Una empresa, situada en la misma calle que Google, tiene los ojos puestos en gafas que ofrezcan más formas de interactuar con el mundo digital.
Foto: Un usuario manipula un cubo en 3D mientras lo ve a través del prototipo de gafas de Atheer.
Mientras que Google se esfuerza por perfeccionar Google Glass, un ordenador que podemos llevar puesto en la cabeza, una start-up ubicada literalmente en la misma calle de su sede en Silicon Valley está trabajando sin descanso en un sistema similar que se cree que permitirá a los usuarios tocar y mover objetos virtuales en lugar de solo verlos.
El software desarrollado por Atheer Labs podría dar lugar a gafas computarizadas y otros dispositivos portátiles que permitan realizar llamadas de videoconferencia con la gente como si estuvieran realmente en la habitación contigo, navegar por un mapa moviendo la cabeza, o jugar a juegos en 3D que proporcionen una experiencia verdaderamente interactiva. Y mientras que Google Glass, por ahora al menos, solo está disponible en las gafas especialmente diseñadas de Google, el fundador y director general de Atheer (un juego de palabras con 'éter'), Soulaiman Itani, lanzará su plataforma y espera poder integrarla en gafas, relojes inteligentes u otros aparatos.
En la oficina de Atheer probé dos dispositivos de demostración diferentes que parecían gafas oscuras con componentes electrónicos conectados. Cada uno estaba fijo en un trípode y conectado con un cable a un ordenador cercano, así que pude estar de pie y mirar a través de las lentes, además de mover el dispositivo alrededor de la zona, pero no caminar un rato con él.
Uno de los dispositivos, que contaba con un sensor de profundidad, me dejaba usar movimientos del dedo para girar un cubo levitando y estallar burbujas al darles un toque. El otro, que incorporaba dos cámaras en las gafas, me dejaba deslizar el dedo para navegar por un periódico que aparecía frente a mí, y echar un vistazo a las imágenes en 3D y vídeos incluidos en la página aparentemente plana.
Foto: El fundador de Atheer, Soulaiman Itani, pone a prueba un prototipo de dispositivo de realidad aumentada.
Esencialmente, las cámaras o sensores detectan la profundidad en la que está la mano, y después deducen la localización de los dedos y cómo se está moviendo la mano. De esta manera, el sistema puede detectar acciones como el empuje de un botón virtual en el aire.
Las pantallas incorporadas en las gafas, por su parte, tienen que ser transparentes para poder ver tanto lo que está realmente delante de ti y lo que es virtual. El software de Atheer también necesita determinar dónde está centrada tu mirada y asegurarse de que muestra imágenes a la distancia y perspectiva correctas para cada ojo.
Cuando logró funcionar, el sistema estuvo muy bien, pero a menudo me resultaba difícil manipular y presionar los objetos virtuales ya que el sensor y las cámaras parecían tener dificultades para detectar mis gestos si mis dedos no estaban situados en el ángulo correcto. Algunas de estas cosas se podrían solucionar al calibrar el sistema de forma personal, algo que no harías con una unidad de demostración que es utilizada constantemente por personas diferentes. Sin embargo, Itani señala que el mayor obstáculo para la manipulación de objetos 3D en el espacio es que la tecnología no puede capturar la información lo suficientemente rápido. Tiene la esperanza de que los próximos sensores de profundidad sean de utilidad en ese sentido.
Itani señala que el software de Atheer puede ser integrado con cualquier sistema operativo. Hasta el momento, el equipo ha estado utilizando una versión modificada de Android, el software móvil de código abierto de Google, que incorpora características 3D y entiende cómo mostrar cosas para que aparezcan superpuestas en el mundo que te rodea en lugar de en una pantalla fija.
La compañía se está concentrando en conseguir que los desarrolladores de software comiencen a construir aplicaciones para su plataforma y espera poner su tecnología en manos de los usuarios de alguna forma el próximo año. Cuando esté disponible, según estimaciones de Itani, un dispositivo con el software de Atheer costará entre 500 y 600 dólares (383 y 459 euros), mientras que uno que se conecte con un teléfono inteligente y lo use para ejecutar el software costaría entre 200 y 300 dólares (153 y 230 euros).
"Dentro de algunos años seremos capaces de ir a un restaurante, y dejar una nota en el aire para que nuestro amigo la lea después", señala. "Puedes rodearte de películas y entretenimiento, y puedes mirar a tu alrededor".
Sin embargo, unos pocos años pueden llegar a ser una eternidad en el mercado de la tecnología, y Atheer se encuentra todavía en su etapa más inicial.
Jason Leigh, profesor de ciencias informáticas y director del Laboratorio de Visualización Electrónica de la Universidad de Illinois en Chicago (EE.UU.), también cree que hay que superar grandes dificultades antes de que este tipo de dispositivos portátiles se vuelvan populares. Por ejemplo, asegura, hay que entrenar a la gente para que los usen correctamente: los intentos por utilizar el mismo tipo de gafas con fines militares no han logrado funcionar ya que los usuarios prestaban demasiada atención a las imágenes que estaban viendo en pantalla.
"Es como cualquier nueva pieza de tecnología", señala. "Ahora que hay algo que interfiere con nuestro sentido primario, hay que adaptarse a él para que no acabemos chocando contra un árbol".