Una ciudad de Tennessee con un servicio de Internet que tiene una velocidad de un gigabit por segundo convoca un concurso dotado con 300.000 dólares para hallar formas de aprovecharlo.
Los ciudadanos de Chattanooga, Tennessee (Estados Unidos), tienen acceso a Internet a una velocidad de un gigabit por segundo. Es cien veces más rápido que la velocidad media de Internet en EEUU y lo suficientemente rápido como para descargar una película de dos horas en cinco segundos. La única pregunta que queda por contestar es: ¿qué hacer con ello?
La ciudad espera que un concurso dotado con 300.000 dólares de premio (unos 231.000 euros) ayude a responder a esa cuestión. Se invita a los participantes a pensar formas ingeniosas de usar el Internet 'supersónico' de la ciudad, que se instaló a finales de 2010 gracias a una subvención de 111 millones de dólares (unos 86 millones de euros) del Departamento de Energía de EE.UU., como parte del paquete de medidas de estímulo del Gobierno que también sirvió para construir la red eléctrica inteligente de la ciudad, que llevaba mucho tiempo planificándose.
Algunas de las primeras aplicaciones propuestas tienen que ver con la salud, como por ejemplo la posibilidad de transferir archivos más grandes como los escáneres en tiempo real para que los especialistas puedan cubrir un área geográfica mayor. Entre las ideas propuestas por estudiantes se incluyen una plataforma para vídeodebates en alta definición y colaboraciones internacionales con estudiantes en Sri Lanka, Londres, Jamaica y otros lugares.
Pero, aunque surjan grandes ideas del concurso, el hecho es que la mayoría de la población estadounidense solo tiene acceso aún a conexiones a Internet relativamente lentas. A finales del año pasado EE.UU. estaba en el puesto 25 en una lista de velocidad de Internet a nivel mundial. Para finales de este año, Corea del Sur, líder mundial en velocidad de internet, proporcionará el servicio de un gigabit en todo el país por unos 27 dólares al mes (unos 21 euros).
En los lugares donde hay Internet superrápido en Estados Unidos, el coste suele ser prohibitivo. El servicio de Chattanooga lleva disponible más de un año para 150.000 clientes particulares y empresas por 350 dólares al mes (unos 272 euros), pero por ahora solo se han suscrito ocho particulares y 18 empresas.
Aún así, en Tennessee se muestran optimistas respecto al hecho de que el concurso dará frutos. “Al final, estas 'tuberías' más anchas se llenarán de aplicaciones que necesiten mucho ancho de banda”, afirma Jack Studer, socio de Lamp Post Group, una sociedad de capital de riesgo con sede en Chattanooga que, junto con otras empresas entre las que se incluyen Alcatel, Cisco e IBM, patrocinan el concurso.
“Lo que intentamos es inyectar capital en la innovación para aumentar la demanda para redes con un ancho de banda mayor, y ser pioneros en la adopción de este ancho de banda en EE.UU y en todo el mundo”, afirma Studer. “Pensamos hacerlo a lo largo de varios años, en el segundo y tercer año quizá veamos un salto revolucionario hacia cosas que puede que no se nos ocurran ahora mismo”.
El premio de 300.000 dólares se repartirá entre estudiantes y emprendedores. Diez start-ups recibirán 15.000 dólares cada una este verano (unos 11.000 euros) para desarrollar y probar sus ideas de negocio para el gigabit de velocidad. Un panel de jueces locales concederá un premio de 100.000 dólares (unos 77.000 euros). Otro concurso aparte para estudiantes dará un premio de 50.000 dólares (unos 38.000 euros). La fecha límite para presentación de ideas se cerró ayer, 4 de marzo.
Chattanooga es el único lugar de Estados Unidos que proporciona un servicio a esa velocidad. Pero hay otros en camino: Google va a entrar en el negocio de los proveedores de Internet, enganchando fibra en postes de teléfono de Kansas City, Missouri, y la ciudad vecina del mismo nombre que se encuentra en el estado de Kansas. Sus primeros clientes deberían conectarse a mediados de 2012, según un portavoz de la empresa.
El vídeo es la aplicación que más ancho de banda necesita y cada vez será más, lo cual podría ser un impulso importante para conseguir velocidades de internet más altas. De hecho, Google espera proporcionar un servicio de televisión como parte de su oferta de banda ancha. A principios del mes pasado presentó solicitudes a la Comisión de Servicio Público de Missouri y la Comisión de Corporaciones de Kansas que le permitiría proporcionar servicio de televisión.
La Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. (FCC, por sus siglas en inglés) definió en 2010 la “banda ancha básica” como por lo menos cuatro megabits por segundo de velocidad de descarga y un megabit por segundo de velocidad de carga. Los esfuerzos llevados a cabo en Chattanooga y Kansas City son un paso adelante para lograr el ambicioso plan de banda ancha de la FCC, cuyo objetivo no es solo proporcionar este mínimo de servicio a todas las comunidades, sino también lograr el objetivo más ambicioso de proporcionar a una mayoría de hogares un servicio de 100 megabits por segundo para 2020.
La red de Chattanooga la ha construido la Junta de Energía Eléctrica, que es de propiedad pública. Ésta usa en parte la fibra para una red eléctrica inteligente que hace cosas como detectar sobrecargas y reconducir la electricidad automáticamente para evitar costosos apagones parciales.
La historia reciente sugiere que un ancho de banda más rápido espolea la innovación y los nuevos negocios, afirma Rob Vietzke, vicepresidente de servicios de red en Internet2 un consorcio de trabajo en red que proporciona Internet a alta velocidad a laboratorios de investigación y agencias gubernamentales. Por ejemplo, YouTube apareció en 2005 gracias a que se podía usar de forma generalizada por la disponibilidad cada vez mayor de banda ancha en los hogares y empresas estadounidenses. “Proyectos como los de Chattanooga y Kansas City reabren la oportunidad de innovar”, sostiene Vietzke. “No se puede predecir exactamente lo que va a ocurrir, pero sienta las bases para que la gente piense de otra manera en cómo hace su trabajo”.
Una posible aplicación del servicio de un gigabit sería el streaming de vídeo de superalta definición con cuatro veces más resolución que la tecnología HD que existe en la actualidad, afirma Vietzke. Esos flujos de vídeo de tan alta calidad podrían ser útiles para la telemedicina o para mantener reuniones a distancia realistas, pero requieren un servicio de por lo menos 100 megabits, añade.
En lo que respecta a Internet2, están trabajando en proporcionar un servicio de 100 gigabits, en principio para centros de investigación en Indiana y Ohio y que resulte útil para aplicaciones como el procesado de datos de investigaciones en genómica y de experimentos sobre física de partículas en el Gran Colisionador de Hadrones. (Algunos instrumentos científicos producen una cantidad de datos aún mayor. Los telescopios que escrutan el espacio profundo, por ejemplo, pueden generar un terabit de datos por segundo).
Todo esto supera por mucho las necesidades percibidas por el habitante medio de Chattanooga. “Cualquier cosa que haga que mi streaming de Netflix vaya más rápido, es buena”, apostilla Tom Balázs, profesor adjunto de Inglés en la Universidad de Tennessee, Chattanooga.