Los médicos están a punto de conseguir un nuevo y ambicioso asistente: el sistema de computación de IBM que logró derrotar a seres humanos en un famoso programa de televisión estadounidense
En la serie House, el Dr. Gregory House pasa la mayor parte de cada episodio de una hora de duración debatiendo la forma de diagnosticar a un paciente con un desconcertante conjunto de síntomas.
El ingeniero de investigación de IBM Steve Daniels bromea con el hecho de que él y sus colegas podrían convertir House en "episodios de cinco segundos". Los doctores simplemente tendrían que preguntar: "Hola Watson, ¿qué le pasa a esta persona?"
Watson es el motor de supercomputación que logró vencer a dos competidores humanos en el concurso de televisión Jeopardy! este año, y Daniels forma parte del equipo de IBM encargado de desarrollar la primera aplicación comercial del software en lo que podría ser un asistente de diagnóstico increíblemente útil para los médicos. Si funciona tal como se cree, Watson podría ayudar a los doctores a identificar aquello que aflige al paciente y sugerir un tratamiento.
Con Watson, la compañía también está experimentando con un nuevo modelo de negocio: el conocimiento como servicio. En dos años, según afirma IBM, se comenzará a cobrar a los profesionales sanitarios que inicien una sesión en ordenadores con Watson para que puedan obtener ayuda con la que resolver complicadas cuestiones médicas, o encontrar el tratamiento más efectivo en cuanto a costes.
Este tipo de "Dr. Watson" no sería la primera herramienta de diagnóstico automatizada; ya están disponibles otros sistemas en línea para guiar a los médicos a través de listas de sugerencias sobre lo que podría estar afectando al paciente. Sin embargo, los investigadores de IBM creen que Watson estará por encima de los demás, ya que puede digerir automáticamente no solo el conocimiento de libros de texto médicos (el software puede leer un millón de libros en tres segundos), sino también blogs de pacientes, reclamaciones de seguros y millones de observaciones que, cada vez con más frecuencia, los médicos deben codificar en los registros electrónicos de los pacientes.
IBM asegura que Watson no puede sustituir a los médicos. Sin embargo, Watson y otras herramientas de diagnóstico automático nos hacen ver que ningún ser humano puede seguir el ritmo de expansión de los conocimientos médicos. Constantemente se descubren nuevos tratamientos y nuevas subcategorías de enfermedades, e incluso ciertas enfermedades ampliamente documentadas pero que pueden llegar a ser tan raras que la mayoría de los médicos nunca se hubieran encontrado con un caso.
Diversos estudios han encontrado que los doctores emiten un diagnóstico equivocado entre un 10 a un 15 por ciento de las veces, en ocasiones con consecuencias fatales. Herbert Chase, profesor de medicina clínica en la Universidad de Columbia (EE.UU.), y que está trabajando con IBM para convertir a Watson en un asesor de diagnóstico, aún no ha podido quitarse de la cabeza un caso ocurrido hace 35 años. Tuvo a una paciente con raquitismo, una afección que provoca que los huesos se ablanden. Él y sus colegas no entendían la causa, dado que la paciente no tenía deficiencia de vitamina D, el culpable habitual de la enfermedad. Pasaron cuatro meses antes de que Chase encontrara una referencia en la literatura médica que lo condujo a una causa rara de raquitismo, relacionada con una disfunción renal. La paciente sobrevivió, pero sufrió más de lo que debería haber sufrido. "He pasado toda mi vida en la medicina lidiando con lo difícil que es encontrar información que ya se conoce", señala.
Un drama médico familiar motivó a Jason Maude a lanzar Isabel Healthcare, un servicio de diagnóstico y apoyo en línea utilizado por cerca de 30 hospitales y prácticas médicas de EE.UU.. En 1999, la hija de tres años de edad de Maude, Isabel, estaba siendo tratada de varicela, pero terminó sufriendo un fallo multiorgánico. Los médicos no sabían cómo tratarlo; finalmente se dieron cuenta de que padecía fascitis necrotizante, una infección bacteriana grave. Aunque con dificultad, logró sobrevivir, y Maude renunció a su trabajo en las finanzas para poner en marcha un servicio que pudiera ayudar a los médicos a identificar enfermedades misteriosas más rápidamente, mejorar las probabilidades de un paciente y disminuir la necesidad de pruebas innecesarias. Hoy día Isabel está disponible para médicos individuales por 375 dólares al año (279 euros); un hospital comunitario pagaría alrededor de 50.000 dólares anuales (37.000 euros), y un sistema médico de grandes dimensiones hasta 400.000 dólares (297.000 euros).
