Cadenas de bloques y aplicaciones
El reconocimiento facial es sólo el principio. La siguiente parada del 'smartphone' está en el iris
Las generaciones del futuro se reirán de los patrones y los códigos PIN para desbloquear un teléfono. El reconocimiento facial del iPhone X marca el inicio de una nueva tendencia en la que los dispositivos serán capaces de identificar al usuario por rasgos como el iris
Con el lanzamiendo del iPhone X, Apple volvió a dar un papel protagonista a una tecnología que, aunque ya tiene décadas, nunca ha funcionado bien en el teléfono: el reconocimiento facial para tareas como desbloquear y pagar con el dispositivo. Es una apuesta arriesgada, pero con mucho potencial de amortización. Además, podría allanar el camino para conseguir una tecnología biométrica más fácil de usar y más segura para todos los tipos de teléfono del futuro.
Apple suele añadir nuevas características al iPhone siempre después de que otro fabricante lo haya hecho primero. Sin embargo, los comercializa de forma tan elegante que parecen imprescindibles si su teléfono aún no los tiene. La tecnología de reconocimiento facial ha existido durante años y está disponible en algunos teléfonos, como el Galaxy S8 de Samsung. Lo que se sabe es que por lo general no funciona bien. Sin embargo, sí se ha demostrado que pueden ser fácilmente engañados con algo tan simple como una foto de la cara del propietario del teléfono.
Apple dice que su versión, llamada Face ID y que estará disponible cuando el teléfono se lance en noviembre, utiliza un conjunto de sensores para mapear el rostro en 3-D. Una luz infrarroja ilumina la cara, y un proyector proyecta una serie de puntos infrarrojos en ella. Una cámara IR captura una imagen de estos puntos, que el teléfono utiliza para autentificar al usuario comparándole con una imagen ya almacenada de su cara. La compañía afirma que su característica de Face ID es tan segura que sólo hay una posibilidad entre un millón de que alguien pueda suplantar a otro (no sólo requiere medir la atención del usuario para desbloquear el teléfono, sino que Apple también dice que entrenó la tecnología en máscaras 3D realistas, por lo que no sería engañado por ellas).
La tecnología detrás de Face ID no es nueva. El profesor de la Universidad Estatal de Michigan (EEUU) Anil Jain, que estudia el reconocimiento biométrico y la visión artificial, señala que utiliza una táctica existente llamada luz estructurada para capturar el rostro en tres dimensiones (utilizada para el reconocimiento de objetos en la década de 1980).
Su antigüedad no será un obstáculo si Apple consigue que funcione bien. Existen diferentes maneras de realizar el reconocimiento facial, pero, en general, la precisión depende de factores como la calidad de la imagen del rostro en el momento de la autentificación, las condiciones de luz, el tiempo entre la imagen de inscripción y la verificación, y la visibilidad de objetos como bufandas o gafas de sol. Más allá del trabajo que la compañía ha hecho para mantener a las personas equivocadas fuera del teléfono, Apple afirma que Face ID permitirá que el usuario pueda usar el teléfono incluso en la oscuridad, mientras lleva gafas o un sombrero, y después de dejarse crecer la barba.
"Tenerlo todo funcionando en un teléfono móvil es bastante sorprendente", dice Jain.
También podría hacer que más compañías agreguen a sus teléfonos tecnología tridimensional de reconocimiento facial similar, ya sea tratando de meter todo el hardware necesario para ello en sus propios dispositivos, o mediante el uso de reconocimiento facial basado en software de compañías como FaceTec (que es algo que los desarrolladores de aplicaciones individuales podrían agregar también a sus aplicaciones).
"En gran medida, todo el mundo sigue en la ola de copiar lo que hizo Apple, y el 3D tiene el efecto de borrar intentos sencillos; ya no puedes sostener una fotografía y esperar a que haga algo", indica el profesor de la Universidad de Notre Dame (EEUU) Kevin Bowyer, que estudia biometría y reconocimiento de objetos.
Además, Face ID (del que Apple presume de que es menos vulnerable a los actores malignos que su detector de huellas digitales Touch ID) podría ser más seguro que usar un sensor de huella dactilar de un teléfono, porque estos sensores tienden a ser tan pequeños que requieren que se ingresen varias huellas parciales desde el mismo dedo. Un estudio de la Universidad de Nueva York (EEUU) de principios de este año utilizó simulaciones por ordenador para demostrar que tales huellas podían verse comprometidas por huellas ficticias.
Sin embargo, en lugar de mejorar los sensores de huellas dactilares, la inclusión del reconocimiento facial en el iPhone puede conducir a futuros teléfonos con una mayor capacidad de hacer análisis biométricos. El escaneo del iris, por ejemplo, utiliza comúnmente la iluminación infrarroja cercana que el iPhone X tiene (tal característica ya está incluida en el teléfono Samsung antes mencionado).
Jain sí cree que los teléfonos inteligentes incluirán sensores para el rostro, el iris y el reconocimiento de huellas digitales, algo que ahora mismo sigue siendo una rareza. Para el hardware, el coste no es tan alto, según argumenta, y tal vez se usarán en diferentes combinaciones para diferentes transacciones (el usuario podría decidir qué quiere utilizar. o para una gran compra en el teléfono un comerciante podría querer usar los tres). "No hay razón para creer que los tres no estarán en el teléfono móvil en los próximos años", concluye el experto.