Moto X supone un afianzamiento de aplicaciones y tecnologías que hagan hincapié en escucharlo todo, en todo momento.
El Moto X, el nuevo smartphone de Motorola Mobility, propiedad de Google, podría ser recordado algún día por ayudar a marcar el comienzo de la era de la escucha constante.
A diferencia de los teléfonos anteriores, el Moto X incluye dos chips de baja potencia cuya única función es la de procesar datos de un micrófono y otros sensores, sin usar el procesador principal y agotar la batería. Esto supone un gran respaldo a la idea de que los teléfonos podrían darnos un mejor servicio si hicieran más por saber lo que está pasando (ver "Motorola revela el primer teléfono de la era Google, el Moto X"). Por ejemplo, puedes decir "OK Google Now" para activar el software de asistente inteligente de Google, en lugar de tener que tocar primero los botones de la pantalla o presionar algún otro para acceder a la función de procesamiento de audio.
Con todo esto, cada vez está más cerca el día en que los teléfonos escuchen continuamente su entorno auditivo para detectar la voz de su dueño, distingan en qué habitación o lugar está (el teléfono), o recojan otras pistas a partir del sonido de fondo. Estas capacidades permiten que el software detecte tu estado de ánimo, sepa cuándo estás hablando para no molestarte, y tal vez algún día mantenga un registro de todo lo que oyes.
"Los dispositivos del futuro serán cada vez más conscientes del contexto, los objetivos y las necesidades actuales del usuario, participarán de forma activa y tomarán la iniciativa de presentar información relevante", señala Pattie Maes, profesora en el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts en EE.UU. (MIT). "Su uso estará cada vez más integrado en nuestros comportamientos diarios, llegando a ser casi una extensión de nosotros mismos. El Moto X definitivamente supone un paso en esa dirección".
Incluso antes del Moto X, había aplicaciones, como el servicio de identificación de música Shazam, capaces de escuchar continuamente una señal. Cuando los usuarios activan una nueva característica llamada 'etiquetado automático' en una reciente actualización de la aplicación Shazam para el iPad, el software escucha el sonido de fondo constantemente. Busca coincidencias para canciones y contenidos de televisión que la compañía haya almacenado en sus servidores, por lo que puedes ir atrás y encontrar información sobre algo que puedas haber oído hace unos minutos. Pero el cambio fundamental es que Shazam ahora puede escuchar en todo momento, no solo cuando se toca un botón para pedir que identifique algo. La actualización está prevista también para otras plataformas.
Pero abundan otros usos potenciales. Tanzeem Choudury, investigadora de la Universidad de Cornell (EE.UU.), ha hecho una demostración de un software capaz de detectar si hablas más rápido de lo normal, o cualquier otro cambio en el tono o frecuencia que sugieran que estás estresado. La aplicación StressSense que está desarrollando tiene como objetivo hacer cosas como identificar las fuentes de tu estrés: ¿es la reunión de las 9:30 o una llamada de tu tío?
Del mismo modo, el análisis de audio podría permitir que el teléfono entendiera dónde está y cometiera menos errores, afirma Vlad Sejnoha, director de tecnología de Nuance Communications, que desarrolla tecnologías de reconocimiento de voz. "Seguramente has pasado por la situación en la que alguien tiene un smartphone en el bolsillo y de pronto se oye una voz, preguntando en qué les puede ayudar", señala. Eso se produce cuando una aplicación de asistencia como Siri de Apple arranca accidentalmente. Si el teléfono escuchara en todo momento podría detectar con precisión las propiedades acústicas apagadas de un bolsillo o bolso, podría evitar este falso arranque de la aplicación y también que los teléfonos marquen números de forma accidental. "Estamos trabajando en ello", afirma Sejnoha. "Y si bien resulta divertido, creo que el principio general es serio: estos dispositivos tienen que tratar de entender el mundo de los usuarios tanto como sea posible".
Un teléfono podría usar los niveles de ruido ambiental para decidir cómo de fuerte tiene que ser el tono de llamada: más alto si estás en la calle, o más tranquilo si estás en el interior, asegura Chris Schmandt, director del grupo de habla y movilidad en el Media Lab del MIT. Si llevamos el concepto un paso más allá, un teléfono podría detectar una conversación ambiental y reconocer que uno de los participantes es su propietario. Entonces podría silenciar un tono de llamada potencialmente perjudicial a menos que la llamada sea de una persona importante, como un cónyuge, añadió Schmandt.
Schmandt asegura uno de sus estudiantes de posgrado registró todos los sonidos a los que estuvo expuesto durante dos años, incluyendo todas las conversaciones. Aunque las conversiones de voz a texto eran toscas, eran lo suficientemente buenas para poder realizar una búsqueda por palabra clave y recuperar la grabación de una conversación de meses de antigüedad.
¿Hasta dónde podría llegar esto? Mucho dependerá de la voluntad de los propietarios de teléfonos para que sus aplicaciones transmitan audio de su entorno mediante la red inalámbrica. Aquellos a quienes les pone nerviosos la vigilancia podrían tener sus dudas.