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Cambio Climático

«Tu coche te impedirá conducir si cometes infracciones»

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Juan José Martínez, director del laboratorio LISSIT de la Universidad de Valencia, habla de los sistemas de tráfico del futuro en EmTech España

  • por Paula De La Torre | traducido por
  • 06 Noviembre, 2013

Dentro de cincuenta años los coches serán eléctricos, estarán diseñados para la ciudad y la conducción será más económica. Esa es la opinión del director del laboratorio LISSIT (Laboratorio Integrado de Sistemas Inteligentes y Tecnologías de la Información de Tráfico) de la Universidad de Valencia (España),  Juan José Martínez, que ha presentado su proyecto  de navegación cooperativa durante el encuentro EmTech, que se está celebrando en Valencia.

Reducir la contaminación, los accidentes y los gastos innecesarios a favor de una conducción más cómoda y sostenible, son algunas de las ventajas del proyecto de Martínez. Según el ingeniero, la iniciativa transformará la manera de circular con nuestros vehículos.

Para evitar el colapso de las carreteras, el automóvil del futuro distribuirá a los conductores por rutas diferentes hacia un mismo destino. Para ello, Martínez pone este ejemplo: “Los coches serán eléctricos e incluirán un dispositivo que nos identificará; tú le indicarás al coche donde quieres ir y él te conducirá de forma automática por la mejor ruta, por la que podrás elegir si conduces tú mismo o el vehículo.”

El primer requisito para que las vías se adapten a las necesidades reales de los ciudadanos es eliminar la señalización estática. Martínez explica: “Tenemos una limitación estándar de velocidad en ciertas carreteras que, muchas veces, depende del estado del tráfico; si no hay ningún problema se podría circular más deprisa”.

El ingeniero cree que “las carreteras deben adaptarse a las necesidades del usuario”. Y lo mismo ocurre con el sentido de las calles, que podría modificarse en función del tráfico. “En una operación salida sería más interesante dejar salir a la gente o dejarla entrar por una calle con dirección prohibida”, explica, “una señalización dinámica puede existir y no es difícil de implantar.”

El vehículo del futuro gestionará toda tu información acerca de los lugares por los que te mueves y alertará de posibles emergencias que puedan causar accidentes. Pero también podría actuar en tu contra, al informar a la Administración de Tráfico de posibles infracciones que cometas como conductor. “El dispositivo electrónico incorporado al vehículo evaluará si hemos infringido las normas de tráfico o si hemos circulado por una ruta que no correspondía a la asignada, y todo esto se almacenará en bases de datos de las administraciones, que comprobarán cuál ha sido nuestro comportamiento como conductores.”

La información aportada sobre el trayecto que se va a recorrer generará, a cambio, información útil de tráfico. Pero, ¿qué pasa con los datos aportados? En este sentido, Martínez explica que “los sistemas tratarán de asegurar que la información se utilizará sólo para lo que se necesita y, además, estará restringida sólo a estos sistemas”.

Según el investigador esta cesión de datos podría convertirse en un beneficio: “Si yo cumplo con las normas y demuestro que conduzco bien, podría evitarme tener que renovar el carnet de conducir”. Para Martínez, cierta pérdida de privacidad podría ser compensada con este tipo de comodidades.

Pero estos cambios  no afectan sólo a los vehículos privados. Con la implantación de esta nueva tecnología, el transporte público se adaptará a la demanda de los ciudadanos. “Se trata de eliminar los aspectos de este sistema de transporte que frenas su uso”

El estudio ¿Cuánto cuesta ir al trabajo? El coste en tiempo y en dinero revela que un usuario de transporte público tarda 40 minutos más que el que se desplaza de forma privada.  Martínez explica: “Se trata de que esté orientado a las necesidades y demandas de los usuarios”. Para ello, se podrán indicar las preferencias del viaje a través de dispositivos móviles. Además, imagina aparcamientos situados en la periferia de las ciudades para destinados a vehículos privados, lo que facilitaría el acceso a los centros de las urbes en transporte público.

El sistema de pago también podría sufrir una metamorfosis: “Se va a penalizar el uso del vehículo dentro de la propia ciudad, se deberá pagar cuando se quiera utiliza”. El investigador explica que, aunque la Comunidad Económica Europea está tratando de implantar esta política, es muy poco aceptada. Sin embargo, no implica que se vaya a pagar más ya que dependerá de cuánto y cómo se use el vehículo”.

Actualmente, estamos pagando impuestos de circulación, independientemente de que el coche esté en movimiento. La propuesta de Martínez supondría pagar, únicamente, en la medida en la que se use el vehículo. 

Otra de sus ventajas será de la promover el car sharing. “Este servicio estará integrado y monitorizado en el sistema de transporte público”.

Sin embargo, aún falta tiempo para que este sistema arranque. Según Martínez, “para la implantación en la vida real necesita respaldo legislativo que lo permita e iniciativas que fuercen su uso”. El investigador considera que, “además de las barreras legales, uno de los mayores problemas reside en la mentalidad de la sociedad”.

El equipo de Martínez está dando los primeros pasos del proyecto y, de momento, aún trabaja en el concepto de navegación cooperativa. Este término implica la recogida y distribución de datos de varios vehículos. “En este momento la información es fundamental para el desarrollo de nuestro sistema, ya que sin ella no se puede tomar decisiones”, explica, y concluye: “Una vez se hayan cubierto este tipo de huecos, el sistema llegará poco a poco”.

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