El renderizado remoto permite a los animadores con grandes presupuestos añadir más efectos y abre las puertas a estudios más pequeños.
Durante años, los estudios de animación dominantes, como Pixar y DreamWorks Animation, han creado su magia cinematográfica mediante el uso de caros ordenadores situados en los centros de datos de los estudios. En la actualidad, el aumento de la computación en nube, que permite a cualquier persona comprar potencia de cómputo a la carta, está permitiendo que empresas de animación independientes más pequeñas produzcan trabajos de gran calidad.
Una de estas empresas es Afterglow Studios, con sede en Minneapolis, EE.UU.. Su propietario, Luke Ployhar, está dando los toques finales a Space Junk 3D, una película estereoscópica de 40 minutos sobre las 6.000 toneladas de basura que circundan el planeta (ver aquí el teaser); su lanzamiento está previsto en febrero. Es un gran proyecto para una pequeña empresa, que ha requerido más de 16.000 horas de tiempo de computación para animar, o renderizar, las escenas con los desechos en órbita. Ployhar estima que si hubiera comprado ordenadores para hacer el trabajo, se habría gastado al menos 50.000 dólares (36.600 euros).
"No me hubiese resultado económico comprar todas estas máquinas", señala Ployhar. "Sabía desde un principio que el renderizado sería el mayor problema".
En su lugar, Ployhar alquiló tiempo en un servicio en la nube a cargo de una empresa de Nuevo México llamada Cerelink. Comparte tiempo en un superordenador con la Universidad de Nuevo México, el Laboratorio Nacional de Los Alamos y el Instituto de Santa Fe. Esta configuración "abre muchas puertas para un estudio como el mío", explica.
Servicios como el de Cerelink también están ayudando a empresas establecidas como Sony y DreamWorks Animation a gestionar sus grandes producciones, que cada vez requieren más calculo computacional puesto que el público demanda imágenes y efectos 3D de apariencia más real.
DreamWorks Animation lanza dos o tres películas al año, y cada película tarda unos cinco años en ser producida. Realiza gran parte del trabajo en sus instalaciones: posee decenas de miles de procesadores, que han utilizado para renderizar los gráficos de largometrajes como Shrek, Kung Fu Panda y la próxima película del Gato con Botas.
Renderizado en la nube: Las animaciones para la película independiente Space Junk 3D se completarán usando más de 16.000 horas de procesamiento compradas a un centro de datos comercial. Foto: Afterglow Studios
Cuatro segundos de animación -96 fotogramas- requieren alrededor de ocho a 10 horas de computación para asegurarse de que la luz se aplique de una manera precisa y realista sobre un panda animado o la piel de un gato. Cada noche, entre 10.000 y 15.000 núcleos de procesamiento en los servidores de DreamWorks de California trabajan en paralelo para unir los fotogramas fijos en los que se ha trabajado el día anterior, afirma Derek Chan, jefe de operaciones digitales de DreamWorks Animation.
Sin embargo, con aproximadamente 10 proyectos en marcha en un momento dado, el estudio de California pasa por periodos de máximo rendimiento en los que tiene que usar recursos de proveedores de computación en la nube, incluyendo a Cerelink y Hewlett-Packard, que desde hace varios años lleva vendiendo a DreamWorks su hardware de gama alta. El año pasado, alrededor del 5 por ciento de la renderización de DreamWorks Animation se llevó a cabo en la nube, aunque la compañía tiene previsto aumentar esa cifra a un 50 por ciento a finales de 2011, indica Chan, en lugar de gastar millones de dólares para actualizar sus centros de datos con los servidores de HP más recientes.