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Tecnología y Sociedad

Crítica: El Ford Focus Electric

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El fabricante de automóviles afirma que muy pronto todos sus coches serán compatibles con las transmisiones de gasolina, eléctricas e híbridas.

  • por Tom Simonite | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 19 Abril, 2012

Ford se está preparando para una época en la que elegir si un coche nuevo funciona con gasolina, electricidad, o ambas, sea tan fácil como elegir el color.

Todos los futuros modelos del fabricante se diseñarán de modo que se puedan producir con transmisiones de gasolina, eléctricas o híbridas, una estrategia encarnada por el Ford Focus Electric, que se presentó a la prensa para sus primeras pruebas de conducción la semana pasada. Mientras que GM y Nissan diseñaron sus primeros automóviles totalmente eléctricos de producción en masa a partir de cero, Ford está utilizando un diseño de 2010, en el que el sistema de gasolina ha sido sustituido por uno eléctrico.

Esto hizo que probar el Ford Focus en San Francisco (Estados Unidos) la semana pasada fuera un poco decepcionante: desde el exterior, el coche resulta familiar (a menos que uno se ponga a buscar el tubo de escape). En el interior, sin embargo, el asiento del conductor del Focus Electric tiene personalidad propia. Me pareció que se adaptaba bien al tráfico de San Francisco, una especie de partida del juego Frogger (en el que una rana debe evitar coches mientras cruza una carretera congestionada) trasladada a la vida real, que premia a aquellos que puedan cambiar rápidamente de carriles y entrar en huecos que se abren y cierran en un parpadeo. La respuesta rápida del motor eléctrico cuando pisé el acelerador fue de gran ayuda, y resultó aún más peculiar gracias al silencio casi total, que también me permitió escuchar mejor lo que estaba sucediendo a mi alrededor.

El ímpetu del Focus Electric es algo que todos los coches eléctricos pueden ofrecer. Los motores eléctricos proporcionan su par máximo instantáneamente, desde cualquier velocidad, mientras que los coches de gasolina deben acelerar sus motores antes de proporcionar par extra a las ruedas.

"En realidad, tuve que controlar la aceleración del par para que fuera menos inmediata, más humana", me comentó después de la prueba Kevin Layden, director de los programas de electrificación e ingeniería de Ford. La investigación de Ford reveló que los conductores sienten que es una buena respuesta si hay un retraso de alrededor de 200 milisegundos o menos entre el momento en que se pisa el acelerador y se produce un salto en el par, asegura Layden. El Focus se ajustó para que fuera inferior a 200 milisegundos.

El vehículo estará disponible en California, Nueva Jersey y Nueva York en los próximos meses, y en un total de 19 estados a finales de 2012. El precio será de 39.200 dólares (30.000 euros) sin contar las rebajas de impuestos o ajustes locales.

Sin embargo, las preguntas más importantes acerca de cualquier vehículo eléctrico no pueden ser respondidas por una prueba de conducción, o fijándose en el precio. Ford, al igual que otras compañías con anterioridad, se enfrenta al reto de convencer a la gente de que un coche capaz de viajar 76 millas (122 kilómetros) con una sola carga (un poco mejor que las 73 millas que ofrece su competidor más cercano, el Nissan Leaf) puede satisfacer sus necesidades de conducción, y que merece la pena su coste inicial mayor.

Ford asegura que los hábitos de conducción de una persona y la capacidad del coche para recuperar energía durante el frenado deberían lograr que una batería dure 100 millas (160 kilómetros) por carga. También ha diseñado un software para el coche, y para una aplicación móvil de acompañamiento, con el que 'entrenar' a los conductores para que saquen el máximo rendimiento de sus baterías.

Un 'entrenador de freno' mostrado junto al velocímetro intenta habituar a los conductores a recuperar tanta energía como sea posible frenando con anticipación y suavemente. Proporciona información clara diseñada para fomentar el espíritu competitivo del conductor. Por ejemplo, cuando en el centro de San Francisco entré en el tráfico en el que hay que parar y arrancar constantemente (las condiciones ideales para la recuperación de energía), el panel de control me señaló que tenía 75 millas (120 kilómetros) de autonomía en la batería. Cuando mi tramo de cinco millas acabó, todavía me seguía diciendo que tenía 75 millas disponibles, ya que había recuperado el 99 por ciento de la energía gastada.

La aplicación para teléfonos inteligentes asociada, MyFord Mobile, hace un seguimiento del rendimiento del coche y se puede utilizar para compartir cifras de eficiencia en línea, permitiendo a los conductores competir contra los propietarios de otros Focus Electric y ganar premios (virtuales).

La innovación más significativa de Ford en la guerra contra lo que se conoce como la 'ansiedad de la autonomía' será probablemente el hecho de que se puede cargar completamente en menos de cuatro horas (la mitad del tiempo que tarda un Nissan Leaf en cargarse), gracias a los circuitos de alta potencia de carga instalados en el vehículo. Sin embargo, conseguir esa rapidez de carga requiere una conexión de 240 voltios en el hogar (en EE.UU. las conexiones son de 120) y pagar 1.499 dólares (1.143 euros) por el 'cargador inteligente' necesario. Estos cargadores estarán disponible en las tiendas Best Buy, lo que hace alusión a un futuro donde las tiendas de electrónica serían tan importantes para los coches como las tiendas de repuestos.

Las cifras de eficiencia del automóvil pueden impresionar a los posibles compradores. La EPA (Agencia de Protección Medioambiental en EEUU) señala que el Focus Electric puede alcanzar el equivalente a 99 millas por galón en la carretera y 110 en la ciudad (una relación entre consumo y autonomía combinado equivalente a 105). Ford afirma que esto convierte al coche en el cinco plazas más eficiente del mundo. Las estadísticas equivalentes del Leaf son 92 en la carretera, 106 en la ciudad, y 99 combinadas. Ford afirma que 2,1 dólares (1,5 euros) de electricidad al precio nacional promedio es suficiente para 60 millas (96 kilómetros) de conducción eléctrica en un Focus, lo que significa que por el precio de un galón de gasolina en San Francisco, el coche puede viajar 120 millas (193 kilómetros).

Sin embargo, crear la versión eléctrica del Focus ha ocasionado algunas desventajas, sobre todo para acomodar el peso y el tamaño de su batería, que determina que el centro de masa del coche sea ligeramente inferior. Otro inconveniente más grave es que la batería y su cargador se llevan una porción sustancial del espacio del maletero.

El coche se fabrica actualmente en Dearborn, Michigan (EE.UU), en las mismas líneas de producción de las versiones convencionales del Focus. Diversas fábricas en China, Rusia y Europa Occidental también serán capaces de crear múltiples versiones en el futuro, y en última instancia, el Focus estará disponible como híbrido, además de en versiones gasolina, diesel y eléctrico.

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