nueva planta de fabricación gigante en Nueva York. Las subvenciones que han permitido a la empresa crecer rápidamente en los últimos años pueden desaparecer pronto. Mientras, las compañías eléctricas podrían empezar a pagar menos a los propietarios de paneles solares por la electricidad que producen, porque cada vez les preocupa más la intermitencia de la energía solar, y el estrés que esto supone para la red eléctrica. Pero Solar City cree que, si la construcción de grandes fábricas para producir paneles solares avanzados reduce los costes, el mercado para los paneles solares podría crecer de forma exponencial.