El sistema lleva a cabo ciertas funciones que, según IBM, Watson también realizará. Un médico puede acceder a Isabel a través de Internet e introducir la edad, sexo y síntomas del paciente, ya sea utilizando terminología médica ("edema de mano", por ejemplo) o lenguaje cotidiano ("inflamación de la mano"). Isabel mostrará una lista de diagnósticos probables, con enlaces a evidencias de apoyo en libros de texto médicos y artículos de revistas. A medida que se añaden más síntomas, Isabel vuelve a calcular la probabilidad de cada diagnóstico. Por ejemplo, si se introduce que un hombre de 30-39 años de edad tiene las manos hinchadas y fatiga, Isabel sugiere hipotiroidismo como la causa más probable, seguido por diagnósticos menos probables tales como enfermedades del riñón o síndrome del túnel carpiano.
Tanto Isabel como otra herramienta de diagnóstico llamada SimulConsult, especializada en ayudar a los médicos a diagnosticar trastornos metabólicos y genéticos, usan información organizada cuidadosamente por un equipo de especialistas médicos. Sin embargo Watson no se cargará de esa manera, lo que podría ser una virtud o una debilidad. Antes de que IBM llevase el motor de computación a Jeopardy!, sus creadores no introdujeron en Watson todas las posibles pistas y respuestas que pudieran surgir en el programa. En vez de eso, codificaron reglas sobre la gramática inglesa en el software, después introdujeron información no estructurada en el programa -enormes cantidades de texto- y dejaron que Watson hiciera sus propias conexiones entre palabras y frases que tendían a aparecer juntas. A partir de estas correlaciones estadísticas, Watson dedujo hechos. Nadie le dijo específicamente al programa que Theodore Roosevelt negoció el Tratado de Portsmouth, pero Watson pudo adivinarlo después de ver innumerables páginas sobre la guerra ruso-japonesa.
Del mismo modo, los investigadores de IBM están exponiendo a Watson a libros de texto médicos y artículos de revistas. También está analizando expedientes médicos anónimos propiedad de WellPoint, una gran compañía de seguros de EE.UU. que planea usar Watson para analizar registros de pacientes y dar sus sugerencias a los médicos. Algún día, Watson también podría ser dirigido a blogs u otros sitios donde los pacientes hablen de sus respuestas a los tratamientos médicos.
Watson aún necesita pasar por pruebas exhaustivas antes de que IBM pueda comenzar a vender sus servicios en un año o dos. Es por eso que IBM está trabajando con médicos, incluyendo a Chase y sus estudiantes en Columbia, que plantean preguntas al programa para ver la calidad de las respuestas del ordenador. A partir de ahí, IBM puede corregir los errores que sean observados -como por ejemplo cuando el ordenador incluyó al descubridor de la penicilina, Alexander Fleming, en una lista de antibióticos.
Maude cree que estas interferencias siempre estarán presentes en Watson. "Se puede hacer algo de forma automática, pero la precisión y la relevancia disminuirán", indica. "Hemos descubierto que es ahí donde a menudo se producen los errores". Michael Segal, doctor y fundador de SimulConsult, también sostiene que hay casos en los que un ordenador puede tropezarse con los matices dentro de la terminología médica. Por ejemplo, señala, el término "congénito" significa en general que algo está presente en el nacimiento. Sin embargo, en el contexto de los trastornos neuromusculares, "congénito" puede ser utilizado para describir algo que tiene su inicio en los dos primeros años. "Es una pesadilla tratar de hacer esto de forma automática", explica.
Chase señala que incluso con sus fallos ocasionales, Watson supera a cualquier otro software de diagnóstico de los que él ha probado, no solo gracias a su amplia base de conocimientos, sino porque los médicos pueden formular preguntas abiertas, en "lenguaje natural", tales como "¿Cuál es el antibiótico recomendado para una mujer embarazada con la enfermedad de Lyme y alergia a la penicilina?" IBM también está trabajando con Nuance Communications, un fabricante de software de reconocimiento de voz, para que los doctores sean capaces de usar la voz para consultar a Watson en lugar de tener que entrar el texto mediante un teclado.
Sin embargo, conseguir que la tecnología funcione correctamente es solo una parte del proyecto. La resistencia por parte de los médicos podría ser un mayor obstáculo a la hora de conseguir el uso generalizado de Watson. Chase señala que se ha encontrado con "inseguridad" por parte de los médicos cuando les ha hablado sobre el programa. Al tratar de vender Isabel, Maude insiste a los doctores que mientras que el software puede ayudarles a hacer un diagnóstico, no puede sustituirlos. No obstante, incluso eso hace que algunos se sientan incómodos. "Piensan que quita un poco de la magia de ser médico", asegura. "La capacidad de diagnóstico es para ellos su habilidad principal. De algún modo es lo que sus compañeros de profesión veneran más en ellos".