Desde hace años, el pico máximo de la infección en Israel tiene lugar después de Janucá, y lo mismo pasa en los países que rodean a Arabia Saudí tras la celebración del Hajj. Esta nueva investigación pide que se tengan en cuenta este tipo de eventos para elaborar los programas de vacunación
La gripe estacional es responsable de la muerte de entre 250.000 y 500.000 personas cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto la convierte en uno de los principales peligros para la salud del mundo. Los epidemiólogos han invertido muchos recursos para estudiarla, y también la forma en la que se propaga.
Sin embargo, los procesos que desencadenan las epidemias de gripe todavía no se comprenden del todo. La OMS recoge cifras que muestran la tasa de infección semanal en la mayoría de los países, lo que proporciona una gran cantidad de información a los epidemiólogos que intentan predecir cuándo habrá probabilidades de que se produzcan brotes y planificar programas de vacunación en función de qué cepa planteará el mayor riesgo.
Pero estos datos ofrecen mucha más información. La gripe se contagia fácilmente entre personas que entran en contacto, lo que sugiere que las concentraciones masivas deberían promover su propagación. Las festividades religiosas como el Hajj musulmán y la Janucá judía, que reúnen a millones de personas, deben jugar un papel importante. Pero los epidemiólogos no habían explorado el impacto de los festivales religiosos en las tasas de infección... hasta ahora.
Los investigadores de la Universidad Politécnica de Hong Kong (China) Alice Chiu Qianying Lin y Daihai He afirman haber estudiado las tasas de infección de la gripe en varios países de Oriente Medio y su relación con los eventos religiosos por primera vez. Según afirman, sus resultados tienen importantes implicaciones en la toma de decisiones sobre los programas de vacunación.
Janucá es una festividad judía de ocho días que se celebra en noviembre o diciembre. Es una fiesta importante en Israel, donde las familias se reúnen para celebrar. Por su parte, el Hajj es un festival anual de cinco días durante los cuales millones de peregrinos islámicos viajan a la Meca en Arabia Saudí. En 2016, unos 1,8 millones de peregrinos hicieron el viaje.
Chiu y su equipo argumentan que estos eventos deberían tener un impacto significativo en las tasas de infección de la gripe. Sin embargo, el efecto del Hajj es difícil de estudiar porque Arabia Saudí no dispone de datos públicos relacionados con las infecciones de la gripe.
Así que Chiu y sus compañeros descargaron datos de las tasas de infección de gripe entre 2009 y 2017 de seis países que comparten frontera con Arabia Saudí: Bahréin, Egipto, Iraq, Jordania, Omán y Qatar. También descargaron las tasas de Israel durante el mismo período.
El equipo trazó las cifras a lo largo del tiempo y comparó los patrones de infección con el momento de los festivales. La investigación detalla: "Nuestro objetivo es estudiar el impacto de estos festivales religiosos en los patrones de la gripe".
Los resultados muestran un patrón llamativo. "En todos los años del estudio salvo 2009, la gripe A alcanzó su punto máximo después de Janucá en Israel", escriben los investigadores. "Además, las confirmaciones agregadas de gripe A de los otros seis países de Oriente Medio alcanzaron su punto máximo después del Hajj de modo sistemático cada año."
Eso tiene implicaciones importantes. La investigación apunta: "Predecimos que, a menos que surja una nueva cepa de gripe (como sucedió en 2009), es probable que tales patrones entre la gripe y los festivales religiosos persistan en años futuros. El momento óptimo para la vacunación masiva contra la gripe debería tener en cuenta las fechas de estos festivales".
Este trabajo demuestra que los patrones del comportamiento humano son capaces de afectar la salud. El Hajj es una de las concentraciones más grandes del planeta. Una pregunta interesante es cuántas muertes podrían evitarse con un programa de vacunación que tenga en cuenta este festival. Y dado que la gripe tiene un impacto económico significativo porque los pacientes no pueden trabajar, ¿cuánto dinero se podría ahorrar de esta manera?
El equipo de Chiu no aborda estas preguntas, lo que las deja abiertas a epidemiólogos o economistas con tiempo libre.
Ref: arxiv.org/abs/1710.09689: Religious Festivals and Influenza