Computación
Las hojas de cálculo ya no le volverán loco gracias esta IA capaz de resumir los datos
En lugar de perder el tiempo analizando las innumerables filas de datos de una tabla, el software inteligente Quill los analiza y presenta un informe con sus conclusiones más relevantes en lenguaje natural, un avance que podría aumentar muchísimo la productividad laboral
Todos los días, la humanidad exporta 2,5 trillones de bytes de datos de todas las máquinas que nos rodean constantemente. Estos datos adoptan muchas formas, desde hojas de cálculo de millones de filas hasta fotos de cafeterías locales. Están repletos de información, pero la mayor parte no suele aparecer en un formato que los humanos puedan entender. El director científico y cofundador de Narrative Science, Kris Hammond, está transformando estos datos para que hablen por sí solos (ver Esta máquina resume textos largos sorprendentemente bien).
"El lenguaje en sí mismo es un milagro excepcionalmente humano", explicó Hammond al público de la conferencia EmTech MIT celebrada este mes en EE. UU.. El responsable continuó: "Puedes enseñarle trucos a un perro; los cuervos usan herramientas; los castores construyen presas. No hay ninguna otra criatura que utilice el lenguaje como nosotros. Y aunque las máquinas utilizan palabras, tienen problemas con el lenguaje".
Los humanos conectamos ideas complejas en nuestra mente de forma innata gracias a nuestra experiencia con el lenguaje, señaló Hammond. La capacidad de las máquinas de comunicarse mediante el mismo lenguaje que los humanos se vuelve cada vez más crítica a medida que se van convirtiendo en una parte más importante de nuestras vidas (ver El hombre que enseña a las máquinas a entender el lenguaje).
Narrative Science está utilizando inteligencia artificial (IA) para enseñar el lenguaje humano a las máquinas. Su software, Quill, puede tomar datos como las estadísticas registradas durante un partido de béisbol, resumir el contenido y componer una "narración" de los hechos (ver Quien posea los robots acaparará las riquezas del mundo). Ahora, en lugar de sentarse frente a un incomprensible conjunto de números, uno puede sentarse frente a un párrafo fácil de leer que le cuenta lo que necesita saber.
Hammond añadió: "Hemos luchado con los datos durante mucho tiempo. No deberíamos estar luchando con eso, la máquina debería presentárnoslos".
La ciudad de Chicago (EEUU) ha adoptado este enfoque al sintetizar datos sobre sus kilómetros de costa. El sistema registra datos de sus numerosas playas y genera engorrosas hojas de cálculo. Con Quill, la ciudad reduce los datos de las hojas de cálculo a frases digeribles que indican las mejores y peores playas de la ciudad.
Convertir los datos en lenguaje también puede beneficiar a las empresas y sus clientes. "La mayoría de los trabajadores tampoco quiere tener que mirar los datos para averiguar qué está pasando. Pero tampoco están dispuestos a ceder su información a cualquiera. Así que esos datos se convierten automáticamente en informes que ofrecen consejo sobre lo que se podría hacer a continuación", concluyó el responsable.
Vídeo: Kris Hammond habla sobre la importancia del lenguaje (en inglés).