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Computación

Un sensor táctil versátil

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Un nuevo sistema adaptado de una tecnología utilizada para los cables submarinos podría conducir a la utilización de sensores táctiles en tejidos y mesas.

  • por Kate Greene | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 02 Noviembre, 2011

Vivimos en un mundo en el que la tecnología es cada vez más táctil, y los teléfonos inteligentes y las tabletas detectan de distintas formas nuestros gestos y toques con el dedo. En la actualidad, un tipo mucho más barato de tecnología táctil, desarrollada por investigadores de la Universidad de Munich (Alemania) y el Instituto Hasso Plattner (Estados Unidos), podría hacer que la sensibilidad táctil fuera añadida a objetos de uso diario como la ropa, los cables de auriculares, mesas de café e incluso trozos de papel.

La nueva tecnología táctil se basa en algo llamado 'reflectometría de dominio', o TDR, que ha sido utilizada durante décadas para localizar daños en los cables submarinos. La TDR es simple en teoría: se envía un pulso eléctrico corto a un cable y se espera hasta que venga de vuelta un reflejo de dicho pulso. En base a la velocidad conocida del pulso y el tiempo que tarda en volver, el software puede determinar la posición del problema (daño en la línea o algún tipo de cambio en la conductividad eléctrica).

Patrick Baudisch, profesor de ciencias informáticas en el Instituto Hasso Plattner, señala que los ingenieros observaron en la década de los 60 que la tecnología podría utilizarse para indicar el toque de un cable. Recientemente, la capacidad de sentir el corto retardo de tiempo en distancias muy cortas se ha vuelto más precisa, lo que ha hecho posible el uso de la TDR para aplicaciones interactivas.

La implementación de la TDR es sencilla, según Raphael Wimmer, estudiante de la Universidad de Munich y desarrollador del nuevo método con Baudisch. Durante una demostración, añadió dos franjas paralelas de cobre a un trozo de papel. Unos clips metálicos conectan las tiras de cobre a un generador de impulsos y a un detector. Se envían unos impulsos eléctricos de pico segundos de duración, y si hay algún cambio en la capacitancia entre las dos tiras de cobre (producido por un dedo cerca o que esté tocando los cables, por ejemplo) parte del pulso se refleja de vuelta.

Un osciloscopio muestra la forma de onda cambiante producida por el impulso reflejado, y el software en un ordenador conectado determina la posición del toque. La configuración actual es un poco torpe -admite Wimmer-aunque asegura que debe ser viable reducir la generación de impulsos, la detección y el cálculo de la posición en un chip.

Para crear una superficie sensible al tacto solo se requiere el uso de dos cables (o trazos metálicos de tinta conductora), que se puedan configurar en varios modelos para obtener la cobertura necesaria. Por el contrario, una pantalla táctil capacitiva como la del iPhone utiliza una matriz de cables que salen de los dos lados de la pantalla. "Hay que redirigirlos a un controlador de una manera especial, y eso es bastante complicado", indica Wimmer. La TDR evita los problemas de ingeniería de una superficie táctil capacitiva tradicional, afirma.

"La aplicación táctil basada en la TDR de Wimmer es muy inteligente", señala Jeff Han, fundador y director general de Perceptive Pixel, una empresa dedicada al desarrollo de grandes pantallas multitouch. Sospecha que podría proporcionar nuevas formas de detectar las entradas del usuario, por ejemplo usando la sensación del tacto a lo largo de un cable de auriculares sin modificar, algo que sería difícil de hacer con los sensores tradicionales.

Durante el próximo par de meses -explica Wimmer- los investigadores pondrán a prueba la forma de reducir el tamaño del diseño del sistema TDR en un chip. Asegura que también está estudiando la posibilidad de utilizar pulsos de luz en la fibra óptica, así como impulsos eléctricos en los cables, puesto que la luz sería inmune a las interferencias eléctricas comunes en los sistemas táctiles capacitivos.

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