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Innovadores menores de 35

Pioneros

Descubre sus soluciones diferentes e inesperadas para sectores como la alimentación, la fabricación y la salud

Carolina Amador (Colombia), 33

Philips Research North America/Clínica Mayo

Podría revolucionar el diagnóstico y seguimiento de la cirrosis hepática gracias a su técnica fiable, segura, no invasiva y de bajo coste

Alrededor de 30.000 personas mueren al año por cirrosis hepática, solo en los Estados Unidos. Esta enfermedad crónica, consecuencia de infecciones víricas (hepatitis C, hepatitis B), obesidad o alcoholismo, se caracteriza por la progresiva sustitución del tejido sano del hígado por tejido cicatrizado, fibroso, incapaz de cumplir su función. La técnica más fiable para diagnosticar y monitorizar la progresión de la fibrosis consiste en extraer un trozo de hígado para analizar su estructura. Estas biopsias son dolorosas e invasivas, y pueden provocar hemorragias internas. Las alternativas actuales a este procedimiento son caras o poco precisas, una situación a la que la ingeniera biomédica colombiana Carolina Amador ha querido dar solución. Para ello, ha desarrollado una técnica que podría desterrar las biopsias para siempre. Gracias a su avance, Amador ha sido elegida por MIT Technology Review en español entre los 35 ganadores de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2017.

Las alternativas a la biopsia se centran en medir las propiedades elásticas del tejido hepático, las elastografías. "Al medir la velocidad de propagación de las ondas se puede determinar si el tejido está blando o duro", explica Amador. A medida que el hígado se vuelve más fibroso, estas propiedades elásticas cambian, por lo que su medición no invasiva podría acabar con la necesidad de hacer biopsias para confirmar la enfermedad.

Estas pueden llevarse a cabo por dos vías: bien mediante el uso de ultrasonidos, bien mediante resonancia magnética. Aunque la segunda es más precisa, también resulta cara y poco accesible. Por su parte, la técnica ultrasónica es más barata y sencilla de realizar, el problema "es que es muy sensible a variaciones en el manejo del aparato", explica la innovadora colombiana. Aparatos de diferentes proveedores, o manejados por distintos técnicos, o basados en diferentes modelos matemáticos, arrojan resultados diferentes, incluso cuando se mide al mismo paciente. "Los resultados contradictorios impiden la aceptación de la técnica", prosigue Amador

Para evitar estas disparidades, el trabajo de Amador crea una técnica estándar para que el resultado de los diagnósticos sean siempre fiables. Gracias a ello, su esfuerzo podría convertirse en una alternativa segura, eficaz y económica a las biopsias de hígado. Su método, bautizado como recuperación de la fluencia inducida por la fuerza de la radiación acústica, (ARFICR por sus siglas en inglés), mide la viscosidad y la elasticidad independientemente del modelo matemático. Además, la señal ultrasónica utilizada tiene una mayor amplitud y una menor relación señal/ruido que otras, lo que la hace más precisa. "ARFICR puede implementarse con tan solo modificar el software", añade Amador.

La joven está convencida de que "en diez años podemos evitar que haya biopsias de hígado". Por eso, además de su actual puesto en la división de investigación de Philips en Estados Unidos, continua sus investigaciones en la Clínica Mayo. Los próximos pasos incluyen demostrar en un ensayo clínico que su técnica ofrece menor variabilidad que las alternativas y convencer a la comunidad médica para que la utilice en lugar de las más caras elastografías por resonancia magnética o las invasivas y peligrosas biopsias.

El director de educación en Gemedco, Juan Sebastián Osorio, que en 2012 fue ganador global de Innovadores menores de 35 y de la edición regional de Colombia, destaca la trayectoria de Amador, que ha originado patentes y varios artículos publicados en revistas científicas. Este miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2017 valora el potencial de la joven para "trasladar su investigación a la práctica", así como su relación con la Clínica Mayo, pionera en esta área y referencia mundial en investigación médica.

Por Maximiliano Corredor