Tras el lanzamiento de una herramienta de navegación defectuosa, surgen interrogantes sobre la estrategia de la compañía.
La notable imprecisión y lo incompleto de la aplicación de mapas que Apple proporcionó a los usuarios a través de su software más reciente para iPhones y iPads, pone en duda la filosofía de la compañía, conocida por mantener un estricto control sobre su tecnología, y sugiere que ha perdido algo de su tan famosa disciplina.
Está bastante claro que Apple tenía prisa por poner fin a la dependencia de Google Maps que tenían sus productos, lo que tendía a alimentar las arcas del archirrival fabricante del sistema operativo Android, el más extendido entre los teléfonos inteligentes. Hay mucho en juego: aproximadamente una cuarta parte de los ingresos por publicidad móvil provienen de anuncios asociados a mapas.
El software de mapas de Apple viene preinstalado en el iPhone 5, y también con las nuevas actualizaciones a iOS6 para otros modelos de iPhone, iPod Touch y iPads. Este distanciamiento entre Apple y los productos de Google ha hecho que Google Maps no esté disponible como aplicación para el iPhone, pero todavía se puede utilizar en el navegador Safari.
La metedura de pata probablemente afecte poco a la demanda del iPhone 5: según los primeros indicios, está volando de las estanterías. Pero para construir su propia aplicación de mapas, Apple utiliza datos de varias fuentes, entre ellas la empresa TomTom, que obviamente carece de el detalle que era necesario. Se han apresurado las cosas, y la aplicación ha llegado al mercado con falta de precisión. Algunos de los ejemplos más divertidos, puestos de relieve por usuarios frustrados, incluyen al aeropuerto de Dublín ubicado en una granja, no encontrar resultados al buscar la palabra "Canadá", la ubicación errónea del puente Golden Gate, entre muchos otros. Esto se produce apenas una semana después de que el director general, Timothy Cook, declarara en varias entrevistas que sentía "la necesidad de ser el mejor", en referencia al iPhone 5.
El desarrollo es como mínimo desconcertante, afirma Sunil Gupta, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard. "Me sorprende que tras su colaboración con TomTom algunas cosas básicas como calles y la localización del puente Golden Gate, estén mal situadas. De algún modo, es chocante", señala.
Y agregó: "Apple ha hecho lo correcto entrando en el campo de los mapas, pero la gente probablemente empiece a cuestionarse si los productos de la compañía son tan maravillosos. Ha sido casi como una secta. Siempre podemos perdonar a la gente por un error, y en la era post Steve Jobs, este es el más importante. Otro como este, y la gente comenzará a poner a Apple en cuestión".
Los mapas son una herramienta fundamental para los usuarios de dispositivos móviles (ver "Los fabricantes de smartphones no pueden permitirse errores en las aplicaciones de mapas"). Construir una aplicación de mapas precisa con todas las calles, edificios y otros puntos de referencia debidamente etiquetados lleva años y actualizaciones diarias. Muchas compañías están trabajando en tecnologías de mapeo de próxima generación.
En cierto sentido, la decisión de Apple no era del todo incompatible con el historial de lanzamiento de productos beta imperfectos. "No creo que el método sea un problema, porque ha funcionado bien", señaló Chetan Sharma, analista de investigación inalámbrica en Seattle (EE.UU.). "Al igual que Siri, la han lanzado antes de estar cocinada del todo".
Sin embargo, Sharma señala que hay una diferencia entre beta y 'sin terminar'. "Es perfectamente posible lanzar aplicaciones y servicios que compitan con otros, pero no a expensas de la calidad", añade. "La aplicación de mapas no estaba lista para salir del horno. Se han precipitado las cosas".
No obstante, Apple ha cometido errores con anterioridad y se ha recuperado de ellos. Hace dos años trató de lanzar un servicio de almacenamiento en nube llamado MobileMe, que acabó resultando caro y complicado, y no recibió demasiada aceptación debido a las malas críticas. El año pasado se recuperó de ese revés con iCloud.
Arreglar el problema de las direcciones y las calles de la aplicación de mapas de Apple conllevará una gran cantidad de arduo trabajo, señala Marco Gruteser, profesor de la Universidad de Rutgers (en Estados Unidos) y experto en tecnologías de localización y mapeo.
"Los errores graves se pueden arreglar con bastante rapidez, pero conseguir que todos los detalles sean correctos es un proceso continuo, y en los próximos meses - o quizás en un año- veremos un producto mucho mejor", asegura. "Pero ese proceso no puede detenerse ya que cada día cambian las carreteras, se construyen nuevos edificios, las direcciones también cambian... Se trata de un proceso de mejora continua".
Apple señala en un comunicado: "Hemos lanzado este nuevo servicio de mapas a sabiendas de que es una gran iniciativa y que estamos empezando. La aplicación 'Mapas' es una solución basada en nube y cuanta más gente la use, más mejorará. Agradecemos todos los comentarios de los clientes y estamos trabajando duro para hacer que la experiencia sea aún mejor".
Apple probablemente aprenda de sus errores en más de un sentido. "Es posible que puedan controlar las interacciones con la aplicación de mapas en sí, por ejemplo, si seguimos una ruta y nos lleva a un destino equivocado, lo que nos hará pulsar el botón de cancelación en lugar del botón de navegación. Apple podría utilizar esa información", afirma Gruteser.