Una nueva biopsia líquida, la tecnología que busca señales cancerígenas en la sangre antes de que haya síntomas, ha demostrado una alta eficacia para identificar varios tipos de cáncer y su bajo coste cercano a 400 euros podría convertirla en una prueba médica rutinaria
Una prueba muy fácil de administrar y capaz de indicar si un paciente presenta un tumor oculto, e incluso donde se encuentra dentro del cuerpo, está cada vez más cerca de hacerse realidad y podría costar cerca de 400 euros.
Es test, desarrollado en la Universidad de Johns Hopkins (EE. UU.), busca las señales de ocho tipos comunes de cáncer. Para ello, solo hace falta una muestra de sangre, y dado su bajo precio, podría convertirse en parte de las pruebas rutinarias que los médicos realizan en un examen físico.
El investigador del centro Nickolas Papadopoulos, quien ha colaborado en la creación del nuevo test sanguíneo, afirma: "La idea es que esta prueba llegue al público y pueda administrarse en cualquier centro médico. Por eso necesita ser barato y no invasivo".
Aunque aún no está disponible comercialmente, se usará para analizar a 50.000 mujeres en edad de jubilación sin antecedentes de cáncer, como parte de un estudio a cinco años financiado con más de 40 millones de euros por la aseguradora Geisinger Health System, según un portavoz de la compañía.
La prueba, que fue descrita la semana pasada en la revista Science, podría convertirse en un gran avance en el sector de las biopsias líquidas (ver La sangre contiene la clave del diagnóstico precoz del cáncer). El objetivo de esta nueva tecnología consiste en detectar el cáncer en la sangre antes de que una persona empiece a notar cualquier síntoma. Sería algo muy útil, ya que los cánceres en etapa inicial que no se han propagado suelen tener muchas probabilidades de curarse.
Ya hay varias empresas que llevan tiempo invirtiendo en la idea de las biopsias líquidas. La start-up, Grail Bio, ha recaudado casi 1.000 millones de euros para desarrollar una prueba de sangre única capaz de detectar muchos tipos de cáncer (ver Una única prueba para detectar el cáncer en la sangre aspira a salvar millones de vidas).
En el caso del test de Universidad de Johns Hopkins, los investigadores examinaron la sangre de 1.005 personas con cáncer de ovario, hígado, estómago, páncreas, esófago, colon, pulmón y mama previamente diagnosticado. El objetivo es buscar una combinación de ocho proteínas cancerígenas y 16 mutaciones genéticas relacionadas con el cáncer.
Los resultados previos demuestran que el test es especialmente eficaz en su detección del cáncer de ovario, ya que identificó los casos el 98 % de las veces. También detectó correctamente un tercio de los casos de cáncer de mama y alrededor del 70 % de las voluntarias con cáncer de páncreas, el cual tiene una perspectiva particularmente sombría.
Los falsos positivos fueron relativamente bajos, y solo se dieron en siete de las 812 personas aparentemente sanas que participaron en la prueba.
Además, los investigadores entrenaron un algoritmo de aprendizaje automático para determinar la ubicación del tumor de una persona a partir de las señales presentes en su sangre. El algoritmo acertó el 83 % de las veces.
El subdirector médico de la Sociedad Americana contra el Cáncer, Len Lichtenfeld, afirma: "Creo que con el tiempo llegaremos vamos a llegar a un punto en el que seremos capaces de detectar el cáncer antes de que sea visible". Aunque el experto advierte de que las pruebas de detección pueden causar más perjuicios que beneficios cuando generan falsas alarmas o los médicos se deciden a tratar cánceres de crecimiento lento que tal vez nunca llegarían a provocar daños en el paciente.