Un nuevo informe del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en EE.UU. señala áreas específicas donde los costes podrían reducirse.
En 2011, los instaladores de sistemas solares residenciales pagaron un poco más de 1,80 dólares por vatio (1,36 euros) por paneles solares tanto en Alemania como en Estados Unidos. En Alemania, los instaladores añaden 1,20 dólares (0,91 euros) al coste del panel solar para completar una instalación. Sin embargo, en EE.UU., se añaden 4,36 dólares (3,3 euros) por vatio, un precio más de tres veces mayor. Un informe publicado este mes por el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (LBNL, por sus siglas en inglés), explica por qué.
La diferencia más obvia entre Estados Unidos y Alemania es la cantidad total de energía solar instalada en cada país: las instalaciones en Alemania son cinco veces mayores. Sin embargo, el estudio concluye que la curva de aprendizaje no es suficiente para explicar la disparidad de precio, y que podría explicar solo la mitad del fenómeno. En cambio, si nos basamos en una encuesta entre instaladores de EE.UU. y Alemania, parece que existen algunas diferencias fundamentales en los mercados de dichos países que podrían mantener los precios más altos en EE.UU., a menos que se haga algo para combatirlo.
La diferencia más marcada es en el coste de adquisición de los clientes. Los instaladores alemanes gastan siete centavos de dólar por vatio de potencia instalada en cosas como el marketing y el diseño de sistemas para clientes específicos. Los instaladores de EE.UU. gastan 10 veces esa cantidad. Los costes de concesión de permisos, de conexión de los sistemas a la red y de inspecciones son también mucho más altos en EE.UU. Los alemanes gastaron solo tres centavos de dólar por vatio en este tipo de asuntos, mientras que los instaladores de EE.UU. gastan 20 centavos de dólar, en parte debido a que existe una mayor cantidad de papeleo y al hecho de que los instaladores de EE.UU. tienen que pagar cargos por los permisos.
Los instaladores de EE.UU. también gastan más en mano de obra durante la instalación (en algunos casos, los vientos más intensos hacen que las instalaciones sean más caras). Además, pagan más en impuestos sobre las ventas (los instaladores alemanes están exentos) y tienen más gastos generales, lo cual está estrechamente relacionado con las economías de escala.
El informe enumera algunos elementos más. Parte de la diferencia, por ejemplo, se debe al mayor coste de los inversores en EE.UU.. Sin embargo, el informe se queda corto a la hora explicar la diferencia de precio en su totalidad: sigue sin saberse a qué se debe cerca de 1,30 dólares (0,98 euros) de la diferencia de precios. Los investigadores especulan que una parte proviene del hecho de que los instaladores de EE.UU. sacan mayores beneficios.
La Iniciativa SunShot del Departamento de Energía de EE.UU. está financiando proyectos encaminados a reducir los costes no relacionados con el hardware de una instalación solar. Una parte de SunShot es un programa de 12 millones de dólares (9,07 millones de euros) destinado a reducir la burocracia. A principios de este año se anunció un premio de 10 millones de dólares (7,5 millones de euros) que se otorgará a aquellas empresas que puedan reducir el total de costes ajenos al hardware de una instalación a menos de 1 dólar (0,76 euros) por vatio. Además, este mes se anunciaron 21 millones de dólares (15,8 millones de euros) para el desarrollo de un sistema de paneles solares 'plug-and-play' que podría reducir los costes de instalación.
El principal modo de bajar los costes de la energía solar sigue siendo reducir el número de paneles solares necesarios por instalación, lo que a su vez reduce los costes de mano de obra. Pero para que la energía solar pueda competir con los combustibles fósiles, será clave poder hacer frente a los costes indirectos. "Vamos a ver una mejora sustancial, incluso si solo replicamos las prácticas de Alemania", defiende Ryan Wiser, científico del LBNL y uno de los autores del nuevo informe.