El uso de microrredes, una solución cada vez más popular en el mundo en desarrollo, podría aliviar la presión que sufre la red nacional de la India.
Unos 600 millones de personas en la India se han quedado sin electricidad después de que ciertas partes de la red de electricidad del país se derrumbaran de forma masiva el martes. Si bien la causa aún no está clara, a nadie le sorprende. Con una demanda a menudo superior a la oferta en cientos de megavatios -lo que genera apagones frecuentes en algunas áreas- la red de la India siempre ha tenido carencias.
Una parte importante de la solución es obvia: hacen falta más plantas de energía, más líneas eléctricas y un aumento del suministro de carbón y otros combustibles fósiles. En la India, muchas centrales eléctricas no funcionan a plena capacidad porque no disponen de suficiente combustible. Pero por otro lado podría usarse una tecnología que ya está comenzando a hacerse popular en muchas partes del mundo en desarrollo: las microrredes.
En lugar de confiar solo en grandes plantas centralizadas, las microrredes dan suministro a una zona pequeña con electricidad procedente de fuentes distribuidas, como generadores diésel en combinación con paneles solares con almacenamiento en baterías. Estas redes localizadas pueden funcionar ya sea conectadas a la red nacional o fuera de ella, en muchos casos permitiendo a las empresas y hospitales u otras organizaciones seguir funcionando sin problemas cuando la red más grande pasa por dificultades.
La tecnología ya se está haciendo popular en la India debido a que las empresas no pueden contar con la red. "Las empresas indias tienen que hacer una enorme inversión en 'generación cautiva' de energía [desde una unidad para su uso exclusivo] como estrategia de seguridad", indica Rohan Parikh, director de iniciativas verdes en Infosys, una empresa de software con 10 campus en toda la India, cada uno con su propia fuente de energía de reserva. Infosys también está trabajando en el software que ayuda a controlar las microrredes.
Las microrredes son una extensión de los generadores in situ o suministros de energía específicos (generación cautiva). Sin embargo, tienen varias ventajas sobre los generadores diésel de respaldo simples usados para mantener activos muchos de los servicios esenciales en la India. Usan una variedad de recursos para generar energía, no solo generadores diésel, lo que las hace más fiables. Por tanto pueden seguir funcionando, al menos de manera limitada, aunque el suministro de combustible diésel se acabe.
También pueden ser más limpias, si se incluye la energía solar como parte de la mezcla de energía que utilizan. Y ahora que los precios de los paneles han caído la energía solar distribuida puede resultar más barata que utilizar únicamente generadores diésel para conseguir energía de reserva. "La energía solar es muy atractiva en comparación con los generadores de diésel durante el día", asegura Parikh.
Las microrredes también ofrecen beneficios para la red más grande. Las compañías eléctricas pueden pedir a las empresas que posean microrredes que se desconecten para aliviar la tensión durante las horas de máxima demanda. Eso podría reducir el número de cortes de energía en un país como la India.
Las microrredes no son la panacea. Hay un límite en cuanto a la cantidad de energía solar que se puede instalar en un lugar determinado, por ejemplo. Parikh estima que la energía solar in situ solo supondrá del 10 al 15 por ciento de la demanda de energía de un determinado campus: no hay suficiente espacio en tejados y en terreno abierto para conseguir un porcentaje mayor. Además, las baterías para almacenar gran cantidad de energía solar que pueda usarse cuando el sol no esté brillando son demasiado caras. Por lo tanto, en cierta medida, las microrredes tendrán que depender de los combustibles fósiles convencionales para seguir funcionando.
Las microrredes pueden ser importantes para proporcionar energía a más personas a medida que países como la India sigan desarrollándose, incluso a medida que aumente la demanda de energía. Por ejemplo, según vaya desarrollándose la India, podría convertirse en una red de muchas microrredes, cada una conectada pero capaz de sobrevivir de manera independiente. Con esto podrían evitarse interrupciones que afecten a estados enteros.
Aunque las noticias sugieren que 600 millones de personas se quedaron sin electricidad durante los cortes de esta semana probablemente se trate de una sobreestimación, por el simple hecho de que cientos de millones de personas en la India no tienen inicialmente acceso a la red. Algunas de estas personas están empezando a obtener energía eléctrica por primera vez a través de las microrredes.