La 'start-up' H3 Biomedicines utiliza los datos del genoma para diseñar fármacos dirigidos a pequeños grupos de pacientes.
Un esfuerzo creciente por personalizar medicinas contra el cáncer trata de vincular los medicamentos existentes con los pacientes en base a anomalías genéticas y moleculares específicas del cáncer de dicho paciente. Sin embargo, H3 Biomedicines, una start-up de Cambridge, Massachusetts (EE.UU.), quiere personalizar medicamentos contra el cáncer desde el principio mediante el diseño de fármacos que se dirijan a poblaciones específicas de pacientes.
La compañía está sacando provecho de datos de genomas de cáncer (las secuencias de ADN de tumores de miles de personas) puestos a su disposición por Institutos Nacionales de Salud como el proyecto Atlas del Genoma del Cáncer (TCGA), y el Consorcio Internacional del Genoma del Cáncer (ICGC, por sus siglas en inglés). Cuando la empresa analizó los primeros 3.000 genomas de cáncer en el portal web de TCGA buscó mutaciones cancerosas que fueran compartidas por al menos un 1 por ciento de los diferentes tipos de cáncer. "Todo lo que ocurre en más del 10 por ciento era un oncogén conocido o supresor de tumor conocido [las dos clases principales de genes asociados al cáncer]", señala Markus Warmuth, director general de la compañía. No obstante, este no fue el caso de las mutaciones menos frecuentes. Para mutaciones compartidas entre el 1 y el 10 por ciento de los cánceres, especialmente aquellas presentes entre un 5 por ciento o menos de los cánceres, "casi todo era nuevo", indica Warmuth.
Esto podría indicar que quizá los medicamentos contra el cáncer no encajen en la búsqueda de fármacos de gran éxito llevada a cabo anteriormente por la industria farmacéutica. "No hay ningún nuevo gran gen del cáncer que nadie conociera antes, que induzca un 50 por ciento de los cánceres de mama y un 65 por ciento de los de pulmón. Eso no es lo que los datos nos dicen", asegura Warmuth.
Así que la compañía tiene previsto el desarrollo de fármacos sobre la base de objetivos prometedores que puedan beneficiar a solo un pequeño porcentaje de pacientes con un tipo de cáncer determinado. Sin embargo, otro tema emergente en descubrimientos relacionados con el cáncer podría aumentar el número de pacientes para cualquiera de los fármacos potenciales de H3: los tumores de partes muy diferentes del cuerpo pueden compartir algunas de las mismas anomalías genéticas y moleculares. La mutación que es el objetivo principal de H3 puede encontrarse en algunos cánceres de piel, mama y células sanguíneas, con frecuencias que van desde un 3 a un 10 por ciento para cada uno de ellos.
Podrían necesitar ese tiempo para hacer frente a otro desafío: cómo encontrar a los pacientes adecuados para poner a prueba sus medicamentos. Se cree que en el pasado muchos ensayos de desarrollo de fármacos han fracasado debido a que demasiados pacientes en el estudio no pudieron responder al tratamiento. "Nunca responderían al fármaco porque no tienen los genes que generan la respuesta", afirma Kevin Dalby, químico médico en la Universidad de Texas en Austin (EE.UU.). "Al saber lo que estamos buscando, podemos elegir la población mucho más inteligentemente, y tener una oportunidad mayor de conseguir el éxito durante el ensayo clínico", añade.
Warmuth piensa que el coste cada vez menor de la secuenciación del ADN ofrecerá una oportunidad para resolver el problema de la búsqueda de pacientes. En lugar de inscribirlos en un ensayo clínico y después determinar si son portadores de la mutación particular a la que se dirige un fármaco candidato, podría secuenciarse el genoma del tumor del paciente y más tarde compartir la información en una base de datos disponible entre las compañías farmacéuticas. "Entonces podría darse un acercamiento a los pacientes de manera más proactiva en el futuro, y preguntarles si están dispuestos a formar parte de un ensayo clínico al tiempo que estén desarrollándose medicamentos para determinados cambios genéticos".