Una 'start-up' ofrece esta cuota a cambio de la información de tus redes sociales y transacciones con la tarjeta de crédito a cambio de dinero
La start-up Datacoup no será, ni de lejos, la única empresa tecnológica que espera hacerse rica vendiendo información extraída de tus datos personales. Pero quizá sea la única que te ofrece dinero a cambio de la misma.
Datacoup está haciendo una prueba en fase beta en la que la gente recibe 8 dólares mensuales (unos 5,8 euros) a cambio de acceso a una combinación de tus cuentas en las redes sociales como Facebook y Twitter, más las transacciones de una de tus tarjetas de débito o de crédito. La start-up de Nueva York (EEUU) piensa ganar dinero cobrando a las empresas por acceder a las tendencias derivadas de esa información después de quitarle todos los detalles personales.
La mayoría de la gente ya comercia con sus datos personales a diario. Al hacer una búsqueda en Google o usar una tarjeta de fidelización de un supermercado recibes un servicio gratuito o un descuento a cambio de permitir a los anunciantes obtener valiosos rasgos de tu comportamiento. Ahora el director ejecutivo y cofundador de Datacoup, Matt Hogan, afirma ofrecer una forma de que la gente se implique más directamente en el mercado de la información sobre su actividad. "Si un consumidor quiere tomar una decisión informada, debería poder vender sus datos a quien escoja", sostiene.
Hogan afirma que casi 1.500 personas se han apuntado a la fase beta y que dentro de pocos meses el servicio estará abierto a cualquiera. La empresa quizá ofrezca también la opción de compartir datos de dispositivos de registro de la actividad física como el FitBit, o de partes de tu historial de búsquedas web.
Por el momento no ha habido anunciantes que hayan comprado datos a Datacoup, aunque Hogan afirma que las primeros contactos han sido alentadores.
Los datos sobre las costumbres de los consumidores son abundantes. Se acumulan en las bases de datos de las redes sociales, las redes de anuncios y los operadores móviles, entre otros (ver "Anuncios que te persiguen de un dispositivo a otro" y "Cómo consiguen ingresos los operadores inalámbricos gracias a tus movimientos"). Pero Hogan sostiene que lo recogido por Datacoup puede ser especialmente útil para los anunciantes porque pocos proveedores de datos pueden combinar las características de la actividad en línea de alguien con un registro de su actividad de consumo. "Ambas cosas son valiosas; cuando las superpones obtienes aún más valor, y no hay ninguna otra forma de hacerlo más que con el permiso del propio usuario", afirma. La validación de esta idea (y la competencia para Datacoup) viene de la mano de Twitter y Facebook, que trabajan con el bróker de datos Datalogix para ligar la actividad de la gente en las redes sociales con las cosas que compran.
El investigador en economía del comportamiento respecto a la privacidad de la Universidad Carnegie Mellon (EEUU), Alessandro Acquisti, señala que la idea de que la gente comercie con sus propios datos lleva años circulando, pero nunca ha llegado a despegar (ver "Si Facebook puede sacar provecho a tus datos, ¿por qué tú no?"). El autor e informático Jaron Lanier lleva años defendiendo que es injusto que la gente no reciba nada de los beneficios logrados gracias a su propia información.
"Éticamente tiene sentido que sepas qué pasa con tus datos, cómo lo usan las distintas partes y cuáles son las posibles consecuencias", afirma Acquisti. Sin embargo, explica que Datacoup tampoco deja a la gente hacerse con el control de sus datos, dado que Twitter, Facebook y las empresas de tarjetas de crédito con las que conecta conservan esa información y pueden seguir beneficiándose de ella.
Además, quienes decidan aceptar o no el trato ofrecido por la start-up deben aceptar que no lo sabrán todo sobre cómo se usan sus datos. Por ejemplo, habrá quien pueda estar encantado de aceptar el dinero de Datacoup hoy, pero lo lamentaría si supieran que eso dará pie a que su comercio electrónico preferido le esconda los descuentos y le muestre productos más caros. "Medir las consecuencias del acceso a tu privacidad es extremadamente difícil", afirma Acquisti.
Hogan sostiene que animar a la gente a pensar más en sus datos y el valor de estos podría inspirarlos a exigir mayor trasparencia de otras empresas que venden información personal. "Estamos del lado del consumidor", afirma. "Creo que tomar el control de tus propios activos, es decir tus datos, hace que el mercado sea más eficiente".