El laboratorio, con sede en Nueva York, buscará patrones en los datos agregados y sugerirá nuevas fuentes de ingresos para productos de Microsoft ya existentes.
Microsoft ha puesto en marcha un nuevo proyecto para comprender cómo interactúa la gente, cómo difunde la información estando en línea y qué valor tienen esas interacciones sociales para la empresa.
Un nuevo laboratorio de investigación inaugurado en Nueva York (Estados Unidos) esta semana, reúne a investigadores que estudian asuntos como cómo identificar a los usuarios más influyentes de una red social y cómo medir la influencia que tienen sobre otros usuarios.
El laboratorio no pretende resolver los problemas a los que se enfrenta Microsoft como negocio, pero el programa de investigación neoyorquino podría ayudarles a encontrar formas de conseguir ingresos de una enorme fuente que está prácticamente sin explotar: las grandes cantidades de datos que genera la gente al utilizar productos de Microsoft para interactuar con los demás.
“Tenemos unas cuantas redes sociales implícitas en Hotmail, Outlook, Xbox Live (el servicio de Microsoft que conecta a los usuarios de su consola) y Skype”, afirma Jennifer Chayes, directora ejecutiva del nuevo laboratorio, que ya estaba al cargo del laboratorio de investigación de Microsoft de Nueva Inglaterra, con sede en Cambridge, Massachusetts (EE.UU.)
Según Chayes, Microsoft no es el único que quiere comprender mejor los flujos de interacciones e información de sus datos y crear productos en torno a ellos. “Esta investigación tiene el potencial de afectar a muchas empresas tecnológicas”, afirma. Otras compañías que están haciendo inversiones significativas en este tipo de investigación son LinkedIn y Facebook (lee nuestra entrevista con el director de la iniciativa de Facebook para comprender los comportamientos que encierran sus datos)
Microsoft Research es una rama de la empresa cuyo único objetivo es “hacer avanzar la tecnología punta” -no crear productos específicos o resolver problemas empresariales- pero Chayes afirma que el laboratorio podría dar lugar a nuevas y valiosas ideas. “Los productos derivados pueden tener un impacto significativo en la empresa”. Un ejemplo reciente a destacar es el accesorio de control de movimiento para la consola Xbox, Kinect, que empezó siendo un proyecto de investigación y se convirtió en el aparato de electrónica de consumo que más rápido se ha vendido en la historia.
Duncan Watts, un investigador prominente en el campo de la ciencia social computacional es uno de los tres directores de investigación del laboratorio. Llega desde el laboratorio de investigación de Yahoo en Nueva York, donde trabajaba identificando la estructura de las conexiones sociales en sitios como Twitter y explorando cómo esas conexiones conforman la influencia que unos tienen sobre otros. Watts seguirá con este tipo de investigación y también abordará otros temas, por ejemplo, si la personalización de contenidos por parte de las redes sociales o los buscadores crea “burbujas filtro” que cambian el tipo de información al que uno se expone y que le influye.
El acceso a los datos sociales es fundamental para este tipo de investigaciones y Watts afirma que Microsoft se encuentra en una buena posición en ese aspecto. La empresa tiene grandes bancos de datos sobre interacciones sociales de productos que tienen un uso bastante generalizado como Hotmail y MSN Messenger, así como colaboraciones activas con Facebook y Twitter.
Watts sostiene que el reciente boom de la actividad social en línea tiene mucho que ofrecer no solo a empresas como Microsoft, sino también al conocimiento que la sociedad tiene de sí misma. “El presente es un momento muy especial en la historia de las ciencias sociales, estamos siendo testigos de una transformación tremenda de nuestra capacidad de observar y comprender el comportamiento humano”, afirma.
Los otros dos directores de investigación que acompañarán a Watts en el nuevo laboratorio son el economista computacional David Pennock y el experto en aprendizaje automático John Langford. Estos tres y por lo menos otros cinco de los 15 miembros del laboratorio también llegan desde Yahoo Research. Chayes explica que el tamaño efectivo del laboratorio será mayor que el de Yahoo gracias a una estrecha colaboración con las universidades locales, como la Universidad de Columbia, la Universidad de Nueva York y el nuevo campus tecnológico conjunto de la Universidad de Cornell y el Instituto de Tecnología Technion de Israel.